El régimen orteguista realizará la conmemoración del 41 aniversario del Repliegue Táctico a Masaya en modalidad virtual con la celebración de un concierto por la tarde de este viernes. Esta sería la primera vez desde que inició la pandemia de Covid-19 que tanto Daniel Ortega como Rosario Murillo se verían obligados a salir de El Carmen, su casa y despacho a la vez, ya que ellos mismos se han convertido en la figura icónica de esta efeméride. Sin embargo, mantienen su cuarentena, mientras promocionan aglomeraciones exponiendo a sus mismos fanáticos a contagios.
Aunque, la vocera del régimen Rosario Murillo confirmó la nueva modalidad, no atribuyó la decisión a una medida de prevención de contagios de Covid-19.
Murillo dijo que “hoy es 3 de julio y esta tarde se transmitirá un concierto hermosísimo con el que vamos a estar conmemorando el 41 aniversario del repliegue histórico, epopeya revolucionaria del pueblo nicaragüense, triunfal, como cada día cultivamos y cosechamos triunfos de la vida buena, tranquila, familiar, fraternal en nuestra Nicaragua, con la gracia de Dios y de su mano, conmemorando los 41 años del repliegue en la modalidad virtual y con mucha música (…), expresó.
El epidemiólogo Álvaro Ramírez, quien ha sido una de las voces más críticas al régimen debido al manejo de la pandemia, explicó que tanto Ortega como Murillo tienen pleno conocimiento de la situación de circulación comunitaria del nuevo coronavirus y del crecimiento de la curva exponencial, pero, literalmente, decidieron no hacer nada.
“Están usando esta epidemia como un arma biológica en contra del pueblo de Nicaragua”, expresó. Al saber lo que está pasando en el país con respecto a los contagios, deciden mantenerse fuera del peligro y asegurados en sus casas, mientras hacen creer a sus simpatizantes que la nueva modalidad del repliegue es un paso a la modernidad, sostuvo el epidemiólogo.
La pareja presidencial ha mantenido las escuelas públicas abiertas, y cada día mantiene ferias, celebraciones, fiestas patronales, inauguraciones, juegos deportivos; cualquier cantidad de eventos en los que participan sus partidarios, exponiéndose a los contagios del SARS-CoV-2, pero en ninguna de estos, ellos han participado de forma presencial. La gran expectativa estaba centrada en el repliegue, pero declinaron.
En el 2019, Ortega y Murillo, salieron en un bus el 6 de julio de El Carmen. En ese medio de transporte recorrieron la carretera hacia Masaya, para conmemorar en un cuadro de futbol, a las afueras de la ciudad, el Repliegue. No hubo toque de manos, ni abrazos con sus militantes. Ellos saludaron desde el bus, mientras eran custodiados por centenares de agentes policiales.
Un año antes, en el 2018, tuvieron que resguardarse en la estación policial de Masaya, mientras la ciudad era custodiada por cuerpos antimotines. Monimbó mantenía aun sus trincheras y rechazó que el dictador llegara a la icónica plaza Pedro Joaquín Chamorro, en el corazón de Monimbó.
Duelo en el FSLN
El sociólogo Cirilo Otero explicó que el FSLN ha padecido la muerte de personajes importantes dentro de sus filas, en el contexto de la pandemia, uno de ellos y reconocido por su papel histórico en la revolución, Edén Pastora. “Han habido muertes importantes en términos de acumulación de poder y eso, a todo mundo lo ha hecho temblar, y cuando digo, todo mundo dentro de esa organización”, expresó
Asimismo expresó que lo que pasó con la conmemoración del repliegue “es un reflejo de lo que se va a hacer el 19 de julio”, en alusión al 41 aniversario de la Revolución Popular Sandinista, expresó Otero.
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El llamado «Repliegue táctico a Masaya» es un evento histórico que ocurrió el 27 de junio de 1979, cuando se dio una movilización estratégica de las fuerzas guerrilleras sandinistas de Managua hacia Masaya, resistiendo los ataques aéreos y terrestres de la guardia somocista que estaba concentrada en la capital. El ataque dejó innumerables muertos y heridos.
La acción guerrillera quedó como un símbolo de la resistencia sandinista. Este episodio de la historia es solo una parte de la insurrección ciudadana en contra de otra dictadura, la de Anastasio Somoza Debayle. Al mes siguiente, el 17 de julio de 1979, Somoza abandonó el poder.