El sector privado condenó este viernes el ataque a la capilla de la Catedral de Managua, donde yace la venerada imagen de la Sangre de Cristo, la que quedó totalmente calcinada luego que, según testigos, un hombre la atacó con una bomba, ocasionando un incendio que fue controlado por los bomberos.
El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) calificó, mediante un tuit, de “cobarde” el atentado y aseguró que “es un claro acto de persecución contra la Iglesia católica. No solo atenta contra la fe de los ciudadanos, sino que también es un atropello a la libertad religiosa”.
Luego en un comunicado, la mayor cúpula empresarial del país condenó enérgicamente la fechoría, la que tildó de un atentado contra la Iglesia católica “que ocasionó la quema de la capilla de la Sangre de Cristo, destruyendo una de las imágenes religiosas más veneradas por el pueblo de Nicaragua”.
Para el Cosep “este ataque sacrílego se suma a los actos de vandalismo que en los últimos días se han realizado contra los templos católicos en otras ciudades del país y que representan una clara persecución contra la Iglesia católica, sus líderes y la feligresía, atentando contra la libertad religiosa que establece nuestra Constitución y generando una cultura de odio e intolerancia entre los nicaragüenses”.
El sector privado, que solidarizó con el prelado, llamó al pueblo nicaragüense a mantenerse en oración y reafirmó que “la intolerancia no triunfará”.
Amcham exige llevar a culpables ante la justicia
Por su parte, la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham) demandó un esclarecimiento de estos hechos y que se lleve ante la justicia a los responsables. “¡Qué cesen los ataques a los templos católicos!”, exigió Amcham, que agremia a las empresas de capital estadounidense o con vínculos comerciales con ese país.
Amcham también expresó su total apoyo a la Conferencia Episcopal de Nicaragua, que mantiene una tensa relación con el régimen de Daniel Ortega desde abril del 2018, cuando estalló la crisis sociopolítica luego de la matanza de más de 328 nicaragüenses por parte de fuerzas del Estado y el reclamo de la Iglesia católica a un retorno a la democracia en el país.
También la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin) emitió un comunicado donde expresó su profunda preocupación “la serie de ataques a templos religiosos que se han proliferado en estos últimos días, actos cobardes protagonizados por personajes que solo pueden llevar el odio en su corazón”.
Al igual que Amcham, Cadin también exige al régimen de Ortega que “esclarezca este cobarde acto terrorista”, además de que se brinde la debida vigilancia y seguridad a los templos a nivel nacional. “Repudiamos todo acto de profanación, sacrílego e irrespeto hacia la Iglesia católica y sus representantes, actos que son ofensivos y lamentables”.
El régimen de Daniel Ortega ha intentado desvincularse este viernes del incendio en la Catedral de Managua, aduciendo que los feligreses dejan velas encendidas y que esto habría ocasionado el siniestro, sin embargo, a través de un comunicado la Arquidiócesis de Managua fue clara en decir que un hombre arrojó una bomba en la capilla a eso de las 11 de la mañana.
En imágenes | Así quedó la capilla de la Catedral de Managua tras el incendio
Lo ocurrido este viernes se suma a una serie de ataques que la dictadura ha promovido contra la Iglesia católica, que abarca desde ataque con ácido a religioso, profanación de templos, robos y destrucción de imágenes, secuestros por parte de orteguistas de eventos religiosos propios de la Iglesia, persecución de obispos, que ocasionó el exilio forzado de monseñor Silvio José Báez hacia el Vaticano.
También el régimen intentó asfixiar a las parroquias y templos al quitarles todo el respaldo financiero que muchas de estas tenían antes del 2018 en el Presupuesto General de la República y en especial a la Catedral de Managua, a la que le retiró el total aporte presupuestario en los últimos dos años. Y para ahogar su labor cristiano y social entre el pueblo nicaragüense, también ha puesto trabas al ingreso de donaciones en Aduana.
Los últimos ataques han ocurrido en días recientes, cuando varios templos han sido objeto de robos, pero hasta ahora la Policía Orteguista no ha presentado a ningún responsable, pero además el régimen liberó a una rusa que el año pasado atacó a un sacerdote, lanzándole ácido en la cara, cuya mujer luego apareció este año detenida en Italia.
Por su parte, la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), exigió a las autoridades nicaragüenses “develar y proteger los derechos inherentes de las personas sin distinción, encontrando a los responsables” del ataque a la catedral.
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APEN también exigió respeto al derecho a la libertad religiosa y de culto, así como el derecho a la propiedad privada.
La Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua (Canatur) también condenó dicho ataque a través de un tuit, al mismo tiempo que se solidarizó con la Iglesia Católica y la feligresía.
“Nos sumamos a la ola de repudio nacional contra ataque terrorista contra catedral”, expresó Canatur.