Para Centroamérica con una población de 39 millones de habitantes y 194 billones de dólares de PIB, la crisis originada por la emergencia sanitaria del Covid-19 significa enormes retos económicos y sociales, y a su vez, una oportunidad para concretar el ansiado proceso de integración que se viene gestando desde la mitad del siglo pasado a través de una Gran Alianza Empresarial Centroamericana.
La economía mundial se ha desplomado, incluida la latinoamericana. Sin embargo el comercio centroamericano ha mostrado que funciona y abastece de mercancías y servicios, por lo que instituciones regionales como SIECA, SICA y otras, junto con el sector público y privado deben impulsar soluciones con procesos comerciales ágiles, fluidos y coordinados evitando la excesiva dependencia del comercio extrarregional.
La empresa privada es el factor que dinamiza la generación de empleo, divisas, riqueza y atrae inversiones extranjeras y nuevas tecnologías. Es clave en el adelanto de la industria, agroindustria y servicios. Su aporte fiscal es significativo, y contribuye a la formación de personal y generación de conocimientos. Para que juegue con propiedad este papel se requiere un urgente replanteamiento del comercio y la integración centroamericana en todos los niveles, para que, siguiendo las recomendaciones y protocolos sanitarios establecidos, impulse la reapertura programada de las economías.
Grandes empresas de países desarrollados que están recibiendo sólido apoyo económico y subsidio ya han identificado oportunidades de inversiones en proyectos de infraestructura en puertos, carreteras, transporte en Centroamérica, y serán aliados claves en la reactivación de estas áreas.
Facilitar los procesos de integración, agilizando los servicios aduaneros, de tránsito de mercancías y construcción de infraestructura, eliminando sobrecostos y demoras, formulando el marco jurídico de movilidad y logística regional que posibilite un corredor comercial sólido y funcional, dejando atrás prácticas proteccionistas y artilugios que dificultan la entrada de mercancías.
La empresa privada unida y más fuerte
Las actividades socioeconómicas del sector privado dan un aporte significativo al PIB y al ingreso fiscal, las pymes y emprendimientos son de gran valor estratégico en la generación de empleos productivos, creación de polos de desarrollo local y adaptabilidad como proveedores de bienes y servicios de calidad dentro de las cadenas de valor, aprovechando el DR-CAFTA y el nuevo Tratado-MEC, el mayor bloque de integración económica y comercial del hemisferio occidental.
Ilustran la importancia del sector privado en la economía algunos datos interesantes. De acuerdo con el Informe de la “Inversión Extranjera Directa en América Latina y El Caribe del 2019” realizado por la Cepal la inversión en Centroamérica fue de más de 12 mil millones de dólares en las áreas de tecnología, información, comunicaciones, servicios financieros entre otros. Surgen con dinamismo la Telemedicina y Tele-educación de vital importancia, para llegar a comunidades rurales alejadas carentes de estos servicios.
Organismos multilaterales otro sólido aliado
Los organismos multilaterales son fundamentales en el diseño de programas de reactivación empresarial que permitan la continuidad de los negocios, la creación de empleo y la facilitación de recursos que ayuden a las empresas a hacer frente a esta crisis sanitaria y a retomar su senda productiva, ahora y en el periodo pospandemia.
El Banco de Centroamericano de Integración Económica (BCIE) surgió como brazo financiero de la integración y el desarrollo de Centroamérica. 60 años después sigue siendo el aliado estratégico de los países socios en la provisión de soluciones financieras que coadyuvan a la generación de empleo, a elevar el bienestar y la calidad de vida de sus ciudadanos.
Quiero destacar dos iniciativas por su relevancia e impacto en el sector privado. La primera, que surge en 2019, ante la migración masiva hacia Estados Unidos de trabajadores y productores de café del Triángulo Norte debido a la caída sistemática de los precios del grano, dio apoyo e impulsó la Iniciativa de Transformación Regional de la Caficultura, ITRECAFE, con la creación de un fideicomiso que brinda financiamiento a los productores de café arábigo en condiciones (tasa y plazo) para transformar o migrar la producción de café convencional a cafés especiales y café certificado, para invertir en renovación, rehabilitación y cumplir con sus obligaciones financieras.
El sector cafetalero además de generar miles de empleos, divisas para la región y recursos para la comunidad y productores, contribuye a la producción de alimentos y a la preservación de fuentes hídricas. En Centroamérica 25 millones de familias viven del café y más de 9 millones de personas dependen de los bosques de cafetales para el sostenimiento de sus fuentes de agua potable, además de exportar más de 1800 millones de dólares anualmente.
Asimismo, el BCIE presentó en mayo de este año el programa “Facilidad de Apoyo al Sector Financiero para Financiamiento de pymes afectadas por el Covid 19” que financia y da apoyo técnico a las pequeñas y medianas empresas con un fondo de 350 millones de dólares en condiciones absolutamente favorables. Uno de los objetivos de este programa es dar estabilidad a las familias al proteger, recuperar y crear empleos.
Centroamérica un bloque comercial de gran atractivo
El comercio intrarregional es hoy día de vital importancia para los países ya que se trata de pequeñas economías altamente dependientes de sus exportaciones. El 80 por ciento de los productos que comercializan entre sí son manufacturados – de mayor valor agregado que las exportaciones tradicionales- y constituyen la parte más dinámica de las exportaciones industriales de los países.
Para el año 2018, las exportaciones totales de la región centroamericana superaron los 31,173.2 millones de dólares, con un incremento interanual del 1.7 por ciento comparado con el 2017. Las importaciones totales de 2018 sumaron 74,039 millones de dólares, lo que se traduce en una variación del 5.3 tasa inferior a la mostrada en 2017, que fue de 6.7 por ciento.
Para el 2018, Estados Unidos (41%) y la República Popular de China (13.4%) se mantuvieron como los principales socios para las importaciones de la región centroamericana, seguidos por Unión Europea (9.5%) y México (9.3%). La participación de las exportaciones intrarregionales dentro del total exportado para el 2018 fue de 29.8%, sumando un valor total de 9,745.3 millones de dólares.
La coordinación de esfuerzos y la identificación de áreas de colaboración y facilitación del comercio (simplificar y armonizar procedimientos asociados) serán decisivos para la reactivación socia económica mediante la innovación, el desarrollo de proveedores, la articulación productiva, la integración de cadenas de valor y el trabajo mancomunado de de programas y proyectos de responsabilidad social, sostenibles, replicables y de alta incidencia en la región.
Centroamérica podría recuperarse en menor tiempo si los factores ya descritos son adoptados con prioridad y urgencia por parte de todos los actores principales. El sector privado liderando y comprometido en la recuperación pospandemia; los gobiernos facilitando e incentivando con medidas excepcionales, como lo han hecho otras economías; los organismos multilaterales, acompañando y auspiciando programas de tecnología y financiamiento necesarios.
*Director de Agropecuaria Lafise