Tanto los reportes semanales del Ministerio de Salud (Minsa), como los del independiente Observatorio Ciudadano Covid-19 muestran una reducción en los casos de coronavirus y de las muertes confirmadas o sospechosas por esta enfermedad.
En la semana de entre el 4 y el 10 de junio, por ejemplo, el Observatorio registró 812 casos nuevos y 284 muertes sospechosas de Covid-19. En tanto, los propios datos del Minsa registraron esa semana que los casos nuevos confirmados fueron 346 y las muertes ascendieron a 9. Un mes atrás, entre 7 y el 13 de mayo, las cifras oficiales eran de nueve casos confirmados y apenas tres muertes. Las propias estadísticas de las autoridades sanitarias indicaban que las muertes en ese periodo se habían triplicado. De acuerdo a los datos oficiales y del Observatorio esa primera semana de junio correspondió a la fase de ascenso exponencial de los casos.
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Pero esas estadísticas están muy alejadas de las que se reportaron esta semana. El Observatorio registró 210 casos nuevos y 35 muertes entre el seis y el 12 de agosto, mientras que el Minsa reportó 212 casos nuevos confirmados y solamente cinco muertes.
Las cifras indican que no solo se ve una meseta o estabilidad en la curva de la pandemia, sino que esta ha venido hacia la baja, según un especialista en salud pública Carlos Hernández, del Comité Científico Multidisciplinario.
Sin embargo, también alerta de un posible rebrote, ante el relajamiento de las medidas y las cada vez más frecuentes aglomeraciones y celebraciones populares que se han realizado en las últimas semanas.“Un caldo de contagio que se está cocinando en las últimas semanas cuyos resultados ya los veremos”, aseguró el experto, y agregó que desde el Comité Científico se alerta a los ciudadanos a continuar tomando medidas, pues el relajamiento de las últimas semanas es peligroso.
Dispersión de la epidemia
Los datos muestran que la epidemia comenzó en las ciudades, particularmente en Managua, que es la mayor poblada y cuenta con un aeropuerto, que es uno de los puntos por donde entraron los primeros casos. Luego la enfermedad se fue a las cabeceras departamentales: Masaya, León, Matagalpa y Chinandega. Y ahora se encuentra, según las propias estadísticas del Observatorio, en el 88 por ciento de los municipios del país. “Muchas son zonas aisladas donde la obtención de los datos y la detección de los casos es más difícil. Pero también pasan desapercibido porque los muertos son menos por la poca densidad”, explica el experto.
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En esto también incide que hay muchos contagios en jóvenes asintomáticos, como lo reveló el Observatorio en la última semana.
Medidas
Aunque el gobierno no ha aceptado el impacto real de la epidemia de coronavirus, a como lo muestran las estadísticas sobre la enfermedad, los ciudadanos han tomado medidas desde mediados de mayo. “En mayo y junio la tasa de mortalidad estuvo altísima”, dice el salubrista y agrega: “La gente se dio cuenta que la epidemia eran en serio y comenzaron a tomar medidas”, dice.
Un informe del Comité Científico Multidisciplinario, basado en una análisis de sobremortalidad hasta el 22 de julio, estimó que las muertes sospechosas por coronavirus ascendieron hasta 4429.
Según el experto, esto provoco que, en primer lugar, las personas empezaran a utilizar mascarillas, se quedaran en casa y se lavaran las manos más seguido.
En segundo lugar, el sistema educativo fue suspendido por algunas semanas e instituciones del gobierno mandaron a sus trabajadores a realizar sus labores desde la casa. “Esto habla de lo importante que fue suspender el sistema educativo, pero más que eso, es que los padres no han mandado a su hijos a clases cuando se volvieron a abrir”, valora Carlos Hernández.
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A esto agrega que organizaciones como la Policía han indicado mascarillas para los oficiales que andan en las calles. “Las medidas se toman ahora, pero los efectos impactan semanas después. Esta meseta de supuesta tranquilidad puede ser de las medidas que se tomaron anteriormente”.
Por otro lado, la Iglesia católica suspendió misas y actividades religiosas; y los pastores evangélicos suspendieron los cultos religiosos. “Muchos pastores evangélicos fueron afectados porque estos templos son focos de contagios”, dice el especialista, y explica que en los templos evangélicos el riesgo se aumenta porque son lugares más pequeños, los cultos son más seguidos y se realizan más alabanzas, por lo tanto, hay mayor proliferación de gotas de salivas. “La suspensión de estas actividades han ayudado a que se tuviera esta relativa calma en los casos”, agrega Hernández.
Más experiencia
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Para ningún nicaragüense es un secreto que varios hospitales públicos fueron saturados durante mayo y junio. Según el especialista, esto se debió a la poca preparación que tuvieron para enfrentar la pandemia. “Una de las medidas que tomaron fueron los entierros exprés o nocturnos”, dice el especialista. Sin embargo, en las últimas semanas el propio gobierno ha anunciado la compra de respiradores y camas de Unidades de Cuidados Intensivos. “Ahora están mucho mejor preparados. Los médicos han agarrado más experiencia. Hay mejores procesos…. Pero que estén preparados para lo que se viene, no lo sé”, agrega.