Este martes se completó la entrada al país de los nicaragüenses que se encontraban varados desde hace un mes en Panamá. En total, fueron 1,030 connacionales que ingresaron mediante un acuerdo tripartito entre las autoridades migratorias de Panamá, Costa Rica y Nicaragua desde inicios de julio.
Todo el proceso del viaje humanitario costó 150 mil dólares y fue asumido por las autoridades panameñas -según un comunicado del Servicio Nacional de Migración de Panamá (SNM)- lo que significa que el régimen de Daniel Ortega no gastó ni un solo córdoba para traer de vuelta a casa a sus ciudadanos.
“Bajo esta medida humanitaria, un número total de 1,030 nicaragüenses que se encontraban varados en la República de Panamá, debido al cierre de fronteras por la pandemia Covid-19, concretaron su salida del territorio nacional cumpliendo con todos los requisitos y controles de bio-seguridad exigidos mediante dicho acuerdo”, dicta el comunicado de las autoridades de Migración de Panamá.
Este 4 de agosto se realizó el último ingreso de 53 nicaragüenses al país. En total, se realizaron 12 viajes humanitarios en la siguientes fechas con la cantidad específica de personas: 4 de julio (78), 7 de julio (78 nicaragüenses), 10 de julio (89), 13 de julio (90), 15 de julio (88), 17 de julio (76), 21 de julio (92), 23 de julio (87), 25 de julio (103), 28 de julio (97), 31 de julio (99).
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Panamá asume gastos
Las autoridades migratorias de Panamá señalaron en el comunicado que habilitaron dos albergues temporales en la provincia de Chiriquí, uno en el estadio Keny Sarracín y otro en Jacú, todos para los nicaragüenses y así brindar atención humanitaria mientras se confirmaban los listados de salida. Durante el mes que permanecieron en ese lugar, la SNM les garantizó la alimentación, kits de aseo personal y se les coordinó atención médica con la Caja de Seguro Social (CSS) en los casos que se requería.
“Un monto aproximado de 150 mil dólares, fue el costo de la operación humanitaria que incluyó alimentación diaria, dotación de productos de bioseguridad, medicamentos u otros artículos de primera necesidad”, señaló la SNM.
Mientras tanto, el régimen orteguista le negaba la entrada al país a otro grupo de nicaragüenses en la frontera de Peñas Blancas – llegaron a sumar alrededor de 500 personas – quienes quedaron varados hasta por semanas por no presentar la negativa del examen del Covid-19, pese a las condiciones precarias en las que estaban y los pocos recursos económicos que declararon tener. Ante este escenario, organizaciones no gubernamentales en Costa Rica consiguieron al menos 169 test para aplicarles a los connacionales y así pudieran ingresar a Nicaragua.
La salida de los nicaragüenses por género fue de 505 hombres y 451 mujeres, a los que se suman 74 menores de edad. Durante el procedimiento migratorio se le dio prioridad a la salida de niños (as), mujeres, adultos (as) mayores y personas con alguna condición de salud de cuidado.
“El SNM informa, que con el cumplimiento de este proceso migratorio culmina esta operación humanitaria tripartita; por tal motivo reitera, que las fronteras continúan cerradas como medida de bioseguridad para prevenir contagios por COVID-19. Cualquier solicitud de salida humanitaria, se debe canalizar por medio de las vías diplomáticas de su país de origen”, expusieron las autoridades panameñas.