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CONTENIDO EXCLUSIVO.Wálmaro Gutiérrez Mercado lleva 24 años como diputado del orteguismo en la Asamblea Nacional. Es uno de los que más años lleva en ese cargo, seis períodos consecutivos para ser precisos. Durante varios años, a pesar de pertenecer a las filas del orteguismo, Gutiérrez Mercado destacó por su comportamiento respetuoso y cordial con sus colegas opositores.
En esos años, el legislador era abierto a dejar participar en las revisiones de las leyes a representantes de organizaciones sociales y empresarios, aún a aquellos que no eran afines al sandinismo, y a tomar en cuenta sus opiniones en el texto final antes de que fuesen aprobadas.
Esa imagen de profesionalismo de Wálmaro Gutiérrez quedó en el pasado. Sigue destacando en el hemiciclo parlamentario, pero ahora por insultar, ofender y amenazar con sanciones o expulsar de la Comisión Económica, la que él mismo preside, a todo aquel diputado que hable mal o vote en contra de los proyectos de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Siendo diputado opositor por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y luego por varios años como oficialista, Gutiérrez utilizaba un lenguaje técnico para criticar las medidas de los gobiernos de Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños, o para defender las propuestas del régimen. Ahora resalta por ser del grupo de FSLN que más agrede verbalmente a los adversarios políticos.
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De las agresiones verbales de Gutiérrez no se escapan las mujeres del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), quienes son las que más confrontan a los orteguistas en el plenario.
“Ignorantes”, “cínicos”, “sufren de falla cerebral”, “no valen el papel”, “vergüenza legislativa”, “mente vacía” son parte del diccionario de insultos que han salido de la boca de Gutiérrez hacia los liberales por votar en contra de las leyes y préstamos enviados por el dictador Daniel Ortega.
LA PRENSA solicitó una entrevista al diputado Wálmaro Gutiérrez por correo electrónico y por teléfono, pero no hubo respuesta. Cuando se le buscó en su oficina en la Asamblea Nacional, se nos bloqueó la entrada con el argumento de que estaba prohibido el ingreso de periodistas los días en que no hay sesión parlamentaria.
Busca “sentirse admirado”
La metamorfosis de Gutiérrez solo se la explica la diputada del PLC y exministra de Comercio, Azucena Castillo, como una actitud desesperada “de querer quedar bien con sus jefes en El Carmen”, en referencia a los dictadores Ortega y Rosario Murillo, así como de “sentirse admirado” en el Frente Sandinista.
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“Le da por insultar lo que con razones y educación no puede defender, quedando como poco competente por arroparse en la complicidad de las reglas del juego del presidente de la Asamblea (Gustavo Porras)”, señaló Castillo.
La diputada Castillo ha resentido los descalificativos personales públicos de Gutiérrez, como las amenazas con sacarla de la Comisión Económica por las fallas que señala la legisladora liberal en las políticas económicas de la dictadura.
En septiembre del 2019, los 11 orteguistas en esa Comisión (de 14 miembros) solicitaron por escrito a la Junta Directiva sacar a Castillo, acusándola de mantener un “boicot” a la labor de ese órgano. Esa actitud fue considerada misógina por el PLC.
Gutiérrez en esa ocasión aseguró que respetaba a las diputadas y en particular a Castillo porque “es un adulto mayor (…), yo respeto las canas de la diputada Azucena Castillo”, dijo entonces ante la controversia.
Caja de resonancia del discurso de odio de Rosario Murillo
El comportamiento insultante y agresivo que ha continuado teniendo Gutiérrez hacia la diputada Castillo se ha extendido hacia Adilia Salinas, Rosa Argentina Navarro, Melba Maltínez, Walter Espinoza, Maximino Rodríguez y los demás del PLC, cuando en el plenario de la Asamblea han expuesto la represión y las medidas confiscatorias de la dictadura. Gutiérrez emula así el discurso de odio de Ortega y Murillo contra los opositores.
Expulsar a los diputados incómodos de la Comisión Económica es práctica del FSLN. Así sucedió en enero del 2016, cuando la Junta Directiva, controlada por los orteguistas, retiró a los entonces legisladores Carlos Langrand y Enrique Sáenz, de la bancada del Partido Liberal Independiente (PLI). En julio del 2016 el régimen a través del Consejo Supremo Electoral (CSE) y la Corte Suprema de Justicia (CSJ) despojó a 28 diputados del PLI, suplentes y propietarios.
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“Wálmaro había ido formando una competencia para responder con genuina razón a los temas y problemas que se daban, y cuando él era oposición, peleaba por su razón. Cuando inició este gobierno, sobre todo en esta legislatura (desde enero del 2017) era comprensivo y escuchaba, porque varias veces se cambiaron artículos en las leyes en la Comisión por los argumentos que yo les di”, mencionó Castillo sobre la experiencia de trabajar con Gutiérrez.
Cambió tras las protestas de abril del 2018
Wálmaro Gutiérrez lleva la mitad de su vida como diputado del orteguismo. El pasado 5 de mayo cumplió 52 años de edad, de los cuales 24 años ha sido legislador, primero como departamental a partir de enero de 1997 y desde el 2002 a nivel nacional, según la ficha técnica disponible en la web del Legislativo.
El cambio drástico en el comportamiento de Gutiérrez, quien pasó de exhibirse con un alto profesionalismo a sumarse a otros del FSLN en el uso de un lenguaje insultante, empeoró después de abril del 2018. No dudó Gutiérrez en asumir el discurso represivo de la militancia orteguista para defender los crímenes de la Policía Orteguista (PO), la Juventud Sandinista y parapolicías contra las manifestaciones ciudadanas.
“La Policía Nacional ha sido una de las instituciones más calumniada y más vilipendiada a partir del 18 de abril del año pasado y hasta la fecha, salieron 24 policías muertos, y más de 700 policías lesionados de los cuales la mayoría fueron mujeres, y nadie dice esa boca es mía sobre ese tema. (…) No me vengan a decir que la violencia proviene del gobierno constitucional”, fue una furibunda defensa de Gutiérrez en octubre del 2019. Su reacción fue porque en el plenario de la Asamblea los liberales denunciaban la impunidad de la muerte de más de 300 ciudadanos en las protestas.
“Es una lástima ver cómo un diputado que había creado una imagen de competencia profesional por más de 20 años, deja caer desde abril del 2018 toda una actuación seria y debate constructivo para caer en el descrédito interno y externo, solo por un fanatismo que no debería acabar con la razón y la objetividad de un parlamentario”, consideró Castillo.
Alto perfil académico… pero
Gutiérrez por ser presidente de la Comisión Económica es parte del Gabinete Económico de la dictadura, así como “integrante del equipo negociador de Nicaragua ante los organismos financieros internacionales”, como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Wálmaro Gutiérrez es abogado de profesión, egresado de la Universidad Centroamericana (UCA). Resalta entre la bancada del FSLN por su preparación académica, al tener varias especialidades sobre el manejo económico público y empresarial, según la ficha técnica en la web de la Asamblea.
Tiene posgrados en Derecho Laboral, Derecho Internacional Público y en Derecho Internacional privado, y una Maestría en Derecho de Empresas, graduándose con la distinción Summa Cum Laude, es decir la más alta calificación, según su currículum público. Además se ha desempeñado como catedrático universitario.
La diputada Castillo reprocha a Gutiérrez de que “no se percata que pierde el respeto ante un público y medios que le descalifican profesionalmente y como representante del pueblo”, porque su diatriba insultante “pasa como el bravucón de la escuela que pega de último al muchacho, siempre que otros dos lo tengan agarrado”.
Cómo ha retribuido la dictadura la fidelidad de Wálmaro Gutiérrez
El compromiso político de Gutiérrez con la dictadura es evidente porque lleva más de diez años como presidente de la Comisión Económica, un puesto clave porque es donde se le da visto bueno a todas las leyes y préstamos enviados por Ortega.
Una fidelidad con el régimen que beneficia a la familia del diputado Gutiérrez ya que sus hijas gemelas María Fernanda y María Michelle Gutiérrez Gaitán, fueron nombradas consejeras consulares en las representaciones diplomáticas de Nicaragua en Ginebra, Suiza y en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York.
“Es un charlatán”, dice Melba Martínez
Siempre es el último orador en el hemiciclo cuando se discute una ley, lo que no es casualidad ya que responde a una estrategia del FSLN de hacer que Gutiérrez se luzca con argumentos técnicos, además por su manejo corporal ante las cámaras de los reporteros que cubren el trabajo parlamentario. Esa destreza la conserva de su faceta de cantante. Aunque al diputado se le hace ahora difícil demostrar bondades de las leyes represivas de la dictadura.
Melba Martínez tiene dos meses de ser diputada propietaria del PLC por el departamento de León, curul que asumió al fallecer Carlos Jirón. Gutiérrez se fue en contra de la legisladora Martínez cuando la parlamentaria el pasado 21 de julio expuso sobre los riesgos que supone que se construya el nuevo Hospital Aldo Chavarría en el terreno donde estaba el anterior Hospital Fernando Vélez Paiz, por ser una zona altamente sísmica. Gutiérrez minimizó el riesgo del terrero.”Me da la impresión que la falla no es sísmica, sino cerebral”, insultó el orteguista.
“La actitud de él siempre es la de un vulgar, de un charlatán. No pareciera que tiene algún estudio, no demuestra la más mínima consideración hacia las mujeres, ni sentido de educación”, dijo la diputada Martínez sobre el comportamiento del orteguista.
En uno de los debates en septiembre del 2019 cuando se aprobó la reforma a la Ley de Unidad de Análisis Financiero (UAF), Gutiérrez se fue contra el PLC diciéndoles que el voto razonado expuesto “no vale el papel en que fue presentado”. “Antes de venir aquí y abrir la boca hay que prepararse, no hablar con la mente vacía”, les dijo el orteguista en esa oportunidad.
“Él es el personaje que tiene el partido preparado siempre para ser el último (en los debates parlamentarios) para insultarnos y decirnos vulgaridades, para no permitirnos la réplica. A nosotros el presidente de la Asamblea (Gustavo Porras) nos limita el tiempo de intervención, pero a él lo dejan hablar lo que quiera. Ayer (el 21 de julio) habló media hora”, refirió la diputada Martínez, del PLC.
De gustarle el debate a censurar
El cambio de actitud de Gutiérrez ha sido también con los periodistas de los medios independientes, a quienes no dudaba en responder las preguntas mostrándose siempre cómodo ante los micrófonos, las cámaras de televisión y los fotorreporteros, algo natural por su faceta de artista de cuando era joven.
El diputado Gutiérrez aprendió de su partido el FSLN a censurar a los periodistas de medios independientes, ya que ahora se niega a dar entrevistas donde no estén los reporteros de los medios propagandísticos del régimen.