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Cubanos en Nicaragua

Centroamérica terminará el 2020 con una fuerte caída de su crecimiento, asegura la Cepal. LAPRENSA/ARCHIVO

Dante Mossi, presidente ejecutivo del BCIE: “Muchas personas no van a tener un trabajo al que retornar” después de la pandemia

La economía de Centroamérica perderá cerca de 26 mil millones de dólares por impacto de la pandemia, equivalente a dos veces el Producto Interno Bruto de Nicaragua, advirtió Mossi. Estos son los escenarios para Nicaragua y la región.

Centroamérica da los primeros pasos para reactivar su economía, pese a que el Covid-19 sigue azotando fuertemente a todos los países. La aparición del SARS-CoV-2, y las posteriores medidas que se aplicaron para evitar más estragos —confinamiento y cuarentena—, provocaron que la economía mundial y por ende la del istmo, incluyendo a República Dominicana, se fuera en picada: se estima que la región caerá 6.2 por ciento. Los pronósticos para quienes han perdido un empleo son desalentadores.

Mediante el Foro virtual Impacto Económico y Social del Covid-19 y Desafíos Futuros para Centroaméria y República Dominicana, organizado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), este jueves, el presidente ejecutivo del BCIE, Dante Mossi, durante su intervención dijo que “la pérdida del PIB (Producto Interno Bruto) regional  se estima en 26 mil millones de dólares, que equivaldría al PIB completito de El Salvador, de Honduras, y dos veces el monto del PIB de Nicaragua. Así de grande es la pérdida estimada del PIB de la región centroamericana”.

En el foro se analizó la dimensión del impacto económico y social que supone la actual crisis de la pandemia en la región, además de República Dominicana; el efecto en el crecimiento económico de Centroamérica, valoración de las medidas, políticas monetarias y fiscales implementadas por los gobiernos para mitigar los efectos negativos derivados de la pandemia.

Mossi explica que la contracción económica en el segundo semestre de este año va a ser muy severa. Una vez que la economía empiece su apertura, “muchas personas no van a tener un trabajo al que retornar”. “La seguridad del empleo ha sido sacudida”, alertó. Por ende, esto implica más esfuerzo de los países.

En términos de comercio internacional, expresó Mossi, “tenemos que continuar y redoblar esfuerzos para asegurarnos que el comercio de la región centroamericana se intensifique y cuando digo región centroamericana también me refiero a República Dominicana. Tenemos que intensificar el comercio con el Caribe, porque nuestro mercado regional va a ser realmente una alternativa muy viable para nuestros países, que permita estimular el comercio”, señaló el presidente ejecutivo del BCIE.

Con la llegada del SARS-CoV-2 en marzo, los gobiernos del istmo se alertaron y empezaron a establecer medidas para evitar una rápida propagación de los contagios, con ello evitarían el colapso de las unidades de salud.

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Las cuarentenas, toque de queda, horarios escalonados, fueron medidas que según la decisión de cada gobierno se implementaron en toda la región. También hubo cierre de fronteras, limitaron vuelos hasta clausurar sus cielos y ha sido hasta este mes que buscan la reactivación, bajo específicos protocolos de bioseguridad. Nicaragua, por su parte, no puso en práctica ninguna medida tomada por sus homólogos. Sin embargo, tampoco protegió su economía, el golpe del Covid-19 lastra las finanzas públicas.

Domingo González, secretario ejecutivo del Semca (Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano), estuvo a cargo de explicar en el foro los principales efectos sobre las políticas monetarias y cambiarias, y alternativas de propuestas para mitigar el impacto negativo en las economías de la región.

González sostuvo que los bancos centrales han utilizado todo el armamento para ayudar a contener la crisis económica y aportar a los gobiernos a superar el problema. “Los bancos centrales han incidido en mantener en el mínimo posible las tasas de política monetaria que permiten nuestra economías”, destacó.

Abordó una serie de medidas que los bancos centrales han echado andar en otros países, pero no del todo en Nicaragua. Por ejemplo, el Banco Central de Costa Rica redujo la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 0.75 por ciento anual; en Guatemala se estableció en 1.75 por ciento, en Honduras está en 3.75 por ciento, en República Dominicana en 3.5 por ciento. Pero en Nicaragua al no tener una tasa de referencia en sí, utiliza la tasa de reporte monetario, por lo que la ubicó en 4.5 por ciento.

Nicaragua con pobre ejecución de medidas

González realizó una radiografía de la respuesta de política económica de la región y se basó en doce medidas, de las que Nicaragua apenas ha cumplido cuatro. Las que el régimen orteguista sí aplicó fueron: ajuste a la baja de Tasa Líder de Política Monetaria, modificaciones a política de encajes o reservas; políticas macroprudenciales más laxas, y flexibilización de condiciones laborales.

Mientras los otros países establecían, casi desde el inicio de la crisis sanitaria,  apoyo a deudores o a la micro, pequeña y mediana empresa (mipymes); programas de apoyo a desempleados u otorgaban subsidios, ajustes a tarifas públicas, el régimen de Daniel Ortega prefería minimizar la pandemia y tardó más de tres meses para empezar a adoptar algunas medidas económicas, que a criterio de analistas, llegaron tarde, cuando la crisis sanitaria estaba haciendo estragos económicos.

Con las políticas laxas se le da oportunidad a la banca comercial de poder renegociar en términos de deuda cuotas sin aplicar mora o intereses moratorios, renegociar los nuevos términos, explicó el especialista. En República Dominicana se han otorgado hasta 90 días para renegociar los nuevos términos y garantías de los créditos, congelando las calificaciones de las carteras, ejemplificó.

En junio de 2020, el BCN emitió una resolución del Consejo Directivo en la que anunció que liberaba a la banca comercial de la obligación del encaje legal, requerido por un monto máximo de 4, 000 millones de córdobas para que esta las use para entregar préstamos a las actividades económicas. Sin embargo, analistas explicaron que estas medidas son insuficientes porque no están apegadas a la realidad.

También la Superintendencia y Otras Instituciones Financieras de Nicaragua publicaron una normativa que permitía a la banca renegociar contratos de deuda, pero estableció diversas barreras para que las entidades financieras pudieran otorgar moratorias a los deudores, lo que en la práctica dejaba inutilizable el mecanismo.

Gobiernos deben apoyar la recuperación

Para González, los bancos centrales de Centroamérica  han realizado de todo en el marco de su esquema de política monetaria y cambiaria, por ende, considera que la responsabilidad de salir de la crisis corresponde más a los gobiernos, en el sentido de seguir apoyando la recuperación.

Agrega que dado que las variables financieras y cambiarias se mantienen en orden, se espera que no haya mayores presiones en términos de inflación, puesto que no se nota una presión en el mercado crediticio, ni en el lado del consumo. Los efectos están más concentrados en las caídas sustanciales del PIB, explicó.
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Señala que si los efectos negativos sobre algunos sectores económicos se mantienen por un tiempo suficientemente prolongado, los sistemas financieros en la región podrían presentar deterioro en sus balances, profundizando aún más el impacto inicial. Por ello, considera que es necesario asegurar recursos para que la inversión pública sea consistente con las necesidades de crecimiento de la región.

Crecimiento en números rojos

De hecho Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, explicó durante su ponencia en el foro, que Centroamérica sufrirá una caída estimada de su Producto Interno Bruto (PIB) de -6.2 por ciento.

Todos los países, aunque hayan o no decretado cuarentena, tendrán un retroceso en su crecimiento. Las economías que más se contraerán, según estimaciones de la Cepal al cierre de 2020, son El Salvador con -8.6 por ciento, Nicaragua con el -8.3 por ciento, seguido de Panamá con el -6.5 por ciento.

“Centroamérica y República Dominicana enfrentan fuertes caídas de comercio, remesas, inversión y turismo”, detalló Bárcena. Cabe mencionar que la Cepal ha propuesto medidas para proteger a los hogares y el sector productivo y trabajan en otras iniciativas para su posterior valoración.

Asimismo, Melvin Redondo, secretario general del Sieca (Secretaría de Integración Económica Centroamericana), recordó que es necesario trabajar en el reforzamiento de los esquemas de cooperación e identificar factores de crecimiento.

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