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El estudiante responde a la pregunta de si fue un error dejar entrar a la Coalición Nacional a los partidos políticos. LA PRENSA/O.NAVARRETE

El estudiante responde a la pregunta de si fue un error dejar entrar a la Coalición Nacional a los partidos políticos. LA PRENSA/O.NAVARRETE

Lesther Alemán: “Quitar lo viejo no es las canas o al calvo, sino los errores, prebendas, transfuguismo y pactos debajo de la mesa”

Cuenta en esta entrevista cómo se ha encontrado con los partidos políticos y el rechazo que han generado al señalar, a su juicio, los errores dentro de este intento de unidad

Los días de Lesther Alemán han sido desde abril de 2018 de protestas en las calles, del asalto a la palabra de Daniel Ortega, de amenazas, exilio y ahora entrar de lleno al escenario político.

Ahora como miembro de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) intenta que el sector joven tenga un espacio propio dentro de la Coalición Nacional, pero cuenta en esta entrevista cómo se ha encontrado con los partidos políticos y el rechazo que han generado al señalar, a su juicio, los errores dentro de este intento de unidad.

Además, Lesther, de 22 años, asegura que la actual Coalición Nacional debe de ser deconstruida y que se deben apartar a los partidos políticos para que no tengan tanto poder dentro de esta.

¿Qué dicen sus padres sobre esta decisión de seguir metido en el proceso político?

Mis padres también han sido golpeados por el régimen y el contexto, pero también han sido contagiados del compromiso moral que tengo con Nicaragua y buscar un proceso de soluciones a la crisis. Ellos han aceptado la decisión mía de continuar en procesos aun, quizás, más difíciles que los que tuvimos en 2018, dado que ya estamos de cara a un proceso meramente electoral. Sigue la represión, la persecución, la amenaza y el hostigamiento. Naturalmente, estaban en desacuerdo, no de luchar contra el régimen, de que yo volviera a Nicaragua. Pero, al final, aceptaron y les expliqué que era un compromiso moral de buscar un país con democracia.

¿Por qué es más difícil este proceso que lo que se vivió en 2018?

Bueno, no lo pongo en esas dimensiones y quizás me malinterpreto al decirte que es más difícil. Esto es lo más difícil, no de cara al adversario sino de nosotros, del lado en la particularidad de la oposición. Pero es difícil porque habrá definiciones, que tomar alguna decisión que muchas veces no es atractiva a las redes sociales y te pone en una palestra sumamente más compleja. Antes estábamos en búsqueda de las distintas formas de protesta y ahora tenemos que buscar qué opción vamos a presentarle al país. Es más complejo, hablamos de planes de nación, métodos de selección para el proceso electoral, reformas y todo mientras el contexto represivo está sobre la oposición.

Recientemente tuvieron una reunión con el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental interino, Michael Kozak, quien sigue apostando por la salida electoral.

Te voy a ser más claro, yo menciono los distintos escenarios que la oposición enfrenta, que son igual de adversos que en 2018. Pero tenemos claridad de una salida y es la salida electoral, que es una búsqueda constante. Es decir, aquí las condiciones las vamos a arrebatar al régimen de Ortega y no es una concesión que te hace el régimen. Es una lucha casi cuerpo a cuerpo por conseguir las reformas electorales necesarias para un proceso justo y transparente. Te hablo de que lo urgente es la liberación de los presos políticos, que en su mayoría son casos fabricados con delitos diseñados por la Policía. Igualmente, buscar la condición para los excarcelados que siguen sufriendo persecución y también está el proceso de las calles. El escenario electoral es importante si se consiguen las reformas necesarias para hacer de las próximas elecciones el método para negociar la salida de Ortega. La ciudadanía tiene un deseo de salir lo antes posible del proceso electoral; obviamente, nosotros respetando el marco legal, si no tendríamos muchas similitudes con nuestro adversario y es lo que menos queremos.

Hoy se habla mucho de la juventud y si recordamos también eran jóvenes cuando se metieron a la política los que hoy son dictadores y parte del régimen. ¿Los jóvenes de ahora se parecen mucho a los de entonces?

Lo primero es tener claridad sobre la historia y estar recurriendo a ella para no repetir lo que pasó. Nosotros hemos sido y seguimos siendo autocríticos, tanto de nuestros comportamientos como de las propuestas que hacemos. Lo básico es que entendemos que ser joven no te hace excepto de errores, tampoco es lo mismo ser joven que irresponsable. Debemos de reconocer los procesos democráticos dentro de nuestras mismas organizaciones y estar conscientes de que estás elaborando, diseñando una propuesta a la ciudadanía que se basa en el consenso, porque eso te evita el tema de los personalismos, el tema de considerarte el ungido y caer en el error de pensar que sos el único. No es que nosotros estemos cayendo en un supremacismo moral, no, eso es un error y nosotros cuando insistimos en que los jóvenes debemos estar en un proceso considerando que habrá personas dentro de este grupo de distintas generaciones, pero no que lleven la rectoría.

Sin embargo, la rectoría está en manos de estas personas.

Es algo que actualmente estamos viendo. Son personas en las que se genera mucha desconfianza y que en algún momento estas personas fueron vistas como disidencia o colaboracionistas. No es que queremos una purga, cuando nosotros insistimos en quitar lo viejo no es las canas o querer quitar al calvo, sino lo viejo como los errores, prebendas, transfuguismo, pactos debajo de la mesa. El problema de lo viejo es que arrastra comportamientos que han dañado y posiblemente han fracasado a la oposición, por ejemplo en 2006, 2011 y 2016. Por eso si a mí me preguntan, por ejemplo, por los errores que he cometido jalame la chaqueta a partir de 2018. Yo reconozco que soy un aparecido en la política.

¿Realmente estas organizaciones de la que forman parte los están tomando en cuenta?

El problema es que aquí focalizan todo en unas solas siglas o estructura. La incidencia la hemos hecho nosotros desde las localidades, desde nuestra organización y naturalmente dentro de donde hemos estado. Me preguntan si hemos incidido en la Coalición Nacional, bueno desde nuestras organizaciones y la opinión pública lo hemos hecho. Actualmente todos están conscientes del error que cometieron con los problemas que enfrentan algunos partidos políticos que están en la Coalición Nacional. Están en desacuerdo con la hegemonía partidaria que existe, están en desacuerdo con los mismos estatutos que aprobaron. Nosotros eso lo advertimos en marzo y nos llamaron divisionistas y artífices de Ortega al nombrar lo que se está haciendo mal.

¿Qué se está haciendo mal?

La Coalición Nacional no avanza porque se diluye en conversaciones estériles, burocráticas, que empantanan lo importante. Aquí no es para estar hablando actualmente sobre un código de ética, aquí es para estar acordando ya qué reformas electorales y artículos de esa ley y la Constitución deben ser reformados. Pero esas reformas todavía no están acordadas. El segundo error es que ya se debería estar elaborando un plan de nación basado en seguridad, empleo, salud, educación, democracia, estabilidad.

Nos vendieron que tenían casi listas esas propuestas de reformas electorales.

Tienen un 96 % porque existe un inciso que el Partido Liberal Constitucionalista no acepta y es eliminar el bipartidismo, es eliminar de ser segunda fuerza. Ese es el estandarte del PLC, entonces por eso es que todavía no logran acordar las reformas.

El PLC todavía tiene magistrados y cargos públicos dentro de la dictadura. ¿Fue un error abrirles la puerta a los partidos políticos?

El error fue permitir que las organizaciones tradicionales tengan la notoriedad, la conducción y las decisiones o mayoría dentro de las opciones políticas. El error fue que la sociedad civil y las organizaciones nacidas en abril no están tomando decisión por mayoría, porque son aplanadas por esta hegemonía partidaria. El error no es abrir las puertas, el error aquí está de que tu carro lo está manejando una persona que ha sido señalada de colaboracionista del régimen. El error de la Coalición fue permitir tomar el timón a los colaboracionista o disidentes del régimen. Aquí hablo de forma pareja. Reconocemos que pueden haber sido segunda fuerza y pueden salir bajos en las encuestas, pero hay que reconocer que tienen base y que mucha ciudadanía se puede identificar como yo soy o fui de ese partido.

Sin embargo, ustedes como sector joven se han reunido con estos partidos políticos. ¿Les plantearon este tipo de cosas?

Nosotros como sector estudiantil fuimos los primeros en ser señalados. Fue un paredón contra nosotros por reunirnos con los partidos políticos, pero nosotros lo que queríamos era tener claridad de los actores que quieren estar dentro de este tablero. Nos reunimos con ellos justamente para exteriorizarles que las organizaciones de abril iban a ser los rectores del proceso de construcción de cualquier alternativa. Pero también era importante tener reuniones con estos partidos políticos para conocer cuáles eran sus intenciones, sus proyectos y sobre todo a ceder su vehículo con tal de pensar en Nicaragua primero.

¿Qué les respondieron?

Yo solo estuve en uno de estos acercamientos y no estuve en la reunión del PLC, pero fue el mismo mensaje que llevábamos y nos dijeron que tenían una total disposición para que nosotros fuéramos los protagonistas de este proceso. Eso naturalmente a conveniencia de ellos. Nosotros con mucha suspicacia nunca les entregamos cheque en blanco ni les generamos expectativas de que iban a tener el control de las opciones políticas. Nosotros les dejamos las reglas claras de que si querían ser parte del proceso, tenían que tener disposición para ceder sus estructuras, sobre todo aquellos que son muy señalados por la sociedad y que no vamos a ocultar. Les dijimos que no debían sentirse los ungidos, la casilla o generar temas de polarización social.

¿Entonces en esa reunión en la que usted estuvo presente, el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) les mintió? Hoy por hoy CxL está más lejos de la Coalición Nacional.

Bueno, yo también estoy lejos de la Coalición Nacional.

¿Por qué?

Porque a nosotros no nos abrieron las puertas. A nosotros como organizaciones jóvenes que hicimos una solicitud, pretendieron instrumentalizarnos y no pudieron. Porque aquí no es que yo esté detrás de un hueso. Cuando hacemos nuestra solicitud fue para que, junto con las otras organizaciones, diseñar el organigrama y las estructuras que fueran livianas pero sólidas y que conectaran con la realidad de la ciudadanía. Esto para avanzar en las tomas y avance de discusiones y decisiones. Aquí no se busca que si son siete votos le permitimos a los chavalos que entren y hacemos un frente con catorce votos. Esa fue una de las opciones del PLC para prorrogar nuestra entrada, en la que se sumó el PRD con Miguel Mora y Saturnino Cerrato, se sumó Luis Fley con José Pallais, Yatama y el Movimiento Campesino, todos en esta táctica que iba en contra de las organizaciones jóvenes. Nosotros tenemos espacio de incidencia en la Alianza Cívica, pero no soy la juventud de la Alianza, ni siquiera le debo obediencia partidaria a la Alianza. Represento autonomía a lo interno.

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¿Y ahora?

Luego nosotros retiramos nuestra solicitud ante la negativa que se recibe de parte de ellos y evidenciamos la falta de voluntad política que tienen estas organizaciones tradicionales, para aceptar la representación joven. Todo se basa en señalamientos. Nos preguntan quiénes somos y a quiénes representamos y qué nivel de formación tenemos. Los jóvenes de la Unidad Nacional hicieron una solicitud de entrar y fue también postergada, ahora ya hicieron su retiro oficial de que no van a estar en la Coalición Nacional. El diseño de la Coalición genera un desbalance contra las organizaciones de abril y le da un poder a los partidos políticos de ser mayoría a la que organizaciones como el Movimiento Campesino, que también se pliega.

Da la sensación que los partidos políticos han utilizado rostros jóvenes como una especie de caballo de Troya para entrar a la Coalición, pero que en la práctica estos no tienen voz ni voto.

Nosotros no estamos buscando ángeles ni que nos reciban con un arpa. Es todo lo contrario, sabemos que con estos partidos tradicionales además de errores vienen mañas. Por eso nos reunimos en primera instancia con los partidos para demostrar que no somos irresponsables, manipulables, de que la chavalada no tiene colmillo político, como ellos dicen tenerlo. No creo que se salieran con la suya, nosotros sabíamos cuál era la táctica de los partidos políticos. A los jóvenes nos cerraron las puertas, mientras que a CxL los estaban esperando con bombos y platillos.

Se habla mucho de los partidos políticos y de estas mismas organizaciones que nacieron a raíz de las protestas de abril, pero en las encuestas la gente no se siente representada por estos.

Yo entiendo completamente la suspicacia de la ciudadanía, sobre todo porque han sido históricamente traicionados. Eso creo que nos debería llamar a que para salir de este impase de la Coalición Nacional hay que deconstruirla. Para superar la hegemonía partidaria hay que retirar a los partidos políticos. Nada estaba escrito en piedra en esta lucha de cadáveres, porque aquí estamos en un proceso de definición que muchas veces genera desesperanza al ver tantas propuestas, mientras el adversario no pelea. Pero es que el adversario es dirección general ordene y ya está, es un culto a la personalidad de una pareja. Ahí no hay espacio para disentir o para proponer, por eso es que no se ven los pleitos de la oposición, que más bien es hablar las cosas sin tapujos.

Uno puede ser muy optimista, pero la realidad de Nicaragua parece que va en caída libre desde 2018.

Yo de esta realidad estoy claro desde abril de 2018 en cuanto a esa desesperanza. Para nosotros, es necesario en medio de todo esto proponer un futuro y presente visionario recogiendo los temas de prioridad.

Haciendo autocrítica, ¿siente que se ha traicionado el espíritu de abril?

No, la verdad no y te lo digo personalmente porque lo vivo y el compromiso es diario por los mismos intereses por el que participé en marchas y protestas. Yo estuve el día cero, no es que aparecí para el Diálogo Nacional. Aquí hay que tener las líneas rojas y priorizar lo que beneficia a la ciudadanía y no lo que te beneficia a vos.


Plano personal

Nació el 14 de enero de 1998. Estando en el exilio, cumplió 21 años de edad.
Estudia Comunicación social en la Universidad Centroamericana.
Su promedio académico era 96 por ciento en la UCA. Siempre estaba en la premiación anual de los mejores becados y excelencia académica.
Fue misionero evangélico.
En Estados Unidos, vivió en casas de solidaridad de la diáspora nicaragüense.

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