El presidente del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), diputado Miguel Rosales, le propuso por segunda vez a la también diputada María Haydée Osuna que realicen una convención liberal en los próximos 60 días, en la ciudad de Matagalpa, para que sean los convencionales quienes elijan al presidente de ese partido, a cambio de que ella retire las impugnaciones ante el Consejo Supremo Electoral (CSE).
La propuesta de Rosales también implica la elección de los miembros del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PLC “cargo por cargo”. “De esta forma démosle la oportunidad al liberalismo y al PLC de fortalecerse. Esta elección cargo por cargo, del órgano más importante de decisiones ejecutivas como es el Comité Nacional del partido, jamás se ha hecho. Siempre se ha realizado a través de plancha, pero ahora yo le propongo a usted: hagámoslo cargo por cargo. A cambio yo le pido una cosa: retire del CSE las impugnaciones y el día de mañana que retire del CSE las impugnaciones, cuando usted salga del CSE, me comprometo a reconocerla a usted como presidenta nacional del PLC, hasta que realicemos esa convención y que los convencionales decidan”, dijo Rosales el viernes en una conferencia de prensa en la sede del partido, en Managua.
La diputada Osuna es la anterior presidenta del partido rojo. Ella y un grupo de miembros del PLC no están de acuerdo con la designación de Rosales como nuevo presidente, porque alegan que no se consultó a las bases liberales. Aunque Osuna fue retirada del cargo ejecutivo, aún es la representante legal del partido, por lo cual tiene el poder de reclamar e impugnar la decisión que tomó la cúpula del PLC, lo que ha generado una crisis en esa organización política.
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Esta es la segunda vez que Rosales le hace una propuesta a Osuna para dirimir el conflicto interno. A mediados de junio pasado, Rosales dijo que se reunió con Osuna y en esa ocasión también le pidió que realizaran una convención para medir fuerzas. El pasado 17 de agosto Osuna dijo que entregará el control administrativo del PLC a Rosales, cuando él “me traiga la certificación del Consejo Supremo Electoral donde lo reconoce como presidente”.
Este conflicto interno del PLC supone que la legalidad del partido queda en manos del CSE, una institución que actúa bajo los intereses del régimen de Daniel Ortega y toma decisiones a su conveniencia y no de manera justa.
El PLC es un partido controlado por el expresidente y caudillo Arnoldo Alemán, a quien los inconformes señalan de ser el responsable de imponer a sus más allegados en los cargos importantes, entre ellos a su esposa, la diputada María Fernanda Flores de Alemán.
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Rosales ha reconocido que esta pugna interna podría significar la destrucción de esta institución en manos del poder electoral, principalmente en momentos que el PLC está participando en un proceso de unidad opositora en la Coalición Nacional, para enfrentarse al régimen de Ortega.