“Me quitaron a mi niño de las manos, mi Darwin, dónde lo voy a ver a mi muchachito”, se queja entre llantos María Luisa Reyes, madre de Darwin Antonio Benavides Reyes, de 34 años, asesinado de dos puñaladas este miércoles en un autobús que cubre la ruta 111 en Managua.
Darwin Benavides se rindió ante la muerte la noche del miércoles después de 13 horas de agonía, confirmó su hermano Wilder Benavides Reyes. Los maleantes apuñalaron al hombre de 34 años en presencia de su hijo de 7 años. “Él (Darwin Benavides) fue apuñalado como a las 6:30 minutos de la mañana, cuando llevaba a su hijo a la escuela”, manifestó Wilder Benavides.
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La familia de la víctima se enteró de lo sucedido por un vecino, a quien Wilder Benavides miró pasar de regreso a su casa con la camisa manchada de sangre. “El vecino que llevaba la camisa manchada de sangre fue quien nos avisó que a mi hermano lo habían apuñalado arriba del autobús”, explicó Benavides.
La Prensa/Cortesía.
El hombre, quien era técnico electrónico, abordó el autobús con su hijo frente a la Dirección General de Ingresos (DGI), ubicada costado norte de la Catedral de Managua. De acuerdo con versiones de los testigos, desde que Darwin Benavides subió a la unidad de transporte colectivo, los maleantes le exigieron que les entregara su teléfono celular y su billetera, y como él se resistió, lo apuñalaron dos veces por la espalda.
Intimidan a conductor
Los delincuentes que no tuvieron misericordia de la víctima ni de su hijo, quien desesperado gritaba que no le hicieran daño a su padre, se bajaron del autobús en los semáforos ubicado en la esquina norte del colegio Simón Bolívar.
Antes de bajar, los ladrones con el puñal ensangrentado intimidaron al chofer del autobús para que les abriera la puerta, según relato de testigos. Wilder Benavides dijo que su hermano Darwin fue dejado en el Hospital Cruz Azul por el busero, quien luego se dirigió a la Policía para denunciar lo sucedido. Del referido hospital, Darwin Benavides fue trasladado al Manolo Morales.
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En ese hospital los médicos lo operaron al ingresar, durante la intervención quirúrgica que duró una hora la víctima mortal sufrió un primer paro cardíaco, explicó Wilder Benavides. “A las cuatro de la tarde, los médicos nos dijeron que había que operarlo otra vez y en esa segunda operación, le dio otro paro, y el tercero le dio a las siete de la noche, cuando murió”, relató Wilder Benavides.
Extraoficialmente a la familia doliente le han informado que los criminales ya fueron capturados. La vela de Darwin Benavides se realiza este jueves en el barrio Jorge Dimitrov, de la DGI una cuadra al este y su funeral será mañana a partir de las diez de la mañana, en el cementerio de Sabana Grande.
A Darwin Benavides le sobreviven sus dos hijos, de 11 y 7 años, su esposa, sus tres hermanos y su mamá.