La administración del Cementerio General de Managua aumentó las medidas para detener la profanación de tumbas, al regular el ingreso de todas las personas al camposanto, sean trabajadores del sitio o familiares de los difuntos; además de auxiliarse de patrullaje policial al menos dos veces por día.
No obstante, antes cambió a todos los vigilantes privados y le exigió a los sepultureros y cuidadores de tumbas actualizar y presentar el récord de Policía en la custodia.
Concejales opositores de la capital aseguraron que estas acciones no son suficientes para detener la ola de profanaciones, cuyo motivo es obtener objetos de valor. También denunciaron que la situación de inseguridad es resultado del abandono de la Alcaldía de Managua.
“Que la alcaldesa Reyna Rueda no solo mande a limpiar y pintar el cementerio cuando se acerque el Día de los Santos Difuntos, que sea permanente. Por otro lado la Alcaldía debe diseñar un plan estratégico para que los cementerios se vean diferentes y no permitir más robos. Se deben reforzar estos puntos débiles”, demandó Agustín Cedeño, concejal del Partido Liberal Constitucionalista (PLC).
El estricto control para entrar se mantiene desde hace dos semanas y según sepultureros y cuidadores de tumbas, quienes solicitaron anonimato, no es garantía de que la profanación llegue a su fin porque esta se ejecuta por las noches y madrugadas y no a plena luz del día, que es el tiempo en que se ha potenciado la seguridad.
“Hasta detrás de nosotros andan, nos vigilan todo el tiempo como si tenemos algo que ver. La administración bien sabe que esto ha pasado cuando ya no estamos nosotros, así que ahí tienen que estar más atentos los vigilantes con sus rondas”, explicó un cuidador de tumbas.
Figueroa denuncia uso de esquelas
El concejal Sellin Figueroa, del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), aseguró a LA PRENSA que tiene conocimiento de que la administración del Cementerio General incluso ha llegado al extremo de controlar el ingreso a través de esquelas. Explicó que hay casos en los que entrega permisos por escrito “y considero que es una completa ilegalidad, puesto que eso no está sustentado en ningún documento. Por ningún lado está que se debe regular la entrada del ciudadano, de aquel que paga el servicio para el mantenimiento en su terreno. No es suficiente ni se justifica esto que están haciendo”, indicó.
A juicio de Figueroa, lo que se debe hacer es mejorar el alumbrado en las más de 39 manzanas de extensión que tiene el camposanto, reforzar los muros perimetrales “porque la delincuencia no entra por el portón principal”, y multiplicar la seguridad privada.
Persiste descuido con la limpieza
LA PRENSA realizó una visita al Cementerio General y además del férreo control en el ingreso, constató el abandono en el mantenimiento. La maleza crece entre las tumbas y hay basura, ataúdes podridos y hasta restos de cadáveres en los senderos.
La última mejora que este sitio recibió, el cual fue inaugurado en 1920, fue pintura en la fachada principal. Se dio en meses anteriores, cuando no había trascendido la profanación.