Rafael Valdez Rodríguez, quien dirigió las turbas sandinistas que se tomaron la catedral de Managua y agredieron al padre Rodolfo López en noviembre de 2019, murió este domingo 19 de julio a la medianoche, confirmaron algunos medios de comunicación oficialistas.
Valdez además sobresalió en 2018 por pedir al papa Francisco que retirara del país al obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez.
Su trayectoria de agresiones contra sacerdotes se remonta a los años noventa. El 18 de junio de 1993, Valdez lideró una turba sandinista que agredió al ahora obispo de Granada, Jorge Solórzano, quien en ese entonces era el párroco de la iglesia católica San Pablo Apóstol, ubicada en la colonia 14 de Septiembre de Managua.
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En el actual régimen de Daniel Ortega, Valdez y su hermano, Tomas Valdez, tenían el papel de encabezar una organización denominada Comunidades Eclesiales de Base (CEB), que tiene el objetivo de impulsar otra versión de la Iglesia católica. Esta iniciativa surgió en Nicaragua en los años ochenta, durante el primer gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), a través de la llamada “iglesia popular”, una corriente político-religiosa, basada en la teología de la liberación. En los años ochenta, el gobierno sandinista también tenía diferencias con los líderes y sacerdotes de la Iglesia al igual que hoy.
Lo que dicen los medios oficialistas
Rafal Valdez era un hombre de avanzada edad. Los medios de comunicación oficialistas no mencionan la causa de su muerte, pero extraoficialmente se conoció que tenía varias semanas hospitalizado.
Los oficialistas reseñan que Valdez participó en las luchas sociales en tiempos de la dictadura somocista en contra del alza de la leche y del transporte. También fue colaborador de la guerrilla del FSLN y su casa fue de seguridad para los combatientes. Durante la primera etapa de revolución sandinista, Valdez tuvo el cargo de director de correos postales en Telcor y luego como director de la Región III.