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Jonathan Loáisiga no ha permitido carrera en sus últimos tres innings como relevista con los Yanquis. LA PRENSA/ARCHIVO

¡Duda despejada! Las estadísticas que revelan cuál es el mejor rol para Jonathan Loáisiga

Jonathan Loáisiga tiene un arsenal amplio como para ser abridor en las Grandes Ligas, pero sus cifras indican que es mejor como relevista

Jonathan Loáisiga parece un Ferrari con el freno de mano activado o quizá más bien un potrillo que busca sin sosiego una salida. Dentro de un marco físico pequeño pero bien cultivado, hay un arsenal explosivo que solo requiere del mejor escenario para ser mostrado.

El potencial siempre ha estado ahí, solo ha faltado desbloquearlo, pero a juzgar por sus últimos trabajos, da la impresión que se ha encontrado el rol que hará la diferencia y que podría permitirle situar la realidad a la par de las expectativas.

Este sábado, Loáisiga subió a la colina en la sexta entrada de un partido que los Yanquis ganaban 4-3 a Boston, cuya ofensiva que no había dejado en paz al abridor James Paxton, pero el nica aplacó el ímpetu y colgó un cero con un hit y un ponchado.

El pinolero se adjudicó un hold (mantuvo la ventaja) en un desafío que al final terminó 11-5, gracias a jonrones de Gio Urshela, Gary Sánchez y Clint Frazier, mientras Paxton mejoraba su récord a 1-1, en una temporada especialmente áspera para él.

Jonathan, en cambio, se vio muy bien. Hizo 13 disparos, de los cuales 10 fueron strikes. De esos 13 envíos, 11 fueron rectas y dos curvas. Es decir, el nica sabedor de que solo trabajaría una entrada, fue a vaciar su tanque y las rectas resultaron determinantes.

Este detalle es llamativo porque ha sido claro que los Yanquis han ido tratando de encontrar el mejor escenario para el nica y poco a poco va quedando claro que es en el bullpen, pero sobre todo, en faenas de no más de dos episodios.

Hasta el momento, Loáisiga ha actuado en cinco juegos, dos como abridor y tres en relevos. Tiene marca de 2-0 y 3.18 en 11.1 innings, con 10 hits, cuatro carreras limpias, más cuatro bases y 14 ponches, hasta los partidos de la jornada del sábado.

Si es breve, es mejor

Hay una cosa que es clara: Loáisiga tiene un repertorio que podría permitirle ser un abridor. Lanza rectas a 97-98 millas, cambios a 86-88, curvas a 83-85 y ahora usa con más frecuencia un sinker que se mueve a 95-96, con gran velocidad de giro (spin rate).

Sin embargo, las cifras indican que es más efectivo como relevista y entre más breve es su estadía en la colina, es mejor todavía. Este año tiene 0-0 y 3.38 como abridor con 5.1 innings, cinco hits y seis ponches. Y 2-0 y 3.00 como relevista en seis entradas, cinco hits y ocho ponches.

No obstante, la mayor diferencia se nota en esto: ante sus primeros 25 lanzamientos, los contrarios le batean .182 (22-4), con ocho ponches sin jonrones. Del disparo 26 al 50, lo atacan para .316 (19-6), con seis ponches y dos jonrones.

Cuando es relevista, no hay una verdadera necesidad de un tercer lanzamiento, es decir, se batirá en el montículo con recta y curva, sus mejores disparos. No enfrenta a los bateadores por segunda vez y puede ir con todo porque no tiene que cuidarse de dosificar energías.

Mire esto: el 26 de julio había pintado dos ceros a Washington y en el tercer episodio Trea Turner le dio jonrón. El 30 de julio, colgó dos scones a los Orioles en relevo y en el tercer inning de trabajo, dio golpe a Anthony Santander y Pedro Severino le disparó jonrón.

El 5 de agosto inició con un cero ante los Filis como abridor. Admitió carrera en el segundo e inició el tercero con golpe, antes de ser retirado. El 12 de agosto, lanza dos ceros a los Bravos en relevo y en su tercer episodio de labor, le abren con dos hits y se lo llevan.

Todo pareciera irse aclarando. El nica pertenece al bullpen y es más eficiente en recorridos que no sean mayores de dos innings. Y si al poder de sus disparos se le agrega el temperamento de hielo que posee, quizá podamos ver algo especial en tramos cortos.

En faenas específicas de relevo, Loáisiga ha admitido seis hits en los seis episodios, pero solo uno de esos hits, se lo han conectado antes de su tercer inning de labor. De manera que poco a poco, el nica va avanzando hacia el rol donde lanza con más ferocidad.

Poder y temple desde el bullpen

Jonathan Loáisiga tiene 25 años y con su salud mejorada, parece ir en ruta a su establecimiento. Y aunque quizá haga aperturas, ha quedado claro que su lugar es en el bullpen.

Para ser exitoso como relevista no solo se requiere de una recta veloz, sino también de mucha serenidad y temple para enfrentar problemas, algo que no obstante, parece atraer al joven lanzador nicaragüense.

“Si yo pudiera elegir, me quedo como relevista, pero eso no depende de mí, sino de lo que más convenga al equipo”, le dijo el pinolero a Marly Rivera, periodista de ESPN.

Cuando Loáisiga debutó, el mentor de los Rays, Kevin Cash, dijo a modo de reconocimiento: físicamente me recuerda a un Mariano Rivera joven”, pero falta ver qué historia escribe el pistolero.

 

Deportes Jonathan Loáisiga Yanquis de Nueva York archivo

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