British American Tobacco Centroamérica (Batca) emitió este jueves un comunicado donde informó que debido al impacto de la reforma Ley de Concertación Tributaria, aplicada en febrero del 2019, están evaluando el actual modelo de negocio en Nicaragua, por lo que están analizando todos los escenarios posibles para devolverle la sustentabilidad a sus operaciones en el país.
El problema, según Batca, que evitó en su comunicado hablar específicamente de la venta de sus activos, que tras la reforma fiscal la situación de la industria es crítica, lo que se ha visto empeorado por el descontrolado contrabando de cigarrillos.
“Como se ha mencionado en diversas ocasiones, la industria tabacalera legalmente establecida en Nicaragua se encuentra en situación crítica y extremadamente difícil, derivado de los efectos negativos que las reformas a la Ley de Concertación Tributaria han tenido sobre la industria de cigarrillos y el aumento descontrolado en el comercio ilícito de cigarrillos”, dijo en un escueto comunicado.
Y añade: “Es por esto que nos vemos obligados a evaluar nuestro actual modelo de negocio y actualmente nos encontramos estudiando todos los escenarios posibles que pudieran devolverle la sustentabilidad a la operación”.
British American Tobacco Centroamérica (Batca) es la mayor distribuidora de cigarrillos en Nicaragua y desde el año pasado se había quejado de los estragos que estaba haciendo no solo el aumento excesivo en la carga impositiva de este producto sino también el contrabando.
En junio del 2016, a través de un comunicado, la empresa dijo que tras la reforma fiscal, Nicaragua se había convertido en un paraíso para el contrabando de cigarrillos, luego que la carga impositiva que se aplica a los productos que entran legalmente por fronteras se elevara en más del 200 por ciento.
“Las reformas a la Ley de Concertación Tributaria aprobadas en febrero del año pasado en curso tuvieron un impacto dramático en la industria legal del cigarrillo en Nicaragua. Los incrementos en el impuesto del cigarrillo en Nicaragua. Los incrementos en el impuesto del cigarrillo de 210 por ciento obligaron al sector formal a efectuar incrementos de precios que van más allá de la capacidad adquisitiva del consumidor nicaragüense”, dijo en el comunicado en esa ocasión.
El sector había buscado al Gobierno para evaluar la situación y el alcance del ajuste tributario, pero hasta entonces no habían obtenido una respuesta, una situación que también ocurrió con la industria de bebidas que fue afectada por incremento en la carga impositiva y que debieron aumentar de precio al consumidor a finales del año pasado.
El cigarrillo de contrabando “es un producto más barato porque no paga impuesto y eso nos ha generado pérdidas, porque el consumidor está buscando el cigarrillo ilícito, no es que estén dejando de consumir el producto”, dijo Gustavo Mercado, gerente de Asuntos Externos de Batca el año pasado a LA PRENSA.
El peso de la brutal reforma fiscal
Antes de la reforma los cigarrillos estaban sujetos al Impuesto Específico al Consumo de Cigarrillo (IEC) y por cada mil unidades, las empresas pagaban al Fisco 644.38 córdobas. Cada año este impuesto era actualizado según el deslizamiento y el comportamiento de la inflación.
Con la reforma, el Impuesto Específico al Consumo de Cigarrillos y otros productos del Tabaco (IECT) se elevó a dos mil córdobas por cada mil unidades, es decir un aumento de 210 por ciento en 2019.
Pero el objetivo del Ejecutivo es que esta contribución se incremente hasta 3,450 córdobas en 2021 por cada millar, lo que habrá significado un aumento acumulado de 435.39 por ciento, ajuste que se mantendrá hasta así hasta el 2023.