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CONTENIDO EXCLUSIVO.Desde niño, Juan Carlos Ramírez se ha visto obligado a hacer de su vida una batalla permanente por superarse. Junto a su mamá luchó por sobrevivir, mientras se reponía incluso a diagnósticos poco alentadores sobre su futuro como lanzador.
Ahora no es distinto. Está siempre en la lucha por darle continuidad a una carrera que en el 2017 alcanzó su pico más alto, cuando se convirtió en un abridor de los Angelinos y desplegó un talento tremendo que pareció colocarlo en ruta hacia un gran futuro.
Hasta antes del 2017, JC había sido un lanzador nómada, un relevista con más tropiezos que éxitos, a pesar de disponer de una estructura física impresionante y una bola rápida por encima de las 95 millas por hora, pero carecía de comando en sus envíos.
Sin embargo, en aquel momento, justo cuando había atrapado 11 victorias y caminado 147.1 innings con una solvencia magnífica, su codo flaqueó y ha vivido una dura y extensa etapa que lo pasó por el quirófano y no ha podido regresar a su mejor nivel.
Este año, fue contratado por los Angelinos de nuevo, a pesar de que en la temporada pasada su velocidad estuvo debajo de su estándares (91). No obstante, un trabajo aquí y luego en Culiacán le habían permitido regresar a 96 millas, de acuerdo a reportes.
“Estoy ansioso por verlo y asegurarme cómo está sobre todo en su salud”, aseguró el mánager Joe Maddon a Los Ángeles Times en febrero. Y sin embargo, no quedó en el roster de 60 jugadores para escoger 30 que son los que juegan ahora y no hay Ligas Menores.
Ramírez está en el aire y como es su costumbre, está trabajando en su físico y en la mecánica a fin de volver a la velocidad habitual (95-97) y así estar preparado para una nueva oportunidad. El problema es que por ahora no es alentador el panorama.
Un equipo de la Liga Profesional de China, Taiwán, ha mostrado interés en sus servicios y no se descarta que viaje allá con el objetivo de continuar el proceso de recuperación, pero sin dejar de ver hacia las Grandes Ligas, que siguen siendo su meta.
Ramírez llegará a 32 años en agosto próximo y con una experiencia en parte de seis campañas en Mayores tiene balance de 15-19 y 4.71 en 288.1 innings, pero uno tiene la sensación de que podría regresar a ese nivel, aunque no necesariamente ahora.
JC, quien ha sido un luchador constante, está ante una nueva batalla que ha puesto a prueba no solo su voluntad, sino también su carácter para abrir un nuevo espacio a fin de demostrar que su poder está de regreso y que el comando no se ha marchado.
¿Viajará a China? No es una mala opción, mientras se alista para un nuevo intento en las Mayores.
Edgard Rodríguez está en Twitter: @EdgardR