Fueron tantas las discusiones por un acuerdo económico entre el Sindicato de Peloteros y la MLB que olvidaron el verdadero rival en común: el Covid-19. Después de anunciar las fechas del retorno, la pandemia empezó a causar efecto en el mejor beisbol del mundo. Reflejando una vez más lo débil e impotente que resulta ser el ser humano ante las enfermedades que no se tienen bajo control. El primer comunicado del Sindicato fue de 38 personas infectadas tras los primeros resultados, 31 de ellos son jugadores y el resto trabajadores de los equipos.
Entre los casos positivos se encuentra Freddie Freeman, la estrella de los Bravos de Atlanta. Cuando se presentó a los entrenamientos no mostró síntomas, sino que fue hasta el pasado jueves cuando comenzó con la calentura. “Freeman no se siente muy bien, pero es joven y fuerte”, dijo el mánager Brian Snitker. “Él va a querer volver más temprano que tarde. Pero lo más importante que queremos que haga es que todo salga bien y mejore, y luego volverá a jugar como suele hacerlo. Si esto tiene que suceder, este es probablemente el mejor momento de su carrera y de vida para enfrentarlo”.
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Los protocolos a seguir en estos casos son muy estrictos. Freeman permanecerá aislado de sus compañeros de equipo, pero mantendrá comunicación con el personal médico. No se le permitirá regresar hasta que pasen 72 horas sin experimentar síntomas y resultados negativos dos veces en un lapso de al menos 24 horas, según tiene establecido MLB.
Además de Freeman, Will Smith, Pete Kozma y Touki Toussaint también arrojaron positivos. Esta situación ha sumado a la duda de muchos jugadores para continuar con la temporada. El caso más relevante es el de Mike Trout considerado el mejor jugador de la actualidad. Su esposa está embarazada y no quiere que su familia corra algún tipo de riesgo.
En el caso de Freeman tenía estipulado obtener este año 22 millones de dólares y Trout 36 millones de dólares en una temporada normal.