Sin lugar a duda, la elección del Cosep este martes 8 de septiembre es un hecho que atrae interés y relevancia en nuestra sociedad. Concebido dicho organismo como un típico grupo de presión, o bien denominado por la doctrina como grupo de hecho que supuestamente debe de estar dentro de nuestro sistema político, bien regulado.
Pesa a manera de lastre sobre el Cosep su protagonismo en el devenir nacional en la última década, que ha sido visto como un ente de “cohabitación” con el gobierno, planteándose esta elección como una verdadera oportunidad para romper ese modelo.
De ahí la urgente necesidad tanto para ellos como gremio como para el bien de la nación, de una total renovación de su cúpula que traiga aires frescos, y la urgencia vital de enviar una señal más que correcta a los demás actores de la vida política del país, a fin de propiciar más calidad institucional y emular la decisión.
Esta elección es la oportunidad de oro, de demostrar fehacientemente que el empresariado desea y confía en la renovación de sus cuadros y que la nueva savia innove nuevos derroteros con estilos más democráticos, más abiertos, menos prepotentes, y dispuestos a respetar al otro por muy pequeño que sea. Que quede claramente demostrado como fruto de la elección, que si es cierto que como buenos hombres de negocio el incentivo y el lucro están de por medio, dichos intereses se limitan cuando está en juego el bien común, el bien del país.
Reto fundamental de los futuros nombrados deberá ser el propiciar rutas, planes y proyectos, para explorar pasos concretos encaminados a la “refundación de la República”.
Se espera y es necesario se asegure que dicha elección cuente con la participación de todos los sectores empresariales, para que de la misma salga una verdadera unidad de consensos, que marque un antes y un después de dicho acontecimiento.
Se impone la necesidad de perfilar a cada uno de los candidatos, desgraciadamente un intento plausible patrocinado por el Instituto Nicaragüense de Desarrollo (Inde) y acogido por Mario Hanon, de que previa a la elección las cámaras que componen dicho organismo presenciaran un debate para que cada uno de los aspirantes tuviese la oportunidad de plantear su planes, proyectos y estrategias, se frustró perdiéndose una verdadera oportunidad y una dinámica distinta para airear el ambiente.
La necesidad de ordenar la casa, revisar, actualizar y poner en una perspectiva real sus estatutos es tarea fundamental de la nueva junta directiva. El restablecer la autonomía de las cámaras que lo componen, deshaciéndose del modelo centralista hasta ahora impuesto, se vuelve toda una prioridad. Se necesita que cada una de las 26 cámaras que forman Cosep, pueda defender y buscar soluciones a sus propios problemas. Se necesita crear todo un equipo que sea el que maneje la agenda y no sola una persona como actualmente se da.
Los candidatos Michael Healy y Mario Hanon comparten algunos hechos; uno fue presidente hasta hace muy poco de la cámara a la que pertenece, Upanic, y el otro es presidente actual de la suya, Anifoda. Ambos son de Oriente, Hanon granadino de Nandaime y Healy de Rivas.
Las diferencias resaltan cuando se examina que Healy ha sido miembro directivo de la actual administración, y aunque sostenga en sus entrevistas: “Fui una de las personas que desde adentro del Cosep y como presidente de Upanic, siempre dije que ese modelo no iba a funcionar, porque iba a tener un límite y más bien iba a revertirse en contra de nosotros”. Pero su voz fue muy suave ya que pocos la oyeron y su presencia rubrica todo lo actuado, reforzando el rumor de que es el candidato del gran capital.
Hanon ha sido más independiente, su padre fue el primer preso político que tuvo el país en la época de los 80, muy ligado a Jorge Salazar, el empresario mártir. Cuarenta años de vida profesional, fundador de su propia empresa, da la impresión que su gestión sería más independiente. Su perfil se acerca más al mediano y pequeño empresario. Su eslogan “Nicaragua necesita un modelo de paz y una salida a la crisis económica” encierra a mi manera de ver lo que actualmente requiere el país.
Para poner como dicen la tapa al pomo, Hanon es un graduado del afamado California Polytechnic State University, con posgrado en The University of Utah. Especialista en riegos.
¿Cuál de los dos logrará el cargo? No lo sé. Ojalá se escoja al mejor, pensando no solo en el bien del grupo sino pensando un poco más en Nicaragua.
El autor es abogado y notario.