Dennis Martínez se convirtió de varias maneras en el Neil Armstrong nicaragüense, al viajar al espacio y ser el primero de este pequeño país en pisar la luna llamada las Grandes Ligas, el 14 de septiembre de 1976, con un fantástico debut con los Orioles de Baltimore frente a los Tigres de Detroit.
Desde siempre el beisbol ha sido el deporte número uno de Nicaragua, pero las Grandes Ligas parecían inalcanzables para nosotros, a pesar que en 1945 el zurdo Francisco Dávila tiró en Triple A con los Rojos de Cincinnati, y más adelante jugadores del calibre de Duncan Campbell, Rigo Mena y René Paredes tenían todas las herramientas para llegar, pero por diferentes motivos se quedaron en el camino.
Dennis tumbó esa barrera y sirvió de inspiración para el resto, y aunque en 44 años solamente otros 14 nicaragüenses han podido seguir los pasos el granadino, estamos a la espera de una buena racha, en la que varios lleguen al mismo tiempo. Soñamos con un boom.
Además de talento, Dennis tenía la determinación y tras debutar como profesional con 15 victorias en Clase A en 1974, saltó a 16 éxitos en 1975 entre Clase A y Triple A, y en 1976 fue el ganador de la triple corona de picheo de la Liga Internacional, Triple A, con balance de 14-8, efectividad de 2.50 y 140 ponches. Abrió 23 juegos y completó 16 de ellos.
El nica creció aceleradamente y no había forma de obviarlo, así que en septiembre, con 22 años de edad, fue llamado a las Grandes Ligas y el día 14 subió a la colina del Memorial Stadium, de Baltimore, como relevista y tuvo una deslumbrante actuación de 5.2 entradas de cuatro hits, sin carrera, una base y cinco ponches, para anotarse la victoria de los Orioles 9-7 ante los Tigres.
Encontró el juego perdido 7-5, pero su sensacional labor, junto a un racimo de cuatro carreras en el séptimo, le dieron la primera de sus 245 victorias en las Grandes Ligas, las que al momento de su retiro eran la mayor cantidad para un lanzador latino, hasta que el dominicano Bartolo Colón las superó en 2018, poniendo fin al reinado de 20 años del pinolero.
Out por out de su actuación
Ross Grimsley abrió el juego por los Orioles y explotó en la tercera entrada. Dave Pagan tampoco pudo frenar a los Tigres y en el cuarto explotó dejando dos corredores en las bases con un out. Dennis fue llamado del bullpen y silenció a los felinos al ponchar de forma consecutiva a Mickey Stanley y Bill Freehan.
La racha de abanicados la extendió a tres, cuando en el cierre del quinto inning, Chuck Scrivener vio pasar el tercer strike. Mark Wagner fue el primero que le tocó la pelota al nica y dio una rola al campo corto, mientras que Marv Lane fue el primero que le tomó base al granadino, al negociar un boleto. De cualquier modo, la entrada terminó con una rola al short de Ben Oglivie.
Rusty Staub le dio el primer hit a Dennis como primer bateador del sexto, pero Willie Horton dio rola para doble play y Alex Johnson falló en elevado al bosque derecho.
Después de dos innings y dos tercios intratable, Dennis ya era dueño del montículo y en el séptimo continuó su gran relevo. Stanley conectó rola a territorio de Mark Belanger en el campo corto, Freehan se ponchó por segunda vez y Scrivener consiguió un infield hit, antes que Wagner conectara rola para el último out.
En el cierre del séptimo, los Orioles le dieron vuelta a la pizarra 9-7 con un racimo de cuatro, con batazos impulsadores de Lee May, Brook Robinson y Belanger, más un error de los Tigres.
Así que el nica entró con ventaja en el octavo y siguió sin ceder terreno. Lane se ponchó y aunque Oglivie y Staub dieron hits consecutivos, Horton bateó para doble play por segunda vez.
En el último turno de los Tigres, Johnson, Stanley y Freehan no sacaron la bola del cuadro, al fallar cada uno en roletazos, lo que marcó el inicio de una gran carrera para Dennis, que incluyó un Juego Perfecto ante los Dodgers, cuatro visitas al Juego de las Estrellas, un liderato de efectividad en la Liga Nacional y uno de victorias en la Liga Americana.
También dejó una gran enseñanza, porque cayó en las garras del alcoholismo y fue capaz de levantarse y reconstruir su carrera con los Expos de Montreal en 1986, con 32 años de edad, cuando los Orioles se cansaron de él. Dennis se convirtió en alguien ejemplar dentro y fuera del terreno, alargando su carrera hasta los 44 años de edad en 1998 con los Bravos de Atlanta.
Mes de debuts
Cinco de los 15 nicas que han llegado a las Grandes Ligas, debutaron en septiembre, que es el mes en el cual se producen la expansión de los rosters y los equipos lo utilizan para probar a sus principales prospectos.
El 4 de septiembre de 1981, David Green pasó a la historia como el primer bateador nica en las Mayores con los Cardenales de San Luis. Entró a batear de emergente por Dane Iorg en la séptima entrada y dio una rola a la segunda base ante Terry Foster, de los Dodgers, en el Dodger Stadium. Tuvo un turno más en el noveno y dio un elevado a la primera base frente a Steve Howe.
El 5 de septiembre de 1995, Marvin Benard tuvo un estreno similar al de Green con los Gigantes de San Francisco, al aparecer como bateador emergente en la octava entrada por el lanzador Scott Service y dio una rola a la inicial contra Greg Harris, relevista de los Expos.
El 5 de septiembre del 2000, Oswaldo Mairena se convirtió en el primer lanzador zurdo nica en la historia de la MLB, al tirar con los Cachorros de Chicago ante los Rockies de Colorado, en relevo de una entrada, tres hits, tres carreras y dos bases por bolas. Todd Walker le pegó jonrón.
Dennis debutó el 14 de septiembre de 1976 y Devern Hansack lo hizo el 23 de septiembre del 2006 en Toronto, como abridor de los Medias Rojas de Boston, frente a los Azulejos y cargó la derrota 5-3 en duelo con A.J. Burnett. El costeño tiró cinco innings de seis hits, tres carreras, dos ponches y dos jonrones, conectados por Lyle Overbay y Troy Glaus.
Sin temporada de ligas menores este año, no esperemos este mes ver el debut del algún nica. El que está más cerca es el zurdo Leonardo Crawford, quien lanzó en gran forma en Doble A con los Dodgers en 2019.