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Diputados, BCIE, Asamblea Nacional, insultos, censura, FSLN, clientelismo político, viviendas, Nicaragua

La orteguista Maritza Espinales (al centro) impuso la censura durante el debate de la aprobación del préstamo del BCIE paa viviendas. LA PRENSA/ ARCHIVO/ JADER FLORES

Censura de los orteguistas y denuncias de “clientelismo político” dominan debate parlamentario

La sesión la dirigió la primera vicepresidenta de la directiva, la orteguista Maritza Espinales, quien "cortó el tiempo" a diputados del PLC que intervinieron, pero a Wálmaro Gutiérrez lo dejó hablar nueve minutos y 76 segundos

Censura al tiempo de intervención de los diputados liberales, insultos, palabras soeces y discursos electoreros fue el ambiente en que se desarrolló la sesión en la Asamblea Nacional este 3 de septiembre, donde los diputados orteguistas aprobaron el préstamo con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para financiar un proyecto de viviendas de interés social.

La reacción virulenta de los orteguistas se debió a la denuncia de los del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y de Yatama, de que este programa es una “ilusión”, debido a que los altos niveles de desempleo en el país dejan sin posibilidad de acceder al crédito de vivienda a las familias a las que se dirige, además que tiene un enfoque “clientelista”  para ser usado por el régimen para obtener votos, de cara a unas eventuales elecciones nacionales del 2021.

La sesión la dirigió la primera vicepresidenta de la directiva parlamentaria, la orteguista Maritza Espinales, quien les cortó el tiempo en el micrófono a tres de los diputados del PLC que intervinieron, alegando que se excedían de los tres minutos reglamentarios. Aunque Espinales no aplicó esa ley con los de su bancada del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), ya que al parlamentario Wálmaro Gutiérrez lo dejó hablar nueve minutos y 76 segundos.

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Maritza Espinales impuso censura mientras Gustavo Porras se dedicó a comer

Espinales condujo el debate, a pesar de que estaba el presidente Gustavo Porras, quien le cedió su silla para dedicarse a tomar café, comer frutas, hablar por teléfono y revisar su tableta electrónica. El diputado, sancionado por señalamiento de violaciones a los derechos humanos, se reía de forma burlesca, al ver el enojo de los liberales cuando Espinales les apagaba el micrófono.

“Aquí hay una Ley Orgánica del poder legislativo, no se les censuró. Deben de ser coherentes, deben de preparar documentos más breves, no verborreas”, fueron parte de los señalamientos de la orteguista Espinales, cuando le cortó la palabra a la liberal Azucena Castillo.

La norma legislativa que solo aplican a los diputados opositores

La Ley Orgánica del poder legislativo norma en el artículo 119 que en los debates de leyes, cada diputado podrá “hacer uso de la palabra, sobre un mismo tema o artículo, hasta dos veces; la primera vez hasta por cinco minutos y la segunda hasta por tres minutos”. Aunque ese mismo articulado deja a “criterio” del presidente del parlamento nacional poder “modificar la duración de las intervenciones y otorgar la palabra por el orden o por alusión personal”.

Antes de que a Castillo se le suspendiera abruptamente su intervención, denunciaba en el plenario que el préstamo por 171.6 millones de dólares del BCIE para el programa de vivienda social no tendría el éxito esperado, al no ajustarse a la realidad de los nicaragüenses.

Más de dos millones de personas cayeron en la pobreza desde 2018 de acuerdo con investigaciones de centros de estudios especializados, debido a la recesión económica, provocada por la crisis sociopolítica como consecuencia de la represión del régimen y los efectos de la pandemia del Covid-19.

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Castillo expuso que debido al galopante desempleo en el país, miles de personas dejaron de recibir ingresos económicos estables, y otros han pasado a la informalidad.  El hecho que el programa de vivienda condicione que para acceder al crédito las familias deben de tener ingresos equivalentes a cuatro y siete salarios mínimos de la construcción, “es un agravio y es mentirle al ciudadano”, señaló la parlamentaria.

“Todo es con fines populistas, es clientelismo político en la recta de las elecciones del 2021. (…) No nos dejan expresar porque les incomoda la verdad”, añadió Castillo, exministra de Comercio, segundos antes que le apagaran el micrófono, por decisión de la parlamentaria orteguista Espinales, como presidenta en funciones en el plenario.

Otros diputados a quienes les cortaron su intervención

Los otros dos diputados del PLC censurados en sus intervenciones fueron Walter Espinoza y Adilia Salinas, quienes también expusieron que con el préstamo del BCIE el régimen reconoció el problema del déficit habitacional que vive el país.

“Dice la iniciativa del préstamo que los sectores a beneficiar por sus condiciones socioeconómicas son madres solteras, adultos mayores, familias numerosas, personas con discapacidad… paro de contar. Todos ellos viven de empleos informales. ¿Creen que podrán optar a estas 7,000 viviendas (que ofrece el programa)? Les ponen trabas de que deben tener ingresos mínimos de salarios y esa  gente no tiene esos ingresos. Esta dictadura usa a estas familias vulnerables para convencer al BCIE que los financian, pero mintiendo”, dijo el diputado Walter Espinoza.

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Piden que el BCIE vigile uso de los recursos

El diputado por el partido Yatama, Brooklyn Rivera, también denunció que el partido gobernante FSLN “busca garantizarse los votos” en las elecciones nacionales del 2021 con este tipo de programas de viviendas, “que ofrece la ilusión a las familias pobres”, pero que sus condiciones son excluyentes.

A Rivera le ajustó los tres minutos que le permitieron hablar, para advertir al BCIE que vigile el uso de los recursos que entrega al régimen. Denunció que organizaciones religiosas en el municipio de Bilwi, en la Costa Caribe Norte, mandaron una carta al dictador Daniel Ortega, con copia al presidente de la Asamblea, Gustavo Porras y al de la Comisión Económica, Wálmaro Gutiérrez, de supuestos malos manejos con el financiamiento del proyecto del hospital que se construye en esa zona.

“El coordinador de gobierno en Bilwi (de quien no mencionó nombre) se ha apropiado de 75 mil dólares de la venta de tierras, arenas y piedras para la construcción del hospital. Tanta pobreza que tenemos y los pocos recursos y estas personas roban al pueblo. Por eso la denuncia del BCIE, para que los funcionarios no sigan robando”, dijo el diputado Rivera.

Gutiérrez sacó “caja de lustrar”

El último orador en el debate fue el orteguista Wálmaro Gutiérrez, lo que ya es costumbre, quien insultó a los del PLC porque se retiraron del hemiciclo, debido a que no les permitieron exponer sus argumentos.

“Se justifica en la lógica de la vergüenza, porque si estuviese en su lugar, no me hubiera levantado, ni siquiera hubiera venido” a la Asamblea, empezó la agresión verbal de Gutiérrez. “Son sepulcros  blanqueados, simpáticos por fuera, pero podridos”, siguió insultando.

Gutiérrez calló sobre la denuncia de Brooklyn Rivera, prefiriendo decir que durante la dictadura orteguista desde 2007 “se han construido hasta la fecha 128,852 viviendas para igual número de familias”.

El BCIE es de los pocos organismos que aún le otorgan financiamiento a la dictadura, pero en la versión de Gutiérrez, “le damos las gracias a los organismos internacionales porque siguen confiando en el Gobierno de Reconciliación Nacional, aunque les arda a los del PLC y a la oposición de la Alianza Cívica y la Unidad Nacional Azul y Blanco”.

Gutiérrez tardó más de nueve minutos hablando, pero no le cortaron la palabra. La presidenta en funciones Espinales le agradeció por “ser eficiente” con el tiempo, sin embargo se le escuchó decir al segundo secretario de la directiva, Wilfredo Navarro, que Gutiérrez “no se ajustó”. Espinales aceptó que el parlamentario “se pasó un minuto”.

El préstamo para viviendas sociales con el BCIE fue aprobado con el voto de 72 diputados, setenta de los del FSLN y dos de sus aliados de la bancada PLI-ALN-Apre.

 

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