La Unidad Sindical Magisterial (USM) condenó la amenaza que realizó el delegado departamental de Managua del Ministerio de Educación (Mined), Sergio Mercado, sobre la sanción que pudiera recibir un maestro si recomienda a un padre de familia, no enviar a sus hijos a clases para evitar el contagio del Covid-19.
“El pecado es que un maestro o una maestra esté haciendo campaña de que la gente no llegue a la escuela. A ese maestro se le puede sancionar porque, entonces, él está atentando con su estabilidad laboral”, dijo Mercado en un audio de 17 minutos que se divulgó por WhatsApp.
Para Lesbia Rodríguez, miembro de la USM, la amenaza también es una acusación contra los docentes, porque los responsabiliza de la inasistencia de los alumnos cuando es una decisión directamente del padre de familia. “Es una acusación de la cual no es cierto porque los maestros no se están entrevistando con las familias, es con los directores”, señaló Rodríguez.
Una profesora de sexto grado de primaria de un colegio público del Distrito IV, que omite su nombre por temor a represalias, manifestó que “no es la primera vez que nos amenazan”, pero que esta vez “el delegado lo dijo directamente”. No obstante, la docente también rechazó esta amenaza y aclaró que el maestro no necesita andar advirtiendo a los padres de familia de la situación del país, porque ellos están consciente del riesgo que hay.
“Ellos (el gobierno) están ciegos y ellos creen que nosotros le decimos al estudiante que no vayan (a clases), o al padre de familia que no lo manden, ellos creerán que el padre de familia es tonto (…) ellos (los padres) no creen lo que el gobierno dice, si uno mira que la persona se está muriendo cómo voy a exponer a mi hijo, entonces sencillamente no lo mando”, declaró la docente.
Mal año para la educación
Las fuentes consultadas coincidieron en que este es “un mal año” para la educación, pero no propiamente por la pandemia sino por la falta de estrategias del Mined y el régimen orteguista para desarrollar un plan educativo. Para ellos, difícilmente se podrá recuperar el año lectivo porque consideran que los padres de familia no enviarán a sus hijos a clases si se mantiene la curva de contagio.
Sin embargo, las declaraciones del delegado del Mined también refiere que pretenden recuperar la asistencia de estudiantes para el segundo semestre, que inicia el 13 de julio, por medio de la entrega de una guía de estudio, “un trabajo sencillo”, en palabras de Mercado. Con dicha guía, el maestro podrá evaluar al alumno por los dos cortes evaluativos que van hasta la fecha.
“Claro que es un mal año. Difícilmente se puede recuperar el año, sí se puede ir trabajando cosas básicas pero si hablamos de la calidad de la educación, el mismo delegado dijo ‘trabajos sencillos, reafirmar conocimientos del año pasado’, entonces de qué calidad de educación estamos hablando”, cuestionó la representante de la USM.
Para Rodríguez, la guía de estudio se debió dar desde inicio de la pandemia para no atrasar el plan educativo 2020.
“Cuando yo pongo nota me siento con las manos sucias, porque eso no nos enseñaron en la universidad, a nosotros nos enseñaron ética y enseñarle al estudiante, pero esto es darle la nota, pero ni modo”, expresó un maestro de cuarto año de secundaria de un colegio público del Distrito V.
“De hecho, que la educación es pésima, y no por el maestro sino por el programa educativo que tiene el Ministerio de Educación, y ahora está peor, para mí es pésimo (el año) porque los alumnos no están llegando”, dijo otra docente de primaria.
Atenta contra la integridad del docente
El delegado departamental de Managua también declaró que al gobierno le “interesa mucho” la disciplina del maestro en hacer caso a “la estrategia que el presidente (Ortega) a través del Ministerio de Educación está lanzado para la escuela”, haciendo referencia la estrategia de visitar a los alumnos a sus casas.
“Si en algún momento parte de las instrucciones que dan ellos equivale a dañar la integridad de uno, yo seré uno de los que diga que no aunque me cueste mi trabajo, yo no voy andar de casa en casa buscando a niños, ese no es mi trabajo y si la verdad si uno no se estima, ¿Quién lo va a estimar?”, cuestionó el maestro de secundaria.
A tres meses de que se detectara el primer caso de Covid-19 en el país, y que actualmente los nicaragüenses enfrentan la curva de contagio, el régimen orteguista mantiene su discurso de “normalidad” y se rehúsa a suspender las clases pese a la rala asistencia de estudiantes. Cifras oficiales indican que hasta el 16 de junio se registraba 1,823 casos de contagio y 64 muertes. Sin embargo, el Observatorio Ciudadano reporta hasta el 17 de junio 5,957 casos sospechosos y 1,688 fallecimientos sospechosas por este virus.
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“Hemos respetado como gobierno el hecho de que los padres tengan su prevención y algunos no han llegado (…) no podemos decir que la asistencia ha sido cero, podemos decir que ha sido de 3 a 4 por ciento en los momentos más lamentable”, reconoció el delegado, por lo que llamó a directores, subdirectores y maestro a hacer “un plus esfuerzo” para convocar a los padres de familia y estudiantes de regreso a clases para el segundo semestre.
Rodríguez, de la USM, dijo que la educación ha retrocedido desde hace años cuando el régimen tomó a los maestros como piezas políticas, donde los utilizaba para ir a marchar o llevarlos a la rotonda, repercutiendo en el aprendizaje del alumno. “Si no hay disciplina en un centro, ¿Qué puede aprender un alumno?”, se preguntó.
Aunque en el país nada esta normal, lo que los maestros si ven con “normalidad” son las amenazas y chantajes de parte de las autoridades de educación de gobierno de Daniel Ortega, como una vieja mala práctica. “Es normal en ellos chantajearnos por medio de miserables salarios que tenemos, de meterte en miedo que te van a correr, que si estás de temerario te trasladan a un colegio más largo”, lamentó la maestro.