Doña Martha Díaz Siles, responsable del estudio fotográfico Díaz, guarda recibos en los que se leen los principios del estudio que dirige desde hace quince años: arte, calidad y distinción. No es solo un negocio, sino la herencia centenaria de su abuelo y tías, y que ella ha logrado mantener hasta hoy combinando la tradición con la modernidad del arte de congelar los momentos.
Este viernes se celebró un acto de agradecimiento y bendición, seguido de una pequeña recepción, que doña Martha soñó más grande, con un estudio de puertas abiertas, que permitiera compartir recuerdos y por supuesto, una exposición pública de fotografías y la oportunidad de tomar otras nuevas que recordarían en algunos años la celebración de estos primeros cien años de trayectoria, pero la pandemia cambió todo. Nuevas circunstancias a las que también tuvieron que ajustarse.
Asegura que estos cien años representan un gozo increíble, algo nunca imaginó cuando retomó el estudio hace quince años. Trabajó con pasión, entrega, entusiasmo, dedicación y responsabilidad junto a un equipo de seis personas para mantener vivo el estudio, y sobre todo preservar los valores que fueron heredados por su abuelo, Adán Díaz Fonseca, quien además incursionó en la diplomacia y fue uno de los primeros cineastas de Nicaragua.
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LAPRENSA/Roberto Fonseca
El legado del abuelo
“La noche que murió, el 30 de julio de 1968, fue homenajeado en la Escuela de Bellas Artes”, señala un reportaje de la Revista Magazine de febrero de 2019. Asimismo, indica que en el primer editorial de LA PRENSA también se menciona a Díaz Fonseca como el encargado de la sección de fotografías por “cuya indiscutible reputación constituye una garantía para el éxito de nuestra sección gráfica”, el dijo Díaz Siles al periodista en ese momento.
La misma pieza periodística señala que ellos conservan reliquias históricas, gran parte de estas en un viejo clóset. Ahí se encuentran “la llegada de los marines de Estados Unidos en 1927, las tomas de posesión de tres presidentes, Adolfo Díaz Recinos, José María Moncada y Juan Bautista Sacasa, el último fusilamiento legal que se hizo en Nicaragua en público, juegos deportivos, la inauguración del Monumento Poético Rubén Darío y el terremoto de Managua de 1931, cuyas imágenes fueron compradas por la firma Paramount Newsreel, según una investigación de la escritora y crítica de cine, Karly Gaitán Morales”.
Díaz Siles, de 64 años, ha crecido junto al estudio. Ahora también cubren eventos grandes, como ceremonias de graduación, además de las fotografías habituales. Su compromiso con este proyecto familiar e histórico es hasta el final de sus días, menciona. Aún no sabe si habrá una cuarta generación que siga con la tradición, pero asegura que tiene familiares en el exterior que se han dedicado a la fotografía y esa podría ser una esperanza para mantener la tradición.