El abogado defensor de Abner Onell Pineda Castellón, acusado de asesinar a Jorge Rugama Rizo, de 42 años, por gritar «¡Viva Nicaragua libre!» a una caravana orteguista el pasado 19 de julio en La Trinidad, Estelí, ha presentado a cuatro testigos que indican que durante un forcejeo entre el acusado y la víctima “el arma de Pineda se disparó por accidente”, reveló el abogado acusador Eber Acevedo, miembro de la Comisión Permanente de Derechos Humanos.
“La estrategia que pretende presentar la defensa (del acusado) es la de la legitima defensa en vista que ha presentado alrededor de cuatro testigos los cuales dicen que Jorge Luis Rugama Rizo agredió a Abner, este se quería retirar del lugar, Jorge Luis se lo impidió, forcejean y en el forcejeo el arma se disparó accidentalmente”, manifestó Acevedo.
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Acevedo además agregó que la defensa del acusado pasó un escrito al juez donde pidió una reprogramación del juicio, que estaba previsto iniciar el lunes 31 de agosto, “en vista que una de las estrategias será aducir que Abner Pineda presenta perturbaciones psicológicas a partir del año 2018, producto de una serie de amenazas que le han hecho personas opositoras al gobierno porque Pineda es trabajador de la Alcaldía de Estelí”.
Buscan eximir al acusado de responsabilidad penal
Para Acevedo, con estas dos estrategias, la defensa de Abner Pineda busca eximir de cualquier responsabilidad penal al acusado.
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“Nosotros como acusadores particulares que estamos apoyando a la señora Luisa Rizo, mamá de la víctima, vamos a buscar como excluir esas pruebas en vista que es impertinente de que se alegue eso porque Jorge Luis nunca le profirió esas amenazas, por lo que no tiene nada que ver con el proceso”, explicó al bogado acusador.
Otra de las inconsistencias en el proceso identificadas por Acevedo es el delito por el que se acusa a Pineda. “La Fisalía lo está acusando por homicidio, cuando el verdadero delito es asesinato agravado”, señaló Acevedo.
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Según el relato de Luisa Rizo, testigo del crimen y madre de la víctima, su hijo se encontraba tomando licor el día del crimen y a una cuadra de su casa escuchó el sonido de una caravana sandinista, por lo que este procedió aponerse una mascarilla azul, le colocó una cinta blanca en el medio, salió de su casa y les hizo un gesto a los simpatizantes orteguistas que pasaban enfrente.
Posterior al gesto, varios miembros de la caravana, que era encabezada por Pineda, se regresaron para insultar a Rugama, por lo que su mamá intentó meterlo a la fuerza a la casa sin conseguirlo y, en medio de un aparente forcejeo, Pineda le propinó un disparo en el cuello a la víctima.
El abogado acusador aseguró que la fecha de inicio del juicio contra Pineda será notificada por el juez que lleva el caso.