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Paulo Abrao, secretario ejecutivo de la CIDH cuando estuvo en Nicaragua en 2018. LA PRENSA/ARCHIVO.

CIDH: “Secretario General de la OEA retrocedió más de 20 años la independencia y autonomía de la Comisión”

El jurista y exvicecanciller de Nicaragua, José Pallais Arana, manifestó que esta situación de parálisis de la CIDH no es conveniente para su labor de verificación de la situación regional de los derechos humanos

Por segundo día consecutivo continuaron saliendo a la luz las diferencias entre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA), por la falta de renovación del contrato de Paulo Abrão como Secretario Ejecutivo de la CIDH.

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La CIDH informó este miércoles que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, se niega a extender el contrato e hizo una exposición cronológica del problema en un documento denominado “Información relevante sobre el proceso de renovación del período del secretario ejecutivo y el atentado contra la independiencia y autonomía de la CIDH”. En ese documento la CIDH afirma que la falta de reconocimiento de Almagro a la autonomía e independencia de la CIDH, hacen retroceder a ese organismo “más de 20 años”.

En el escrito menciona que el artículo 21 del Estatuto de la CIDH establece que el Secretario Ejecutivo será designado por el Secretario General de la OEA en consulta con la CIDH; asimismo señala que para que el Secretario General pueda proceder a la separación del Secretario Ejecutivo de la CIDH “deberá consultar su decisión con la Comisión e informarle de los motivos en que se fundamenta”, entre otras exposiciones. Y el artículo 22 del mismo Estatuto consagra que “la CIDH podrá formular y adoptar su propio Reglamento de acuerdo en el mismo”.

Almagro insiste en las denuncias contra Abrão

A Abrão se le venció su primer período de Secretario Ejecutivo el pasado 15 de agosto, pero Almagro se abstuvo de renovarlo en ese cargo alegando que está bajo investigación, con base en dos informes: uno de la Secretaria de Asuntos Jurídicos (SAJ) y uno de la Ombudsperson de la OEA (emitido antes, el día 10 de agosto) sobre asuntos relacionados a abuso laboral con funcionarios del organismo regional.

Segun la CIDH, el informe de la SAJ dejó establecido que el secretario general Almagro “cuestiona las atribuciones de la CIDH para seleccionar a su Secretario Ejecutivo y reglamentar el procedimiento público para la selección del nombre propuesto para la SE y también para fijar un periodo de cuatro años que podrá ser renovado por una vez”.

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El secretario general también “relativiza el Reglamento de la CIDH: la opinión jurídica declara que el Reglamento de la CIDH es solo una interpretación no vinculante del Estatuto de la CIDH y que, por lo tanto, el Secretario General no está obligado a cumplirlo; agrega que el Secretario General puede elegir al Secretario Ejecutivo y que la opinión de la CIDH es solo una sugerencia, retrocediendo más de 20 años en la independencia y autonomía de la Comisión”.

CIDH se niega a someterse presiones políticas

El presidente de la CIDH, Joel Hernández, afirmó el martes que la base del problema es la intención de quererle quitar la facultad a ese organismo de nombrar a su Secretario Ejecutivo, lo que los somete a presiones políticas.

“Si la Comisión no puede nombrar a una persona de su confianza para llevar a cabo el trabajo que la Comisión le encarga, entonces la Comisión no puede ser autónoma e independiente. Para que la Comisión sea autónoma e independiente no puede estar sujeta a ninguna presión política, y una manera de estar blindada contra las presiones políticas es precisamente esta faculta de nombrar a su Secretario Ejecutivo”, dijo Hernández.

En 2018 Abrão tuvo un rol muy importante en Nicaragua como Secretario Ejecutivo de la CIDH. Ese año hizo una investigación de campo de la situación de Nicaragua, cuando el país comenzó a vivir la brutal represión armada del régimen de Daniel Ortega contra las protestas civiles. La investigación de Abrão confirmó la muerte de más de 320 personas por la represión contra las protestas civiles.

Conflicto afecta lucha por los derechos humanos

El jurista y exvicecanciller de Nicaragua, José Pallais Arana, manifestó que esta situación de parálisis de la CIDH no es conveniente para su labor de verificación de derechos humanos. Pallais descartó que haya un trasfondo político detrás de la falta de renovación del contrato de Abrão, pero sí valoró que existe el riesgo de que un sustituto en el cargo de Secretario Ejecutivo de la CIDH “no vaya a tener el mismo nivel de compromiso que tuvo Abrão con la defensa de derechos humanos o si es una persona que es influenciable por los Estados”.

Por su parte, el sociólogo y analista político, Óscar René Vargas, sí valoró que puede haber un efecto en la credibilidad del trabajo de Abrão.”Al dejar en  entredicho la gestión de Abrão en la CIDH, podrían cuestionar la imparcialidad de los informes de campo recogidos a partir del 2018 en Nicaragua, factor que facilita la negociación deseada por los poderes fácticos. Sin embargo, cualquier posibilidad que contemple la permanencia de Ortega-Murillo en el poder, no trae la estabilidad política que necesita el país para arrancar”, manifestó Vargas en su análisis sobre lo que acontece en la CIDH.

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