El 3 por ciento de reducción en la tarifa de energía eléctrica que entró en vigencia este mes, en realidad significa un alivio de 1.6 por ciento, revela el pliego tarifario de julio, público en el sitio web del Instituto Nicaragüense de Energía (INE).
El nuevo pliego tarifario de julio, revela que la tarifa se redujo un 1.6 por ciento con respecto a la que se tenía en diciembre del año pasado y no un tres por ciento, esto ocurre porque entre enero y junio de este año incrementó la tarifa 1.42 por ciento, debido al ajuste cambiario, que por ley se incorpora a la tarifa; el cual se mantendrá congelado entre julio y diciembre de este año, por disposición del gobierno.
De manera que con el ajuste que se hizo en el pliego de julio, si una persona pagó 1,825 córdobas de electricidad en diciembre del año pasado, ahora va pagar 1,725.8 córdobas, 29.2 córdobas menos que el año pasado, porque la tarifa disminuyó 1.6 por ciento, si la disminución hubiera sido del 3 por ciento, este usuario hubiera ahorrado 54 córdobas.
La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) revela que los números son claros y si se compara la tarifa de julio con junio se puede observar la reducción del 3 por ciento, pero con respecto a diciembre la caída es del 1.6 por ciento.
“Eso no se puede negar, son números, pero hay que tomar en cuenta que tiene varios defectos, uno llega tarde, porque eso se tuvo que haber aplicado en marzo y Funides había insistido en ese punto, en aplicar un alivio en la salida de flujo financiero para los hogares, pero además esto no compensa el aumento del 19 por ciento que hubo en la tarifa el año pasado”, sostuvo un técnico de Funides.
De manera que el 3 por ciento de reducción en la tarifa de energía que el régimen orteguista intenta posicionar como un gran beneficio para los nicaragüenses, en realidad, no se traduce en un alivio ni en el costo de la canasta básica, ni en el peso que representa como tal en el pago de energía, ya que es ínfimo.
El economista Róger Arteaga considera que el deslizamiento de la moneda se comió el porcentaje del 3 por ciento de baja que anunció el gobierno.
“Cuando usted compara los dos periodos (diciembre 2019 y julio 2020), entonces se da cuenta que el tres por ciento se le comió los incrementos de tarifa que hubo en ínterin, eso neutralizó la reducción que anunció la señora (Rosario Murillo), por eso no es un tres por ciento que nos están dando sino un 1.6 por ciento”, sostuvo Arteaga.
El economista hizo énfasis que al final la población va seguir quejándose por el servicio porque no hubo una reducción seria en la tarifa.
“Esto es como la gasolina que cada semana le sumen y bajan, pero al final siempre estamos pagando más porque aunque le bajen, lo que le bajan es menos de lo que le suben, siempre nos van castigando porque los incrementos son mayores, es un engaño a la población. En realidad lo que están haciendo es compensando los incrementos de tarifa, sino vea la fila de gente reclamando, hay gente que dice que pareciera que tiene restaurante o un negocio en su casa”, dijo Arteaga.
Reducción debió ser similar a la de Honduras
De hecho la política de asfixia del INE, la distribuidora Disnorte-Dissur y las generadoras eléctricas contra las empresas y las familias contrasta con las medidas de moratorias que varios gobiernos en Centroamérica han aplicado para sus ciudadanos, para ayudarles a amortiguar el impacto de la pandemia del Covid-19.
Al respecto el economista Javier Mejía, del Centro Humboldt señala que al menos la reducción en el país debió ser similar a la de Honduras, que fue de 14.87 por ciento en mayo.
“Yo creo que la baja pudo haber sido mucho mayor, haciendo la comparación con lo que logró bajar Honduras, al menos pudo haber sido similar sobre todo porque son economías similares, con una matriz energética parecida y además son países con mayores pérdidas energéticas”, dijo Mejía.
Antes que se aplicara la reducción del tres por ciento en la tarifa, César Zamora, presidente de la Cámara de Energía de Nicaragua (CEN) manifestó que la tarifa no podía bajar porque se necesitaba ayudar a la empresa distribuidora Disnorte-Dissur, la cual tiene altas pérdidas.
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Hasta mediados del 2019 la distribuidora tenía pérdidas del 25 por ciento, mientras que en Honduras estas alcanzaban un 31 por ciento, pese a eso Honduras logró bajar su tarifa casi un 15 por ciento en mayo de este año.
Al respecto Marcos Pierson, presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin) manifestó que la tarifa de energía debió bajar un 18 por ciento, lo que incrementó en el 2019.
“El sector industrial ha sido golpeado porque los costos han subido muchísimo en los últimos meses, particularmente las más afectadas han sido las pymes, siendo uno de los mayores costos, el pago de la energía eléctrica, que debió bajar al menos lo que subió el año pasado, un 18 por ciento, porque si analizamos los números no hubo una reducción real porque parte del alivio se lo comió el deslizamiento”, expresó Pierson.
Los más afectados han sido los más vulnerables
Por otra parte Funides señala que los más afectados han sido las personas que están en el rango del subsidio entre el consumo de 101 a 150 kilovatios al mes, porque desde el 2018 el subsidio se viene contrayendo.
“La reducción que se aplicó fue para todos, pero los más afectados son los que tienen una tarifa social porque ese beneficio ha ido disminuyendo por la focalización del subsidio, por eso este segmento de la población no va logra sentir un alivio en su facturación”, agregó.