Pese a que habitantes de las 22 comunidades del territorio Wangki Maya, en Waspam, Caribe Norte del país, tienen semanas de enfrentar a una crisis alimentaria por la pérdida de sus cosechas debido a las inundaciones provocadas por las lluvias, ahora se suma una crisis sanitaria que ha cobrado la vida de 6 personas y otras 26 se encuentran enfermas con síntomas como fiebre, diarrea y vómitos, que pueden estar asociados con casos de malaria, según constató en el lugar el Centro de Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (Cejudhcan).
De los 26 enfermos registrados hay 18 niños y 8 mujeres, que además están embarazadas. Sin embargo, aunque se reconocen la sintomatología, ellos no tienen certeza que sea malaria debido a que los comunitarios no cuentan con asistencia médica, informó a LA PRENSA Juana Bilbano, directora de Cejudhcan.
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“Observamos mucha gente enferma con calenturas y diarrea, otros en cama y en agonía pero no se sabe qué enfermedad tienen porque no hay asistencia médica”, señaló Bilbano.
La directora de Cejudhcan indicó que las únicas clínicas médicas cercanas se ubican en las comunidades de Andris y Sawa, pero estas además de estar a kilómetros de distancia de Wangki Maya, no cuentan con medicamentos ni con el suficiente personal médico para atender a los enfermos.
“Por eso manifestaron que ellos utilizan mayormente medicinas tradicionales para curarse por la falta de acceso a medicamentos que existe, por tal razón las dificultades son mayor para el buen vivir de estas comunidades”, señaló Bilbano.
Temen brotes de Covid-19
Nazaria Reyes, jueza de la comunidad de Aauhya Pura, en testimonios brindados a Cejudhcan aseguró que el centro de salud donde son atendidos no cuentan con pastillas para afrontar la situación, lo que ha generado que “nuestra gente se esté enfermando más, porque no solo es la malaria si no también hay varios casos de niños con diarreas, gripe y tos, afectados por la contaminación del agua”.
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A criterio de Bilbano, este planteamiento supone un problema mayor porque puede tratarse casos de coronavirus, situación que no pueden corroborar por la falta de asistencia de las autoridades de la localidad. Agregó que los comunitarios informaron que recibieron la visita de miembros de la Alcaldía de Waspam para realizar un censo, pero que hasta la fecha no han recibido respuesta.
“Hacemos un llamado al Ministerio de Salud y las Alcaldías municipales, que tienen que atender a estas comunidades y mandar brigadas médicas a esas comunidades como lo hacen en otros lugares”, indicó.
Río contaminado
Otro problema registrado por Cejudhcan es la contaminación del río Wangki o Coco, debido a las inundaciones, por lo que no es apto para el consumo humano.
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“El 90 por ciento de la población consumen agua del río y el resto consume agua de lluvia, pero después del paso de la inundación, ésta se tornó rojiza, situación que repercute mayormente en la salud de los niños y niñas, ancianos y mujeres embarazadas de las comunidades indígenas”, detalla Cejudhcan.
Más problemas alimenticios
Aunque Cejudhcan logró conseguir ayuda para entregar 410 kits de higiene y alimenticios a los comunitarios de Wangki Maya, aseguró que no cuentan con los recursos para seguir llevando paquetes alimenticios para las 3,899 familias que han perdido sus siembras de arroz producto de las lluvias.
“Las pérdidas de sus cosechas es la que va a provocar más crisis alimentaria en los próximos meses, y podría durar años incluso porque no tienen semillas para volver a sembrar”, lamentó.
Deysi Jackson Dolores, representante de las mujeres indígenas de Wangki Maya, teme que dichas comunidades no puedan producir frijoles por la falta de semillas ya que se acerca la siembra del periodo apante, que inicia en noviembre y termina el 15 de diciembre.
“Esta necesidad de semilla obedece a que las familias casi no cuentan con reserva de semillas de frijoles porque son consumidos lo poco que tienen por falta de alimento básico”, indicó Jackson.