La vicepresidenta Rosario Murillo calló ante las nuevas sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos contra su hijo Juan Carlos Ortega Murillo, quien es el cuarto miembro de su familia sancionado, además de ella misma, Laureano Ortega Murillo y Rafael Ortega Murillo.
En su alocución de este mediodía se centró en recordar el Día de la Alegría y la conmemoración del 41 aniversario de la Revolución Popular Sandinista, este domingo 19 de julio, por primera vez, de forma virtual, aunque no dio detalles nuevos sobre la celebración, ni dijo si Ortega comparecerá.
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Esta mañana el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó además de a Juan Carlos Ortega, a su empresa de publicidad audiovisual Difuso Digital. También fue sancionado José Jorge Mojica Mejía, un conocido operador del régimen orteguista señalado de ser el testaferro de muchos negocios vinculados a la familia presidencial.
Ni una palabra
Murillo no dijo una palabra al respecto. Señaló más bien que el mal existe y que a ella misma le costó reconocerlo, pero aseguró que el amor es más fuerte que el odio y “que somos seres espirituales, que sabemos identificar la fuerza del bien y trabajar con ella. El bien es la alegría que se ve, se nota, se siente, entre este pueblo, heroíco, grande (…)”, expresó.
Cada 17 de julio se reconoce como el Día de la Alegría en alusión a la huída del dictador Anastasio Somoza Debayle. En torno a esto el FSLN celebra diversas actividades. Aunque Murillo anunció que este 19 de julio no lo celebraría con un acto en la plaza de La Fe, como ha sido en los últimos 40 años, en ningún momento refirió que fuese una medida de prevención para evitar contagios de Covid-19.
Sin embargo, este viernes, dijo que “entre tanta celebración nos cuidamos con conciencia revolucionaria, conciencia evolucionaría también, nos cuidamos, nos protegemos protegiendo nuestra salud personal, nuestras familias, nuestras comunidades y avanzamos, confianza en Dios y trabajo duro (….) y saber que en estos desafíos y estos retos inmensos que atraviesa la humanidad, con esta epidemia, la ternura es importante”, expresó.
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Juan Carlos Ortega Murillo “fue designado por ser responsable o cómplice de haber participado o intentado, directa o indirectamente, en una transacción o una serie de transacciones que involucran prácticas engañosas o corrupción, en nombre de o de otra manera relacionado con el Gobierno de Nicaragua, con un funcionario actual o anterior del Gobierno de Nicaragua, como la apropiación indebida de activos públicos o la expropiación de activos privados para beneficio personal o con fines políticos, corrupción relacionada con contratos gubernamentales o soborno”, según el documento.