El actor y modelo William Levy recordó las penurias que vivió durante su infancia en Cuba, de donde emigró hace 25 años rumbo a los Estados Unidos para ser libre.
Con un video, de más de un minuto, en su cuenta de Instagram, bajo el título “25 años de ser libre”, el cubano realizó un recorrido por algunos momentos que formaron parte de sus primeros 15 años de vida en la isla, donde predominó la escasez económica que tuvo que enfrentar su familia.
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“Aunque tuve una infancia hermosa en Cuba, debo decir que no fue la más fácil. Con solo un cuarto de pollo por persona al mes, un pan por persona al día y raciones de comida limitadas, siempre tenía hambre. No teníamos lujos como pasta de dientes, así que usamos carbón y bicarbonato de sodio”, recordó Levy, quien se fue a los Estados Unidos un 27 de junio de 1995.
El actor nació en Cojímar, municipio de Habana del Este en la provincia de La Habana, un 29 de agosto de 1980. Poco antes de cumplir 15 años emigró legalmente a Estados Unidos debido a que su padrastro obtuvo asilo político y pudo sacar a su familia de Cuba.3Estudió actuación en Miami, Los Ángeles, y Ciudad de México.
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Recordó que cuando era niño jugaban sin zapatos y hacían uso de la creatividad y el ingenio haciendo pelotas con calcetines enrollados.
Sin embargo, todo lo anterior no era lo más difícil de crecer en Cuba, “la parte que atacó nuestras almas, fue no tener libertad. Nuestra capacidad de soñar y nuestros destinos eran limitados. Sabíamos que no importaba cuánto trabajáramos o estudiáramos o cuán grandes fueran nuestros sueños, siempre tendríamos los mismos resultados”, recordó.
William, mientras estudiaba en la escuela secundaria en EE.UU. destacó en la práctica del béisbol, y eso le permitió conseguir una beca para asistir a la universidad. Empezó su estudios en administración de empresas, pero después de dos años los interrumpió para incursionar en la industria del entretenimiento. Irse le permitió hacer eso y no estar destinado como todos a “vivir la misma vida pobre y miserable sin futuro”. “Finalmente, me di cuenta de que mi única esperanza era abandonar el país”.
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Dice que pasó días contemplando el océano y soñando con algún día llegar a los Estados Unidos de América, “un país donde todo es posible. Ayer (sábado) se cumplió el 25 aniversario del día en que ese sueño se hizo realidad. No tenía dinero y no hablaba el idioma, pero eso no importó porque finalmente tuve la libertad de vivir la vida que elijo y en los Estados Unidos, el cielo es el límite. Esto también marca el día en que se abrió la puerta al resto del mundo”.
Desde entonces todo ha sido un viaje hermoso en su vida, expresa, ha realizado varias telenovelas, comerciales de televisión, campañas, pasarelas, entre otros. “Gracias Dios, gracias Estados Unidos, gracias México, gracias América Latina y gracias a todos mis fanáticos de todo el mundo por darme tanto amor y hacer realidad los sueños de ese pequeño niño cubano.