El templo católico Nuestra Señora de Fátima, ubicado en el municipio de Wiwilí, en Nueva Segovia, fue profanado recientemente, denunció el párroco José Iván Centeno, quien aseguró que dicho acto “lo disfrazaron como un acto de robo para ocultar sus ataques”, en referencia a personas ligadas al régimen de Daniel Ortega.
“Este acto de sacrilegio contra nuestro templo sabemos en el fondo que es una amenaza concreta contra este servidor por mantener un discurso profético, eso es la verdad, porque hemos denunciado en años anteriores las mentiras con que se pretende atacar a la gente, con que se pretende judicializar a la gente y condenar a la gente que está en contra de tanta injusticia social”, manifestó el sacerdote.
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El Párroco ha sido objeto de constantes amenazas de muertes, persecución, acoso e intimidación por parte de miembros de la Policía Orteguista (PO), funcionarios de la Alcaldía, dominada por el orteguismo, así como también de seguidores del régimen de Daniel Ortega, como represalias por sus constantes denuncias públicas en contra de los asesinatos selectivos de campesinos en dicha zona.
El sacerdote relató que los daños causados a la parroquia ocurrieron en días recientes, aprovechando que todos se habían ido a descansar después de celebrar actividades religiosas dentro del templo. “Vivimos un ambiente de constante violencia aquí en el municipio de Wiwilí, que es vecino de Wiwillí, Jinotega, que únicamente nos separa la afluencia del Río Coco, donde el domingo secuestraron al hijo de un difunto campesino asesinado igualmente en circunstancias extrañas. El joven asesinado era de apellido Montenegro”, señaló.
Tiroteo en Río Coco
Agregó que en las montañas de una comunidad de esa misma zona hubo un tiroteo entre miembros de la Policía y una supuesta banda armada. “Eso fue aquí por el Río Coco, en una de las comunidades de Wiwillí, y parece que hubo un muerto, según nos decían lugareños donde se habría registrado el enfrentamiento, pero eso está por verse hasta que sea confirmado”, puntualizó Centeno.
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El religioso manifestó que en Wiwilí existe cierto temor de las familias campesinas, porque la presencia de agentes policiales y del Ejército no se limitan solo a garantizar la seguridad de la población, sino que también amenazan a los habitantes que hablen de las megligencias de las autoridades respecto al tema del coronavirus. “No se puede hablar que la gente está muriendo por mala atención del Covid-19, porque entonces les dicen que van a ir dos años presos”, denunció.
“Justamente hace tres días, en una página falsa de Facebook, alguien amenazaba a este servidor en concreto por sacar, dijo uno de ellos, las verdades sobre su vida con el objetivo de meter miedo y no hablar nada”, puntualizó el sacerdote.
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El párroco Centeno también aseguró que ante tal situación, “rezo por todos los que a diario reciben amenazas de muertes, son perseguidos o están presos, por los enfermos y por quienes están en el exilio”.