Mientras el régimen de Daniel Ortega sigue sin informar cuáles acciones está adoptando para enfrentar un eventual brote de langostas voladoras, los productores nicaragüenses están batallando para identificar los focos y la aparición de insectos muy similares a esta plaga ha levantado sospechas en el occidente de Nicaragua.
A un mes de la alerta que emitió el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa), el vicepresidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), Álvaro Vargas informó que se han dado brotes de langostas en el occidente del país, en el cultivo de caña, pero que han sido controladas satisfactoriamente.
“En occidente ha habido brotes pequeños, pero han sido controlados por los mismos productores, que ahora están mejor informados y preparados que en años anteriores”, dijo Vargas a LA PRENSA.
Sin embargo Mario Amador, Gerente General del Comité Nacional de Productores de Azúcar (CNPA) sostuvo que se trató de otra especie de langostas.
“La langosta que se forma en mangas todavía no se ha encontrado en Nicaragua, unas personas estuvieron viendo unos daños de langostas en una zona de Occidente, pero cuando se agarraron los especímenes y se analizaron se dieron cuenta que no es la especie que hace daño, que es la centroamericana”, dijo Amador.
Región se mantiene alerta
Y mientras en Nicaragua se desconoce qué acciones está impulsando el gobierno de Daniel Ortega, este martes se realizó el Foro Centroamérica Vulnerable y la Academia de Ciencias de Nicaragua donde se dio a conocer que la langosta puede convertirse en una amenaza fuerte para la región si no hay una atención adecuada a la plaga.
Jean-Michel Maes, fundador del Museo Entomológico de León, expresó que los antecedentes en Nicaragua revelan que la langosta se cría en los matorrales secos de Nicaragua y luego se mueve adentro del país, por lo que recomendó estar muy atentos a la migración que pueda ocurrir a lo interno del país.
Al respecto Maes considera que “lo ideal es invertir en el control de esta plaga antes que se empiecen a mover”, tal y como lo está haciendo El Salvador, donde inclusive, el Gobierno de Nayib Bukele ordenó a su cuerpo militar adecuar los aviones de las fuerzas armadas para impulsar fumigaciones masivas en caso que sea necesario.
No obstante en Nicaragua la situación es distinta, ya que hasta el momento la autoridad competente del Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (Ipsa) ni siquiera ha orientado a los productores qué deben hacer si detectan un brote de este tipo, que daña fuertemente los granos básicos.
Maes indica que en otros países algunas personas han pensado en la posibilidad de comerse este insecto, “pero los nativos señalan que esta langosta no es comestible, pero si se podría pensar en desarrollar un sistema para procesarla en harina y combinarla con alimento para pollos”.
Actualmente El Salvador, Guatemala y Panamá ya tienen establecidos un plan para atender esta plaga, que hace estragos principalmente en cultivos como maíz, frijol, sorgo, soya, maní, caña de azúcar, ají, tomate, cítricos, plátano, coco, mango y también pastizales.
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Qué opciones hay para combatir la plaga
Maes dijo que hay varios opciones para controlar la langosta entre ellos crear una plataforma donde los productores puedan reportar con fotos si se da algún brote y con eso se podría evaluar con qué frecuencia se presenta esa plaga en determinado lugar.
“Lo primero es la planificación, luego tenemos que ver que esta especie tiene varios depredadores naturales, tiene aves y otros insectos, le sigue el control físico y la última alternativa es el control químico”, enumeró.
Maes explicó que se ha comprobado que a la gallina no le gusta comer este insecto, pero que al pato sí, lo que ha sido una opción en algunos países.
Oirsa cuando levantó la alerta, indicó que los países donde se podría «reactivar» el problema de la langosta son: Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, en virtud que desde mayo han sufrido inundaciones, así como en Costa Rica y Panamá, que en el pasado han tenido la plaga. Según datos técnicos de Oirsa las mangas de langosta centroamericana tienen la capacidad de migrar más de 150 kilómetros diarios, es decir de Ticuantepe a Chinandega o de Managua a Estelí.
Los científicos pronostican que por las condiciones ambientales y ciclos biológicos de esta especie, hay un alto riesgo de ocurrencia de brotes de langostas entre los años 2020 y 2022, lo que podría afectar enormemente la agricultura regional.
Julio Munguía, gerente técnico de Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), dijo en días recientes que si el insecto se detecta ahorita, podría estar en la fase biológica de saltón. “En esta etapa de vida se puede controlar, porque a finales de julio y agosto comienza su fase de volador y ahí el control es un poco más difícil, pero siendo saltón se puede” contener.
