Los nicaragüenses residentes en Estados Unidos (EE.UU.) realizarán protestas a las afueras de las embajadas de los gobiernos miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington, D.C., para presionar porque en la Asamblea General del organismo se declare “ilegítimo” al régimen de Daniel Ortega, una arma jurídica que permitiría incrementar las sanciones directas contra miembros de la dictadura, informaron grupos de exiliados.
Haydée Castillo, defensora de derechos humanos, está coordinando con las organizaciones de nicaragüenses residentes en EE.UU. “las acciones de lucha”, para que la comunidad internacional no baje la presión para que Ortega desista de la represión, libere a los 99 presos políticos y acepte reformas electorales que garanticen elecciones democráticas. Ella misma se encuentra exiliada debido al asedio y amenazas contra ella y su familia por los grupos de choque orteguistas
La Asamblea General de la OEA se realizará los días 20 y 21 de octubre del 2020 y la “situación de Nicaragua” sería incluida como tema central, a solicitud de las misiones permanentes de Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Paraguay y los EE.UU. La expectativa es que la mayoría de los 34 estados y gobiernos miembros activos de la Organización aprueben la aplicación de la última fase de la Carta Democrática Interamericana al régimen de Ortega, lo que supondría una contundente acción política y democrática que abriría el camino a desconocerlo como gobernante legítimo de Nicaragua.
Lo planeado por la diáspora nicaragüense es cada fin de semana a partir de septiembre hacer plantones y marchas a las sedes diplomáticas de los estados miembros de la OEA en Washington D.C.
Durante el «XII Foro: Secuestrados políticos en Nicaragua: Libertad!», realizado en línea, el pasado sábado, organismos sociales con las asociaciones de familiares de víctimas de la represión, excarcelados y familias de los presos políticos, acordaron coordinar las protestas afuera de las embajadas de los gobiernos miembros, sobretodo de los países aliados del régimen o aquellos que aún dudan en sumarse a la mayoría en la condena al orteguismo por las violaciones a los derechos humanos cometidas. Las marchas también serán a las sedes del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y de la Organización Naciones Unidas (ONU).
Castillo señaló que es “importante” que los nicaragüenses, sobretodo las víctimas y sus familias, se hagan escuchar ante los embajadores para que entiendan que la crisis en Nicaragua no acabará mientras Ortega no se sienta acorralado.
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“Nos comprometemos a tocar todas las puertas necesarias, porque ahora más que nunca necesitamos que la Asamblea General de la OEA declare ilegítimo al régimen porque eso permitirá que hayan más sanciones”, dijo la activista Castillo.
Uno de los primeros pasos fue conformar una sola mesa de trabajo de las organizaciones de víctimas y sus familiares, de excarcelados y de las familias de reos políticos para que actúen coordinadamente con sus demandas ante la comunidad internacional.
Rechazan elecciones con presos políticos
Guillermo Belt, exfuncionario de la OEA, quien participó en el foro, recomendó a las organizaciones que se insista en presentar el informe de las violaciones a los derechos humanos atribuidos a la dictadura de Ortega de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por cuanto “es difícil para un país de la OEA, por mucho que simpatice con el régimen, contrarrestar las pruebas presentadas por la CIDH”.
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“Es muy importante que las organizaciones que defienden a los presos políticos se presenten unidas como una sola y planteen sus demandas ante la OEA”, dijo Belt. Uno de los temas en los que se recomendó asumir posición es no aceptar que la oposición nicaragüense participen en las próximas elecciones nacionales, previstas para noviembre del 2021, mientras haya presos políticos.