CONTENIDO EXCLUSIVO.
CONTENIDO EXCLUSIVO.Nunca he sido partidario del criterio que señala que todo pasado fue mejor. A menudo esa expresión oculta un desprecio por el presente y a la vez es una condena al futuro que no conocemos.
Sin embargo, vale admitir que antes resultaba más fácil determinan quién era el mejor jugador del país que ahora. He dicho el mejor, no el más completo. Son dos conceptos bastante distintos.
En los años ochenta Julio Medina era una escogencia unánime como el mejor jugador a nivel local. En esos años, el jardinero rivense Juan Cabrera era más completo. Medina el mejor.
Medina era gran bateador de contacto, defensor solvente y con velocidad notable (174 robos), pero no tenía poder de jonronero (dio 69 HR). Cabrera no era Medina, pero a diferencia de Julio, tenía potencia.
Medina atrapó dos títulos de bateo y ganó elogios con su defensa y bravura al jugar. Acumuló 1,538 hits y .316 de por vida. Cabrera hacía de todo pero su brillo fue sobre todo a nivel local.
Sin embargo, Cabrera fue el primer 20-20 en robos y jonrones en una temporada (1993) y es el único bateador de 150 jonrones (165) y robador de 200 bases (209) en el beisbol nacional.
Ahora, si buscamos a los que sumaron 150-150 en robos y jonrones en la historia pinolera, nos encontramos solo a dos: Cabrera (165 HR y 209 BR) y Ramón Padilla (213 HR y 166 BR).
Luego pasamos a los años noventa y vimos el dominio de Nemesio Porras como el mejor del país. En esa época ganó seis títulos de bateo, cinco sobre .400, pero no corría mucho.
En esa época de Nemesio, Freddy García era el jugador más completo. Después vimos a Edgard López como el mejor y a Justo Rivas como el más integral. ¿Y ahora, quién?
Hemos tenido tremendos jugadores como Ramón Flores, Dwight Britton, Renato Morales, Ofilio Castro, Darrell Campbell, Elmer Reyes y otros, a la mayoría de los cuales ya los alcanzó el tiempo.
Mi escogencia como mejor jugador y de paso el más completo, hasta hace un año era Javier Robles, jardinero del Bóer. Líder de bateo en la Profesional y récord en hits conectados en los Pomares.
Pero es claro que Robles no ha sido el mismo desde el golpe que le asestó Nelson León y otros problemas personales que ha tenido. Su nivel ha bajado, aunque sigue siendo buen jugador.
Y no hay que dejar de ver a los jóvenes como Sandy Bermúdez, más allá del trabón en la Final. Es un buen pelotero y sus herramientas están ahí para llevarlo muy largo en nuestro beisbol.
Lo mismo sucede con los leoneses Norlando Valle y Marvin Martínez. Tienen un gran talento, igual que Luis Montealto del Frente Sur, quien debería llegar a ser un jugador muy completo.
Sin embargo, creo que el mejor jugador ahora mismo es Ofilio Castro. Su consistencia es llamativa y sus números son muy sólidos. Y el que le sigue debe ser Benjamín Alegría.
Castro tiene .377 en su carrera en Primera División. Ese es el promedio más alto de por vida para un jugador nacional y es el máximo hiteador en la historia de la Liga Profesional con 805.
Ha sido campeón bate en tres ocasiones en los Pomares y podría convertirse en el primer nica de 3,000 hits en la sumatoria de todas sus competencias (ligas menores, Primera División, Selección y ligas independientes).
Sin embargo, Ofilio no ha sido un jugador completo porque ha carecido de fuerza y velocidad. En sus 16 años en Primera División acumula 46 jonrones y nunca ha bateado diez en una campaña. En robos tiene 45, pero su bate, guante y brazo, han sido formidables.
Aún a sus 37 años es una garantía en tercera base o donde lo sitúen.
Alegría necesita ser más consistente con su guante. Ha menudo atrapa las difíciles y falla con los batazos de rutina. Y tiene que mejorar sus instintos sobre las bases, pero su bate y brazo son cosas serias y solo tiene 23 años.
Así que creo que el mejor jugador es Ofilio en este momento, pero el que le sigue es Benjamín. Y el más completo podría ser Ramón Flores, quien mejoró sus acciones este año.
Edgard Rodríguez está en Twitter: @EdgardR