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Estudiantes universitarios frente a los militares de la Guardia somocistas en León.

Generación del 23 de julio reivindica el reclamo histórico de los estudiantes por los derechos civiles

El Día del Estudiante en Nicaragua es la conmemoración de la masacre del 23 de julio 1959, cuando fueron asesinados los estudiantes Erick Ramírez, Mauricio Martínez, José Rubí y Sergio Saldaña, víctimas del ataque armado de la Guardia somocista contra la manifestación estudiantil que demandaba autonomía universitaria

Sobrevivientes de la masacre estudiantil del 23 de julio de 1959 en la ciudad de León –Generación del 23 de julio–, emitieron un pronunciamiento este jueves Día del Estudiante en Nicaragua, en el que declaran la rebelión universitaria de 2018 como la continuación de las demandas civiles y estudiantiles que no se han logrado alcanzar desde comenzó esa lucha hace 61 años.

Lea También: La masacre estudiantil que enlutó a León en 1959

Por el contrario, la Generación del 23 de julio manifiesta en el pronunciado que la sociedad nicaragüense enfrenta una nueva dictadura, encabezada esta vez por Daniel Ortega y su esposa y cogobernante, Rosario Murillo.

“La historia de Nicaragua se sigue repitiendo. Ha continuado la entronización en el poder de una sola persona y su familia; las violaciones flagrantes a la Constitución Política, la sujeción de los poderes públicos a la voluntad de esa familia; los fraudes electorales, los pactos para repartirse cuotas de poder y de curules, y los actos de corrupción”,expresa el comunicado.

“La rebelión cívica iniciada en abril de 2018, encabezada por una juventud valiente, decidida y plena de ideales patrióticos, demostró que la llama del 23 de julio de 1959 nunca se apagó, aunque esta vez, la cuota de jóvenes indefensos sacrificados multiplicó por 100 la de aquel entonces, con una carga mayor de heridos, prisioneros políticos y perseguidos; una represión desmesurada que obligó al exilio a miles de nicaragüenses y mantiene ilegalmente en la cárcel a decenas de jóvenes”, añade.

Día del Estudiante

El Día del Estudiante en Nicaragua es la conmemoración de la masacre del 23 de julio, cuando fueron asesinados los estudiantes Erick Ramírez, Mauricio Martínez, José Rubí y Sergio Saldaña, víctimas del ataque armado de la Guardia somocista contra la manifestación estudiantil que demandaba autonomía universitaria. También más de 60 jóvenes y maestros que encabezaban la manifestación resultaron heridos ese día.

En la foto, los cuatros estudiantes asesinados por la Guardia somocista. De izquierda a derecha: el masaya Sergio Saldaña, segundo año de Medicina. Erick Ramírez Medrano, de primer año de Derecho. El chinandegano José Rubí Somarriba el mejor estudiante de su curso y presidente la Asociación de Estudiantes de Medicina. Mauricio Martínez, primer año de Derecho.

“De aquel hecho criminal de 1959 se cumplen en esta fecha 61 largos años, durante los cuales Nicaragua ha vivido momentos de lucha y esperanza por establecer esos valores de libertad y democracia, a costa de muchísimas vidas, sobre todo, vida de jóvenes, pasando por una revolución que intensificó como nunca esas esperanzas, que también significaban enterrar para siempre todo régimen despótico y dinástico cimentado en el fanatismo y en la corrupción”, expresa otra parte del escrito.

El pronunciamiento conmemora que “otros participantes en esa marcha, consecuentes con sus ideales, entregarían sus vidas luchando en las montañas contra la dictadura, entre ellos Jorge Alberto Navarro, Francisco Buitrago y Oscar Danilo Rosales. Y entre aquellos compañeros debemos recordar también a Fernando Gordillo y Manolo Morales”.

Galería| 60 años de la masacre estudiantil en León

La Generación del 23 de julio está conformada por los defensores del derecho y de los derechos humanos Vilma Núñez de Escorcia y Carlos Tünnermann Bernheim, quienes son sobrevivientes de la masacre de 1959; el escritor y exvicepresidente de Nicaragua, Sergio Ramírez Mercado; el reconocido jurista y filósofo Alejandro Serrano Caldera. También Celan Ordoñez Irela Prado Hernández,, Luis Rocha Urtecho, Leticia Saavedra, Joaquín Solís Piura, Arnoldo Toruño Toruño, Ricardo Zambrana Díaz, Humberto Lacayo Dubón, Julio López Miranda. Todos ellos firmaron el pronunciamiento.

“Todos los firmantes fuimos parte de la revolución, ‘esa revolución perdida’, como la llamó Ernesto Cardenal, que triunfó el 19 de julio de 1979, veinte años después de aquella masacre estudiantil, y que dio al traste con la dictadura de la familia Somoza. Y, gran paradoja de la historia, hoy vemos cómo la familia Ortega ha sucedido a la dictadura familiar de Somoza”, manifiesta el escrito.

La Generación del 23 de julio se compromete a respaldar “todas las acciones que sean necesarias para formar un solo frente común y plural de lucha, en el que se respete la identidad de cada una de las fuerzas, movimientos o partidos integrantes, todo para conseguir la democracia y la libertad, y el derecho de los nicaragüenses a elegir a sus gobernantes sin trampas ni engaños; una sola fuerza política diversa y unitaria, que por la vía cívica pueda conquistar un cambio definitivo para Nicaragua, contrario a todo caudillismo y a toda forma autoritaria o familiar de gobierno, sin monopolio de partidos ni ideologías excluyentes”.

Desde abril de 2018, el país vive en crisis por la represión de la dictadura Ortega Murillo contra las protestas civiles, iniciada por los estudiantes universitarios primeramente en contra de una reforma al Seguro Social, pero después se convirtió en una demanda de la salida de Ortega del poder. Más de 328 personas murieron por la represión orteguista, según un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Lea además: Autonomía universitaria ayer y hoy

La demanda de autonomía universitaria, iniciada a finales de los años cincuenta por el doctor Mariano Fiallos Oyanguren, rector de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León), sigue vigente en la actualidad, debido a que las universidades públicas del país son controladas por estudiantes y autoridades partidarias del régimen de Ortega. La falta de cumplimiento de la autonomía universitaria fue otra de las inconformidades que detonó las protestas de 2018.

Los cuerpos de los estudiantes asesinados fueron velados en el paraninfo de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León), donde pudo concurrir el pueblo leonés. “Cuatro muertos y más de sesenta heridos, en su mayoría miembros de la universidad”, detalló el Diario LA PRENSA en una crónica publicada el 25 de julio de 1959. LA PRENSA/Archivo
Funerales públicos de los cuatro estudiantes universitarios asesinados por la Guardia somocista en la ciudad de Leon, el 23 de julio de 1959. LA PRENSA/Archivo
Camiones de la Guardia somocista asediando una huelga estudiantil en la ciudad de León. LA PRENSA/Archivo

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