CONTENIDO EXCLUSIVO.
CONTENIDO EXCLUSIVO.La última vez que Deivi García había trabajado con los Yanquis este año, había sido el 11 de marzo pasado durante el Spring Training. Lanzó en un trayecto de tres innings y no se vio bien contra los Miami, mientras admitía tres carreras.
Un día después, las Ligas Mayores decidieron suspender los entrenamientos por el coronavirus y el joven lanzador de Bonao, República Dominicana, vio truncada la oportunidad de pelear más por un lugar en el equipo de los Yanquis para este 2020.
Se marchó a casa con un poco decente récord de 0-2 y 7.36 en la primavera, pero no hubo drama porque ya todos conocían lo que era capaz de hacer, después de verlo ponchar a 416 bateadores en 293.2 innings lanzados en las Ligas Menores.
“Es un asunto de esperar por la oportunidad, y cuando esa oportunidad llegue, tú tienes que hacer el trabajo”, dijo García sin amargura al momento de marcharse. Este domingo la oportunidad le llegó y él probó que estaba listo para aprovecharla.
Durante seis entradas, el dominicano mostró la compostura de un veterano y con la habilidad habitual se dedicó a mezclar sus envíos y repasó sin problemas al line up de los Mets, reducido a cuatro hits y una carrera, mientras le metía seis ponches.
En su historia, los Yanquis no habían tenido un lanzador debutante con tanto dominio, es decir, que lanzara al menos seis entradas sin admitir carrera limpia ni otorgar bases por bolas. García lo hizo con 75 disparos durante ese trayecto en el Bronx.
García solo mide 5’9 pies y su peso no llega a 170 libras, pero suelta disparos a 93-94 millas. Tiene una mecánica muy limpia y una extensión adecuada. Su arma es su comando. Puede soltar todos sus lanzamientos cuando desee y sin importar el conteo.
Su mejor envío es la curva (de 12 a 6), cuyo spin (velocidad de giro) es superior a 2,900 revoluciones por minuto. El average de spin para la curva en las Mayores es 2,536 rpm. Así que García está sobrado. “Tiene habilidad especial para rotar”, dice Aaron Boone.
Luego está su slider, el que según Baseball America, es el mejor en el sistema de los Yanquis. Y ahora agregó el cambio de velocidad, que tiene mucho engaño al final. Eso le mejora su recta, que parece mucho más veloz en medio de todos los otros envíos.
Y sí a eso se le agrega que García es un feroz competidor, con gran equilibrio emocional, entonces ahí está un gran prospecto que solo necesitaba un poco más de cocción en las Ligas Menores para el aprovechamiento de su chance con el equipo grande.
Claro en beisbol no hay garantías de nada y García sabe que lo peor del éxito precoz, es la dificultad que representa superarlo, pero no hay dudas que ha iniciado con buen pie. Ahora falta ver su mantendrá el ritmo en ese ambiente tan competitivo.
Firmado por los Yanquis en el 2015, García recibió un bono de 200 mil dólares y ha florecido con mucha rapidez a través de las Menores. Inicialmente fue infielder y jardinero, pero la soltura y la potencia de su brazo lo movieron hacia el montículo.
Y aunque no se sabe que pasará en el futuro, al menos el domingo, puso la realidad a la par de las expectativas. Su debut estuvo al nivel de un prospecto que es tercero en el sistema de los Yanquis y el número 65 entre los mejores de todos el beisbol.
Desde sus inicios en las Menores lo han comparado con la leyenda Pedro Martínez, pero ese tipo de analogía, más que una bendición, parece un reto a veces difícil de emular. Quizá los Yanquis van a estar contentos si él llega a mostrar su mejor versión.
Edgard Rodríguez está en Twitter: @EdgardR