La final a ocho de Lisboa no podía iniciar de otra manera. Una dramática remontada del PSG ante el Atalanta, coloca a los parisinos en la siguiente fase, después de que marcaran dos goles en 149 segundos, a falta de cinco minutos para que los italianos se clasificaran e igualaran el logro del Villarreal en 2006:ser debutantes y alcanzar una semifinal. Neymar cargó al PSG y pudo liderar a su equipo a conseguir una victoria 1-2, después de ir abajo casi durante 90 minutos de juego.
No había terminado el eco del himno de la Champions, cuando Neymar arrancó desde medio campo y entró sólo al área pero su remate sorpresivamente dejó mucho que desear, ante un arquero estático y todavía frío, el disparo del brasileño se fue a un lado. Posiblemente la única ocasión clara durante la primera mitad para el cuadro parisino, que a pesar de mandar en la posesión, las jugadas de peligro las pusieron los italianos; quienes finalizaban cada una de sus acciones con remates al arco.
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A los diez minutos, un cabezazo de Hateboer que Keylor Navas atajó con una gran estirada, avisó al PSG que los dirigidos por Gasperini no llegarían a esperar atrás. La solidez defensiva, común en cualquier club italiano, les ayudó a crear espacios arriba y a los 26 minutos de juego un balón dividido al borde del área que peleaba Zapata con Kimpembe, terminó suelto cerca de Pasalic, quien de primera intención con su izquierda,marcó el 1-0.
Al PSG le costó reaccionar, sus salidas desde el fondo siempre terminaban en malas entregas en el centro del campo, donde la ausencia de Verratti y Di María pesaban cada vez más con el transcurso de los minutos. La consecuencia de las precisiones parisinas las aprovechó el Atalanta que tomó con calma el inicio del segundo tiempo, incluso ayudándose con múltiples infracciones para pausar el juego del cuadro liderado por Neymar.
No obstante la falta de experiencia del Atalanta les hizo pecar, con pocos minutos transcurridos de la segunda mitad, el cuadro de Bérgamo comenzó a retrasar sus líneas y olvidarse del partido. Esto dejó más espacios a al diez del París, director del encuentro, que se cargó a los suyos apareciendo en todo el verde, recordando las mejores actuaciones del brasileño. “Ney” encontró mayor apoyo en el minuto 70, con el ingreso de Mbappé, quien había quedado en el banquillo por su lesión reciente. El francés desde su ingreso, hizo uso de su velocidad para hacer daño constante por la banda izquierda, sin embargo no conseguía más.
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A diez minutos del final, comenzó lo inesperado, lo que ocurre en las grandes noches europeas de futbol. Saliendo desde el barro, con el marcador en contra y Keylor Navas yendo hacia el banquillo por lesión, le llegó el momento al PSG de sonreír en la máxima competición europea. La sociedad Neymar-Mbappé encerró a un Atalanta físicamente acabado y que mostraba desconcierto en la defensa, producto de la falta de experiencia de sus jugadores en partidos como estos. El marcador se acercaba al minuto noventa, cuando Choupo-Moting, quien ingresó por un desaparecido Icardi, arrancó desde la banda derecha, hizo la diagonal y envió un balón al centro para que Neymar, tras un control de crack con el muslo, disparara contra un defensor, pero cuyo rebote le cayó a Marquinhos que empató la eliminatoria.
El gol de los franceses fue un balde de agua fría para el Atalanta, que no supo aguantar los cinco minutos de reposición señalados por el árbitro asistente y generó que los dirigidos por Tuchel aprovecharan y se metieran a una semifinal de Champions después de 25 años, gracias a un segundo tanto, obra de Choupo-Motin, quien fue asistido por Mbappé con un pase de la muerte desde línea de fondo, espacio donde el joven francés pudo llegar habilitado únicamente por un pase milimétrico de Neymar. El brasileño selló así una grandísima actuación, precisamente para las que fue fichado y llevar al club de París a luchar en las últimas etapas de la máxima competición europea.