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Cuatro meses de pandemia han dejado sin visitantes a Galerías Santo Domingo. LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETE

Crónica | Centro comercial: los letreros “hablan” del Covid-19

"Rebajas" y "mascarillas" son las palabras que adornan un centro de compras ávido de clientes que se han ausentado en los últimos cuatro meses

Aunque está en una tienda grande de Galerías Santo Domingo, no es un letrero bonito ni llamativo. Da la impresión de que no lo elaboraron los encargados de la publicidad del negocio, sino que lo compraron hecho porque la primera parte está en inglés y luego en español. Pero lo que se lee es algo cálido y acogedor, como cuando llegas a casa y salen los niños a recibirte. “We missed you! (¡Te extrañamos!). Nos alegramos de volver a verte”.

¿Por qué tanto cariño hacia los clientes? La respuesta la tienen siempre los letreros. Las palabras más recurrentes en los mismos, que están colocados casi en todos los negocios, son “Rebajas” y “mascarillas”. En esas dos palabras parecen resumirse lo que pasa en el lugar.

Las “rebajas” son para atraer a los clientes, pero en este caso es porque no han estado llegando desde hace unos cuatro meses al centro comercial debido a la pandemia del Covid-19. Un empleado del centro dice: “Imagínese que el cine tiene tres meses de estar cerrado porque no venía nadie. Y el cine es uno de los que más atrae gente, sobre todo por la noche”.

Al mediodía del pasado martes, una cafetería del local tenía dos clientes, cuando hace más de cuatro meses, esa cafetería estaba abarrotada a esa misma hora.

Luego, con la pandemia, la cafetería estuvo cerrada tres meses, pero hace un mes reabrieron. Una librería cerró el local y la otra que existe en el centro continúa abierta, pero con escasa visita de compradores. “Poco a poco está volviendo la gente. Los fines de semana se está llenando”, dice un empleado de la editorial. Una tienda de artículos escolares está abierta pero otra cerró y en la puerta hay un rótulo que dice: “Cerrado. Puede solicitar Delivery al número…”.

Mientras limpiaba una pared de vidrio, una afanadora comentó que hace todavía un mes, cuando casi no llegaban compradores al centro comercial, “estaba más fácil la limpiada, pero se trabajaba con preocupación por los recortes de personal”. Ahora, “ya se va viendo más basura”. “Desde hace un mes está tratando la gente de volver a la normalidad”, afirma la mujer.

“Aforo limitado. Estamos cumpliendo con las últimas medidas de seguridad sanitarias. Te recomendamos el uso de mascarillas”, reza el letrero de una tienda grande de ropa. Un empleado de la misma dice que en el local no se permiten más de 59 clientes al mismo tiempo, pero el martes pasado, cerca del mediodía, solo había unos 10 dentro.
La palabra “mascarillas”, que está de moda, es la otra que más se lee en los rótulos de Galerías.

En una parte alta del edificio está un rótulo que dice: “No salgas de compras sin ella”. En un primer momento se puede pensar que se refiere a las mascarillas. Pero no. Se trata de una tarjeta de crédito. No todos están en la misma sintonía.

Una pareja iba bien protegida con sus mascarillas, pero no así el niño. En una de las tiendas no los dejaron entrar y la madre quiso justificar: “No se la pusimos al niño porque le estorba y se la quita”. No hubo justificación válida. No los dejaron entrar.

Algunos visitantes sí son precavidos, como en un ascensor que está a la par de los cines, un hombre, de unos 45 años, vestido con camisa blanca y pantalón negro, no quiso entrar porque ya había cinco personas dentro. “Chiva. Mejor me espero”, dijo.

Afuera del centro de compras no hay rótulos reveladores, solo estacionamientos de vehículos, muchos de ellos vacíos.

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