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¿Por qué el nuevo esquema de préstamo del BID confirma que los cooperantes ya no confían en la gestión de Ortega?

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó este fin de semana un préstamo de 43 millones de dólares a Nicaragua, pero el dinero no será ejecutado por el régimen orteguista. Analista explican la razón de esta decisión.

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El régimen de Daniel Ortega está contra la espada y la pared, ya que cada vez se le hace más difícil conseguir financiamiento. Si bien este fin de semana el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo por 43 millones de dólares para el país, este se otorgó bajo un estricto control, lo que confirma que el Gobierno carece de credibilidad ante los cooperantes y que de ahora en adelante no habrá dinero sin la debida verificación, advirtieron diversos analistas.

Hace más de dos años, el régimen de Ortega comenzó a perder la confianza, ya que con la crisis del 2018 utilizó los recursos donados para financiar la represión y ahora en este nuevo contexto se está logrando obtener nuevo financiamiento a través de mecanismos más estrictos de supervisión para llevarle ayuda al pueblo nicaragüense.

The Economist Intelligence Unit (EIU), en su reporte del 31 de julio indicó que Nicaragua tendrá serios problemas para conseguir nuevo financiamiento y que incluso corre el riesgo de que se detengan los desembolsos de los préstamos ya existentes, lo que podría generar más presión económica al Gobierno.

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El economista Róger Arteaga, exgerente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), coincide con EIU, al señalar que la imagen del país se deteriora cada día más, lo que hace más difícil la tarea de conseguir recursos.

“En primer lugar 43 millones de dólares no es comparado con los mil millones de dólares que le dio el BID la semana pasada a Honduras, con el fondo América Crece, recuerde también que el BID le aprobó a Panamá 700 millones de dólares y a El Salvador 500 millones de dólares, esas grandes diferencias se deben a la desconfianza que tiene el BID con el Gobierno de Nicaragua, de como maneja los fondos, máxime que ahora aparece rankeada dentro de los 16 países donde se lava dinero en el mundo, vinculado al narcotráfico y el terrorismo”, explicó Arteaga.

El BID anunció que los 43 millones de dólares destinados para atender la pandemia en Nicaragua serían ejecutados por dos agencias internacionales: la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y, adicionalmente se contratará una agencia independiente, que verificará la realización adecuada del proyecto.

Según los comunicados de prensa del BID, cuando se otorga un financiamiento a un país de la región centroamericana, se destacan los programas desarrollados para atender la crisis sanitaria, pero en el caso de Nicaragua se limitaron a explicar los ejes del proyecto y como este sería ejecutado.

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La desconfianza es grande

“El factor de desconfianza se manifiesta en el hecho que los fondos no van a ser manejados únicamente por el Gobierno de Nicaragua sino que van a ser ejecutados por las agencias internacionales con el propósito de controlar el uso y destino de estos fondos, porque Nicaragua tiene el gran problema de opacidad o falta de información; de qué están haciendo con los fondos que reciben. Por ejemplo en Panamá, El Salvador, Costa Rica, Guatemala no le han impuesto estas condiciones, sino que han confiado en la credibilidad, honradez y buen manejo de esos gobiernos”, expresó Arteaga.

De igual forma el sociólogo y economista Óscar René Vargas, considera que ha quedado al descubierto que en el gobierno de Ortega no hay confianza, “por la falta de transparencia para abordar el tema del coronavirus, pero también por el manejo de las donaciones que ha recibido, específicamente con las pruebas, ya que más bien están vendiendo las pruebas que recibieron regaladas”.

Al respecto José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), dijo que BID se ha asegurado que estos recursos sean bien utilizados.

“Muy importante es el hecho de que estos recursos se van a manejar con transparencia ya que los ejecutores serán dos organismos internacionales como son la UNOPS y la OPS, quienes no solo asegurarán la transparencia, sino que el expertise necesario para que estos recursos sean utilizados adecuadamente en beneficio de todos los nicaragüenses”, sostuvo Aguerri.

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El presidente de Cosep destacó que este fondo será de mucha ayuda al país, porque es un programa dirigido a contener la pandemia, algo que hasta el momento no ha hecho el Gobierno.

“Casi cinco meses después que llegó la pandemia al país vemos a los organismos multilaterales actuando nuevamente, prácticamente de oficio para llevar ayuda significativa a la población nicaragüense y especialmente a las poblaciones más vulnerables. Ya se había recibido ayuda del BCIE pero este proyecto del BID es cuatro veces más grande y tiene tres componentes que están dirigidos a detectar y contener la pandemia, lo que hasta la fecha no se ha hecho por parte de las autoridades. Esto debe ayudar a su vez a reducir la morbilidad y la mortalidad a lo largo del territorio nacional incluyendo a las poblaciones indígenas y afrodescendientes al apoyar las facilidades hospitalarias de Río San Juan y Siuna”, dijo Aguerri.

no se han preocupado por contener la pandemia

El economista Maykell Marenco manifestó que es evidente que con Nicaragua están usando otra política, y eso en parte se debe a que han visto la negligencia con la que se ha tratado la pandemia.

“Para estos programas, tanto del BCIE como el BID y el FMI, siempre hay supervisión y seguimiento, pero en el caso específico de Nicaragua hay un tercer agente privado que se encargará de verificar, esto se debe principalmente a la falta de políticas de acompañamiento, de previsión, de protección al mercado laboral, al tejido social y empresarial para atender la crisis actual”, dijo Marenco.

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“En este caso el BID precisamente quiere hacerlo no solamente porque la inversión en salud en Nicaragua es ineficiente, sino por las condiciones, el contexto actual y que no ha habido ningún tipo de iniciativa o buena voluntad del Gobierno para mitigar el impacto del Covid-19, a diferencia de nuestros pares centroamericanos”, agregó.

Cambio en la presidencia del BID

Para  Arteaga, al régimen de Ortega se le va hacer mucho más difícil conseguir financiamiento en el BID cuando haya cambio en la presidencia de este organismo multilateral.

“Yo creo que el BID está haciendo un enorme esfuerzo para darle estos 43 millones de dólares a Nicaragua, porque recuerde que el próximo presidente del BID, o es Mauricio Claver, que excluyó al país del programa América Crece o es Laura Chinchilla que no hace clic con Ortega, entonces yo presumo que el BID está apurado viendo qué le saca a Nicaragua, porque una vez que se vaya (Luis Alberto) Moreno el presidente actual, no va a ser posible que le lleguen fondos de parte de esa institución”, dijo.

El financiamiento del BID estará dirigido a tres líneas de trabajo: fortalecer la detección y seguimiento de los casos, apoyar esfuerzos para la interrupción de la cadena de transmisión de la enfermedad y mejorar la capacidad de provisión de servicios.

El proyecto se ejecutará en 24 meses y se espera que entre en fase inicial entre uno y dos meses, una vez que se apruebe en la Asamblea Nacional.

Vendrá un tiempo difícil

Por otra parte el análisis de The Economist Intelligence Unit (EIU) revela que el régimen de Daniel Ortega tendrá dificultades financieras para cerrar su brecha financiera en 2020-2021.

“La mayor parte del financiamiento relacionado con el coronavirus proporcionado al Gobierno hasta ahora ha sido a través de la reprogramación de los préstamos existentes. A pesar de que hemos realizado una modesta cantidad de asistencia externa, el balance de riesgos para nuestras proyecciones se inclina a la baja; el desafío del gobierno de Nicaragua a los protocolos de salud recomendados internacionalmente lo hace menos candidato viable para cualquier préstamo de emergencia”, indicó el informe que salió un día antes que se otorgara el préstamo del BID.

 

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