El refrescante sabor de la Milca Roja está de regreso. Aquí te contamos cómo es que esta gaseosa que nació en la ciudad de León y fue inventada en 1959 llegó a convertirse en todo un icono tanto dentro como fuera de Nicaragua.
Para generaciones enteras en el país, cualquier gaseosa color rojo tenía un nombre: Milca. Y es que desde hace más de seis décadas Nicaragua tiene su propia gaseosa roja, la roja original, con un sabor refrescante que evoca recuerdos y nostalgia entre los chavalos de antes y que también disfrutan y prefieren los jóvenes de hoy.
La pequeña lata de gaseosa roja no solo encierra un delicioso y refrescante sabor, sino que también contiene la fantástica historia de una bebida que nació en una ciudad nicaragüense y llegó a ubicarse en el mercado estadounidense, conquistando la preferencia de miles.
¿Por qué Milca?
Su nombre se conformó con las iniciales del fundador, Manuel Ignacio Lacayo, más la descripción Compañía Anónima. Manuel Ignacio es el leonés que en 1959 perfeccionó la receta de la chibolería de su familia, conocida como la famosa Chibolera Lacayo, de León, para inventar este icono: la Milca Roja.
En ese entonces y aún ahora, en León se le llamaba chibolas a los refrescos, por lo que la embotelladora de la familia Lacayo, en donde se fabricaban bebidas carbonatadas de diferentes sabores y colores, usaba chibolas para tapar las botellas.
La Chibolería Lacayo fue fundada en 1920 por el papá de Manuel Ignacio, conocido como Don Julio Lacayo, según la historia de esta bebida.
La embotelladora elaboraba refrescos de color naranja, morado, amarillo y rojo, los cuales eran nombrados por su color y no por su sabor. El rojo era el que estaba destinado a conquistar el corazón de nicas y norteamericanos, ya que era el más popular en aquellos tiempos. Fue hasta el año 1988, cuando por el contexto social y político que vivía el país, la ya popular Milca Roja se mudó a Estados Unidos.
En la mente y el corazón de los nicas
Para ese entonces, Milca ya era todo un icono en Nicaragua. No faltaba en reuniones, fiestas y piñatas, donde dejaba el bigote rojo en la boca de todos los jóvenes. Era la bebida para compartir con amigos y familia, y lo sigue siendo.
La bebida roja ya estaba posicionada en la mente y el corazón de los nicaragüenses.
Un año después del 60 aniversario de la marca, el bisnieto mayor de don Manuel Ignacio Lacayo —Javier Ignacio Cuadra—, logró posicionar la Milca en el mercado de nuevo, a través de una sociedad con la Compañía Cervecera de Nicaragua SA. Aunque la Milca nunca dejó de existir en algún rinconcito de Nicaragua, este es su regreso oficial.