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Ricardo Zambrana, cineasta y presentador de televisión, cuenta como se la ingenia para sobrevivir, tanto a su exilio en México, como al coronavirus. LA PRENSA/Cortesía

Artistas nicaragüenses sobreviven atrapados entre los torbellinos del coronavirus y la crisis económica

Una artista emigró a Costa Rica, otro a México, otros dejaron de actuar para trabajar la tierra, otro regala sus libros y la última hace arte terapia; en fin todos libran sus propias batallas contra la crisis y el coronavirus. Aquí sus historias

Cinco  talentosos artistas nicaragüenses que aman la libertad del ser nicaragüense y la pasión de la creación artística nos revelan un poco sobre la intimidad de sus vidas dramáticas, sus luchas, esperanzas a flor de piel, y cómo han logrado sobrevivir a la pandemia mundial que azota el mundo: el coronavirus.

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La Prensa habló con el cineasta y productor Ricardo Zambrana, la cantautora Ceshia Ubau, el teatrista Gerardo Molinares, la artista plástica Damiana Corea Arellano y el poeta Henry A. Petrie. Estas son sus historias.

Ricardo Zambrana, sobrevive al exilio y el coronavirus

El cineasta y presentador de televisión Ricardo Zambrana habla de lo difícil de vivir en el exilio y en tiempos del coronavirus. LA PRENSA/ Cortesía

Contar con un techo, comida, tener sus papeles migratorios en orden y tomar todas las medidas sanitarias ante el Covid-19 son las prioridades del cineasta y productor nicaragüense Ricardo Zambrana, quien se marchó al exilio en México, tiempo después del estallido social del 2018 en Nicaragua.

“Nos ha costado mucho trabajo, muchas vueltas, obstáculos, amarguras y dificultades poder tener nuestros papeles en orden y rentar un pequeño departamento”, revela Zambrana quien comparte su vida con Lianet Rodríguez, casados en 2019 luego de vivir un apasionado romance.

Zambrana recuerda que fue presentador de la revista Primera Hora del Canal 2; hacía trabajos de cine y tenía proyectos de videos publicitarios y cortometrajes; ahora trabaja desde su apartamento en otras tareas y por supuesto tomando las medidas sanitarias contra el virus cuando sale a la calle.

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El vivir este encierro, reconoce le ha cambiado la vida, pues las empresas donde solía trabajar ya no funcionan o no lo necesitan. En ocasiones edita, diseña o realiza algún guion. A pesar de todo, sus ingresos son limitados y ha tenido que ajustar al máximo su economía de pareja.

“Si ignoras los problemas de otros, tarde o temprano se volverán tus problemas. Eso aplica a todo, incluyendo a la crisis económica y a la pandemia”, resalta Zambrana, quien a través de sus redes continúa realizando denuncias contra el régimen de Ortega; asimismo invita a solidarizarse con los negocios emergentes que buscan alternativas  para poder sobrevivir.

Ceshia Ubau, cuarentena la ha impactado y servido para crecer

Ceshia Ubau, cantautora nicaragüense radicada en Costa Rica. LA PRENSA/Cortesía

“No puedo andar en la calle, abrazar a todo mundo y eso me ha impactado”, revela la joven artista Ceshia Ubau, quien emigró a Costa Rica en 2018. Siente que la cuarentena sanitaria de prevención al contagio, le ha afectado emocionalmente y la ha deprimido.

El último concierto presencial que realizó fue junto a Laura Ureña en San José, Costa Rica, el 6 de marzo en homenaje a la mujer. Había planes de realizar una gira por varias ciudades y llevarlo a países de Centroamérica y Colombia, no obstante ante la llegada de la pandemia se suspendieron los eventos.

Llena de nostalgia también recuerda sus buenos momentos presenciales realizados en países de Europa, América del Sur y Centroamérica.

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Para sobrevivir ha empezado a dar conciertos privados educativos, talleres de composiciones  y algunos conciertos virtuales; y prepara un concierto en Tickethoy: una nueva plataforma que vende los boletos y trasmite en vivo, vía streaming.

La cuarentena la ha aprovechado para disfrutar las llamadas “batallas de rap y de Freestyle”, las que les ha servido para su quehacer  musical. Ahora prepara su primer disco titulado “Me es urgente”, con cinco temas de poesía breve con música instrumental que dará a finales de agosto o inicio de septiembre.

Gerardo Molinares, de actor a cultivar la tierra

Gerardo Molinares, de la Compañía Tecum Umanii, era uno de los actores del elenco nacional más aplaudido. Ahora se dedica al cultiva de la tierra. LA PRENSA/Cortesía

La vida tiene sorpresas, sorpresas tiene la vida. Gerardo Molinares, de la Compañía Tecum Umanii, es uno de los actores del elenco nacional más aplaudido. Su grupo ha desaparecido a causa de la represión policial y en parte de la pandemia. Sus obras tocan el autoritarismo y el machismo.

Desde abril del 2018 suspendieron sus puestas en escenas, en 10 municipios del norte,  de la obra “Macho a macho”. Esta es una pieza crítica del sistema totalitario y patriarcal.

Subieron luego en Facebook seis de sus obras y las compartieron en WhatsApp buscando público, pero fue un verdadero fracaso. El otro problema, es que debido a la crisis económica la gente recarga poco sus equipos y los usa para sus cosas de primera necesidad, observa el artista.

Ahora Molinares trabaja en un vivero de plantas frutales y ornamentales; y los otros actores, Pedro Hernández en albañilería, Isaac Ulloa en ebanistería; Salvador Torres en agricultura; y Lenin López en electricidad.

Molinares cree que podrían volver al teatro presencial y virtual solo cuando en Nicaragua se de un cambio de gobierno, porque “hay demasiada represión, demasiado asedio, y hay mucho riesgo tanto para la gente como para los actores”.

Damiana Corea:” el arte es medicina para el alma” en esta pandemia

La artista plástica Damiana Corea Arellano, dice que la venta de arte ha disminuido fuertemente con este ambiente de pandemia. Sigue pintado y haciendo arteterapia contra el Covid-19. LA PRENSA/Cortesía

Las artes visuales han saltado de las exposiciones presenciales a las virtuales con mejor suceso. Damiana Corea Arellano es una de esas jóvenes artistas que pinta y promueve su arte bajo esta nueva modalidad, que si bien es estimulado ver sus obras publicadas, no los es económicamente, dado que la compra de arte ha disminuido drásticamente.

Se lamenta de haber suspendido las clases privadas de pintura debido a la pandemia, pero ha optado dar algunas en línea en la Universidad Católica, no es lo mismo pero es una alternativa, esto la hace decir que “el arte es una medicina para el alma, para mí y para las personas que aprecian mi arte”.

Para ella el trabajar desde su casa es su forma de vivir su arte y protegerse, además realiza actividades de jardinería, yoga y lee como una forma de terapia anti Covid-19.

“Los medios virtuales se han convertido en nuestro arma en medio de esta crisis sanitaria, social y económica”, por lo que se han realizado varias exposiciones colectivas en las plataformas en línea, refiere.  En el Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica y recientemente en Galería Rancho Santana.

El estallido de abril del 2018 cambió trágicamente la vida de centenares de nicaragüenses y “la vida de muchos artistas talentosos cambió radicalmente, empeorándose aún más con la crisis económica que le siguió y ahora con la temida pandemia del coronavirus”, resalta la artista, quien recientemente pintó una imagen de la Sangre de Cristo, impactada por la destrucción de la valiosa reliquia de arte sacro colonial.

Henry A. Petrie, regala sus libros en la pandemia

 

“El coronavirus existe y está danzando en Nicaragua a pesar de las actas de defunciones enmascaradas, así que uno no se puede descuidar”, dice el poeta Henry A. Petrie quien prefiere vivir la cuarentena en su casa y salir a la calle ocasionalmente cubierto el rostro con su mascarilla, solo para realizar alguna diligencia muy necesaria.

En estos meses de pandemia, el poeta ha publicado tres libros digitales “Turbulencias”,” Insurrección de las luciérnagas” y el reciente “Lo que me contó mi abuela”, y los ha compartido gratuitamente en sus redes sociales.

¿Pero cómo hace para sobrevivir?: “Dando clases, editando algunos textos y publicando algunos artículos”.

En tanto sus libros impresos nadie los compra, ya que en estos momentos lo que interesa a los lectores nicaragüenses es lograr abastecerse de su canasta básica, por lo que sus ingresos han mermado y se ha visto obligado a reducir sus gastos familiares a lo más necesario.

“Claro que sería excelente que por lo menos al mes metieron un libro en la canasta”, desea el escritor esperando que no sea solo un sueño;  y que no se repita el final gris de aquel poeta lleno de ideales del cuento “El rey burgués” de Rubén Darío, que murió de frío un duro invierno en las afueras del palacio tocando valses, cuadrillas y galopas con una caja de música.

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