El Barcelona consiguió el último boleto para la final a ocho de la Champions en Lisboa a partir de la próxima semana. Con un marcador de 3-1 sobre el Napoli, el conjunto de Quique Setién superó con un marcador global 4-2 a los italianos para asegurar una eliminatoria que pintaba más difícil para el cuadro catalán. El equipo liderado por Messi consiguió así avanzar a los cuartos de final de la competencia por décima tercera vez consecutiva; ningún otro equipo ha alcanzado estar entre los mejores ocho en más de ocho temporadas seguidas.
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La escuadra napolitana salió con seguridad a buscar el resultado desde el primer minuto, jugando por momentos de tu a tu al Barcelona y superándole en posesión. El entusiasmo de los italianos lo desinfló Lenglet a los 11 minutos de juego, el central francés aprovechó un tiro de esquina desde la izquierda para ganar la posesión, elevarse y rematar en sentido contrario al balón para subir el primer tanto al luminoso. El gol cambió el sentido del juego y los locales comenzaron a hacer de la suya, obligando a los dirigidos por Gattuso a replegarse atrás.
Con la confianza generada por el primer gol, los ataques blaugranas aumentaron su nivel de peligro y su máxima estrella, Messi, aprovechó una jugada individual por la derecha para entrar al área hasta entre tres jugadores; el argento luchó, cayó pero la frialdad de la defensa de los centrales del Napoli le permitieron levantarse y rematar al segundo poste para marcar un golazo al minuto 21. La tensión llegó para los visitantes que se fueron por detrás 3-0, después de que Koulibaly cometiera un inocente penal sobre el capitán culé, y Suárez lo transformara en gol.
Insigne en el tiempo añadido de la primera mitad dio ilusión a los suyos, marcando desde los 11 pasos, tras un penal cometido por Rakitic sobre Mertens. El italiano definió a la derecha de Ter Stegen y produjo para los suyos el ánimo de ir por en búsqueda de dos goles en el complemento para superar la eliminatoria. El técnico italiano modificó la estrategia y envió a los suyos desde el primer minuto del segundo tiempo a presionar arriba, creando más ocasiones y estando cerca de conseguir un ansiado segundo gol que los metería a la pelea, sin embargo este nunca llegó.