La familia Alonso, de León, continúa siendo blanco de la Policía Orteguista. Esta vez le tocó turno a la doctora Marcela Alonso Gómez, cuya vivienda, fue ilegalmente allanada este viernes por la Policía, quien le decomisó una computadora y un celular, informó la afectada.
“¿Díganme bajo qué acusación me van a allanar la casa?, entonces me dijo: porque los vecinos la acusaron que aquí hay expendio de drogas y tope de objetos robados “, contó la doctora Alonso a LA PRENSA.
“Ellos ya tienen rato de estar viniendo y se me apostan afuera de la casa pero nunca me habían hecho nada, (…), mi susto es cuando veo que le están diciendo a mi cuñado, o abren o entramos a la fuerza, entonces no quería que me rompieran la verja y le dije a mi cuñado que los dejara entrar”, agregó.
Según la doctora, antes de que ingresaran a la vivienda, ella les solicitó a los policías una orden de allanamiento, como lo establece la ley. Sin embargo, los oficiales le dijeron que no la necesitaban porque “aquí en Nicaragua eso de las órdenes de cateo no tienen nada que ver, aquí la Policía es la que manda y no necesitamos ninguna orden”.
La doctora Alonso Gómez considera dicha acción como “asedio político” porque sus familiares son reconocidos opositores al régimen de Daniel Ortega.
Alonso asegura sentir temor de que los policías regresen a su vivienda, porque considera que pueden hacer lo mismo que hicieron el pasado 25 de noviembre en la vivienda de otros familiares. “¿Usted vio lo que le hicieron a mi hermana María Eugenia a su marido y a su hijo? Entonces tengo miedo de que me hagan eso a mí”, manifestó.
En esa ocasión el comisionado de la Policía en León, Fidel Domínguez, irrumpió junto a un grupo de policías fuertemente armados, en la vivienda de la familia Reyes Alonso, destrozando objetos de la vivienda para posteriormente obligar a los miembros de la familia a decir “no joder militantes sandinistas” mientras los grababan.
“Atropello inminente a los derechos humanos”
El hecho fue denunciado a través de Twitter por la abogada Yonarqui Martñinez, quien catalogó el allanamiento como “atropello inminente a los derechos humanos”.
“Han allanado de manera ilegal a la doctora Marzelita Alonso médico pediatra de León. Le han sustraído una computadora y un celular. Policía continúa violentando los Derechos humanos”, escribió Martínez, quien además adjuntó una fotografía del recibo policial, mismo que catalogó como “informalidad”, debido a que se trata de una hoja de papel sin el sello de la Policía.
Atropello inminente a los derechos humanos. Han allanado de manera ilegal a la dra Marcelita Alonso médico pediatra de león.Le han sustraido una computadora y un celular.Policia continúa violentando los DDHH. Que informalidad en el recibo policial. pic.twitter.com/VPElZ516BC
— Yonarqui Martinez (@YonarquiM) August 29, 2020
La doctora Magda Alonso, familiar de la afectada, pidió a la oposición que definan su postura porque la dictadura continúa violando derechos humanos. “Un atropello más a mi familia. Urge que los que nos representan se pongan de acuerdo, porque es el pueblo el que resiste en silencio”, reclamó Magda Alonso.
El allanamiento, considerado otro ataque más contra la familia Alonso, también fue denunciada por el politólogo y miembro de la Coalición Nacional, Félix Maradiaga, quien se solidarizó con la pediatra.
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“Mi solidaridad con ella y su familia ante talles circunstancias, a pesar de los esfuerzos intimidatorios del régimen seguimos avanzando en unificar esfuerzos que nos conduzcan a lograr los objetivos de salir de la dictadura hacia la democracia”, escribió Maradiaga.
Mi solidaridad con ella y su familia ante talles circunstancias, a pesar de los esfuerzos intimidatorios del régimen seguimos avanzando en unificar esfuerzos que nos conduzcan a lograr los objetivos de salir de la dictadura hacia la democracia.
— Maradiaga (@maradiaga) August 29, 2020
Desde las protestas cívicas iniciadas en abril de 2018, la familia Alonso ha protestado y denunciado los atropellos cometidos por la dictadura de Daniel Ortega, lo que le ha valido, hasta la fecha, ataques y el asedio casi permanente de la Policía como represalia por estar contra el régimen.