Con el final del ciclo del entrenador costarricense, Henry Duarte, también se cerró o se espera se haya cerrado, los problemas del vestuario pinolero. Si la unidad y armonía de la tropa azul y blanco la perdió Duarte o los jugadores, nunca se sabrá a ciencia cierta, pero para la selección es momento de dar vuelta a la página e iniciar desde cero con la llegada de un nuevo entrenador. Luis Fernando Copete analizó desde adentro como fueron los últimos cinco años y expresó su punto de vista acerca de cómo y porqué la relación entre seleccionados se rompió.
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“Compartíamos mucho, habían bromas, entrenamientos divertidos, fuimos un grupo muy unido siempre y gracias a esa unidad logramos remontar a Haití en 2017 para clasificar a Copa Oro, sin embargo todo se comenzó a dañar cuando fuimos a Miami tres meses después” contó en el programa Doble 5 de Futbol Nica, un portal especializado en futbol nicaragüense, el central colombiano nacionalizado nicaragüense, haciendo referencia a una concentración de la selección, donde enfrentaron a Canadá como preparación a la Copa Oro del mismo año.
“Cuando me uní a esa concentración, pues yo jugaba en Bolivia, encontré una selección diferente, peleas por la capitanía, unos hablaban de otros y viceversa. Noté al grupo muy difícil, en esa Copa Oro todo mundo se elevó y creyeron que éramos los mejores, desde ese torneo todo se dañó e inició a ser muy distinto” expresó el defensa.
Además el ahora jugador del 11 Deportivo de El Salvador agregó que Duarte de cierta manera fue creando ese ambiente poco a poco: “No entendía porque hablaba con unos sí, con otros no, llamaba a jugadores que llegaban sólo para buscar culpables y otros que sólo se hacían los lesionados y desaprovechó a otros que pudieron haber aportado mucho más”.
Copete también expresó que todo se dejó entrever con el escándalo de la Copa Oro 2019, cuando el técnico expulsó de la selección a Marlon López, Carlos Chavarría y Carlos Montenegro. “El grupo se daña también porque en un mal día de trabajo no se arma parranda, habían jugadores que se escapaban, otros que metían mujeres, yo no decía nada porque con tal que respondieran en la cancha todo estaba bien, pero en cambio el profe esa noche después de la derrota ante Costa Rica, aprovechó el espacio mediático para cubrir lo que había pasado deportivamente y salvar su imagen”.
El defensa argumentó que muchos compañeros de aquella selección se preocupaban más por salvar sus pellejos que por reforzar el grupo y salir adelante en lo deportivo.