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La Orgnización Mundial de la Salud (OMS) a inicios de la pandemia el año pasado estableció un protocolo y recomendaciones sobre cómo manejar los cuerpos de estas personas y los riesgos a los que se exponían las personas que entraran en contacto con estos fallecidos. LA PRENSA/ ARCHIVO

El régimen intentó ocultar el impacto de la pandemia, pero no lo logró. Estos fueron los principales errores que cometió

Especialistas señalan que hubo más desaciertos que aciertos en la estrategia del régimen de mantener oculta la realidad sobre la crisis sanitaria

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Hasta el 19 de mayo Nicaragua contabilizaba 25 casos de Covid-19, pero las alarmas del aumento de contagios día tras día en los hospitales, y la aparición de los entierros exprés dejaban al descubierto la manipulación de las cifras de la pandemia.

Desde el caso uno, el Ministerio de Salud (Minsa) ofreció una información a medias, confusa y carente de rigurosidad científico-técnico. Cuatro meses después, expertos consideran que hay más errores que aciertos, y que pese a toda la política de hermetismo, no lograron contener la realidad.

Guillermo Medrano, coordinador de derechos humanos de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, recuerda que desde el inicio de la emergencia sanitaria, el gobierno quiso ocultar la realidad e incluso, intentó posicionar a Nicaragua como si estuviese cubierta por un manto bíblico, como si no iba a suceder nada por contar con una protección divina. Desde esa fecha, hasta ahora, han manipulado la información de la pandemia.

El caso número uno fue anunciado por la vicepresidenta, Rosario Murillo el 18 de marzo y así siguió hasta el cuarto. Después, el Minsa presentó informes cuyos datos fue reduciendo a medida que la pandemia se agudizaba. La información fue haciéndose más escasa, el régimen se cerraba más. Sin embargo, no logró ocultar el gran número de muertos y contagios provocados por la Covid-19.

El epidemiólogo Álvaro Ramírez señala los principales errores que cometió el gobierno orteguista “no solamente ha fracasado en el manejo de la epidemia, sino que ha abandonado al pueblo nicaragüense a su suerte”, expresó.

1- Abordaje politizado de la pandemia de Covid-19: la pandemia afecta a cualquier persona sin distingo políticos, raza o religión. Sin embargo, el epidemiólogo Ramírez señala que desde un inicio se pensó en la emergencia como un problema que la derecha iba a utilizar para las campañas políticas. “Ese es el primer error de principio básico”, indica.

2- Incumplimiento del Reglamento Sanitario Internacional: El gobierno decidió no cumplir con las obligaciones internacionales en cuanto a los reportes diarios y la información requerida por la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud. Además, tampoco hizo vigilancia epidemiológica apropiada, lo que implica el seguimiento de los casos de Covid-19 y el establecimiento de los cercos epidemiológicos, que es parte de la identificación de la cadena de transmisión de los casos iniciales.

La OPS señala que aun desconoce la cantidad de test que Nicaragua ha aplicado en estos cuatro meses de pandemia. Asimismo, la información solicitada la ha emitido de forma irregular.

3- Inmunidad de rebaño y modelo sueco: Ramírez explica que el gobierno de Daniel Ortega consideró que era posible la inmunidad de rebaño, imitando el modelo sueco, aunque el mismo gobierno sueco ha asegurado que no buscaban la inmunidad ante la pandemia. En el “Libro Blanco” de la pandemia, se incluyen afirmaciones como esta: “Nicaragua y Suecia representan alternativas al “lockdown”-cierre de emergencia- total en un país en desarrollo y un país desarrollado, respectivamente”.

” El gobierno de Nicaragua creía que el sistema de salud (nica) iba a dar clases a los sistemas de salud a nivel mundial y se equivocó gravemente”, señala Ramírez. El mismo epidemiólogo jefe de la Agencia de Salud Púbica de Suecia, doctor Anders Tegnell, admitió el 3 de junio que el modelo sueco ha tenido fallos. “Si nos enfrentásemos a la misma enfermedad sabiendo lo que sabemos hoy, creo que acabaríamos haciendo algo a medio camino entre lo que Suecia hizo y lo que hizo el resto del mundo”, señaló Tegnell en esa ocasión.

4- Estigmatizar el uso de mascarillas: el régimen orteguista no adoptó las medidas de prevención ante la pandemia y estigmatizó el uso de mascarillas y los equipos de protección personal en los trabajadores de la salud, además de no tomar el riesgo epidemiológico en serio. Muchos de los profesionales de la salud han presentado cuadros presuntivos de Covid-19.

5- Secretismo en los entierros exprés: Chinandega fue uno de los primeros focos de contagios del Covid-19.  Una de las familias de ese departamento contó a LA PRENSA que ellos quisieron enterrar a su ser querido en un espacio que ellos habían dispuesto, pero las autoridades se hicieron cargo de todo lo que implicaba.

Los videos de entierros exprés, con hombres embutidos en trajes impermeables alertó sobre el aumento de muertos. Con las semanas, estos se hicieron más comunes en otros departamentos del país.

Ramírez señala que hubo un manejo equivocado al no permitir a la familia la confirmación de su ser querido y solo entregarles el ataúd sellado. A los entierros se suman las causas de muertes relacionadas a neumonías atípicas, pero en las que se aplicaban protocolos de personas que fallecieron por Covid-19. Varios médicos independientes han señalado que el mismo Minsa era el que orientaba el cambio de diagnóstico.

Por su parte, Medrano explica que cuando hay una pandemia es preocupante que las fuentes de información estén cerradas para los medios de prensa independientes, pero todavía es más alarmante que la misma información que ofrece el Minsa este totalmente alejada de la realidad objetiva sobre los estragos que está causando la Covid-19 en Nicaragua. Añade que ese silencio, entre la población crea angustia, desesperación  y pánico porque no sabe exactamente cuáles son los focos de contagios.

Lea Además: Los abrumadores números de la Cepal que botan el discurso optimista del régimen de Ortega sobre la severidad de la pandemia

Y además recordó que ocultar información pública que es de interés nacional, no solamente violenta el derecho a la información, sino que atenta contra el derecho a la vida. Cuando la información pública en una pandemia la oculta o la niego no solamente se está violando la Ley de acceso a la información pública, sino que se atenta contra la vida de las personas “porque la información pública oportuna puede salvar vidas, y si nosotros no tenemos, podemos decir que el gobierno ha fracasado en esto porque se le salió de las manos”, expresó.

En medio de la pandemia ha crecido el periodismo ciudadano y colaborativo. De tal forma, que hay hechos evidentes que no lo podés negar, dijo Medrano. Es así, que el régimen orteguista, pese a intentar ocultar todo lo que sucedía en torno a la Covid-19, no lo logró. La misma población, a como sucedió en 2018, denunció todas las acciones arbitrarias cometidas con sus familiares en medio de la pandemia.

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