La Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) sufrió su segunda fisura con el anuncio del movimiento autoconvocado de Jinotega de separarse de la organización, argumentando que hay exclusiones en los consejos territoriales y que el consejo político nacional de la organización no atiende los reclamos de las bases.
Los autoconvocados organizados en la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia de Jinotega, en un comunicado este 26 de agosto, notificaron “que a partir de la fecha, hacemos formal renuncia a nuestra membresía dentro de la Unidad Nacional Azul y Blanco, sin que ello implique que hayamos claudicado en nuestra lucha por lograr una Nicaragua convertida verdaderamente en República”.
Se quejaron de que ser “desplazados” en la estructura de los consejos municipales” de la UNAB en el departamento, así como que “faltas de respeto” por parte de los delegados nacionales, aunque no precisaron nombres.
Esta es la segunda organización local de los movimientos surgidos en las protestas antigubernamentales que se separan de la UNAB. El grupo de la Unidad Azul y Blanco de Masaya se retiró por la falta de la beligerancia organizativa y aduciendo los errores de funcionamiento interno, contrarios a la lucha.
Los miembros de la Alianza de Jinotega son parte de la UNAB desde octubre del 2018. Antes de hacerse a un lado, el movimiento aseguró, en el comunicado, que intentaron acuerdos con miembros del consejo político de la UNAB, pero no lograron superar las diferencias.
“Hemos expuestos nuestros planteamientos, siendo ignorados; asimismo nos hemos unido a las solicitudes de rendición de cuentas y apego a los lineamientos democráticos contemplados en los documentos de funcionamiento de la Unidad, sin embargo no hemos sido escuchados, todos estos esfuerzos han sido infructuosos, lo que nos permite afirmar que la Unidad Nacional Azul y Blanco ya no es la organización en la cual nos sentimos representados”, reza la carta de la Alianza jinotegana.
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La posición del consejo nacional a la salida de otro movimiento social, es que “es normal”, pero defendieron que el consejo municipal de la UNAB en la zona fue “electo democráticamente”.
Sobre los señalamientos de exclusiones, la posición del consejo es que se abordaron las “inconformidades y propuestas”.
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“Es importante aclarar que este retiro no significa que abandonan la lucha. Sino, que como organización tienen derecho y autonomía a tomar sus propias decisiones. Con esta organización nos seguiremos encontrando en este proceso de lucha cívica”, expresaron los directivos de la UNAB a LA PRENSA. La UNAB tendría organizaciones en 120 municipios del país.