Hasta en horas de la tarde de este jueves, la Policía, aún evitaba referirse en sus escuetas notas de prensa y en sus comparecencias con medios oficialistas, al crimen del peruano estadounidense Jorge Raúl Ayala, de 78 años, quien fue asesinado en su propia casa ubicada en el municipio de Altagracia, Isla de Ometepe, por tres delincuentes que andaban sus rostros encapuchados.
El crimen que aún permanece a la espera de ser esclarecido, ocurrió la noche del 18 de julio, en el sector conocido como Paso Real del municipio de Altagracia y aunque se han capturado a seis sospechosos, la Policía aún no brinda detalles sobre el avance de las investigaciones.
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LA PRENSA conoció que entre los sospechosos, se encuentran dos jóvenes de una comunidad del municipio de Altagracia, que la tarde del miércoles, fueron trasladados de las celdas policiales de Rivas, a la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) de Managua.
Los dos sospechosos de iniciales O.J.A.M. y R.A.C., de 24 y 28 años de edad respectivamente, eran investigados inicialmente en Rivas, pero posteriormente las autoridades policiales decidieron trasladarlos a la DAJ de Managua.
Un trabajador como sospechoso
Otros cuatro, incluyendo un cuidador de la propiedad de la víctima, también fueron detenidos y remitidos a Medicina Legal como parte del proceso investigativo en el que se determinará, si están involucrados o no en el crimen que conmovió a la Isla de Ometepe.
Como se recordará, ese fatídico 18 de julio, Ayala y su esposa Esmeralda Angulo de 83 años, habían salido en horas de la mañana de su casa con destino a Managua. Cuando regresaron a las 6:30 p.m., encontraron dentro de la vivienda a los tres delincuentes que andaban en busca de dinero y objetos de valor y al ver ingresar a sus víctimas, procedieron a amordazarlos y a la vez los ataron de manos y pies.
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Luego los ubicaron en diferentes habitaciones e iniciaron a preguntarle a Angulo, dónde tenían la caja fuerte y el oro. También le afirmaban que les habían dicho que tenían mucho dinero y que estaban cometiendo el robo porque no encontraban trabajo.
Relato de terror
Al final los delincuentes se llevaron los dos celulares de la pareja, las llaves de la propiedad, tarjetas de crédito, botellas de licor, 400 dólares y hasta arrasaron con trozos de pizza y salchichas.
Pero antes de huir de la propiedad, los tres delincuentes agredieron sin piedad al peruano estadounidense, mientras se encontraba atado y según declaraciones que Angulo brindó a LA PRENSA vía telefónica, su esposo también presentaba heridas de arma blanca.
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Ella fue la primera en enterarse que los delincuentes habían asesinado a su esposo, ya que relató que una vez que los encapuchados huyeron de la vivienda, ella logró llegar hasta la cocina donde logró desatarse con un cuchillo de sierra.
Dijo que luego se dirigió a socorrer a su esposo, pero que al ingresar a la habitación, se percató que ya lo habían asesinado.