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Paulo Abrao, secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). LA PRENSA/ Cortesía OEA

CIDH busca a un nuevo secretario ejecutivo tras negativa de Luis Almagro de prorrogar a Paulo Abrāo en ese cargo

Paulo Abrão publicó este jueves una carta pública de despedida en la que resiente la "campaña de desinformación y declaraciones públicas que afectaron mi reputación y honor". En su mensaje, Abrão manifestó una "expresión de cariño especial con Nicaragua".

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se vio obligada a buscar a un nuevo secretario ejecutivo, debido a la negativa del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de prorrogar a Paulo Abrāo en ese cargo.

A través de un comunicado de prensa, la CIDH anunció este jueves su decisión de llamar a concurso para seleccionar a la persona que ocupará el cargo de titular de su Secretaría Ejecutiva, tras no haber obtenido la extensión contractual de su secretario ejecutivo Paulo Abrão.

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El organismo de defensa de derechos humanos informó que “realizó todos los esfuerzos” para renovar a Abrão en ese cargo, entre lo que “el pasado 30 de agosto hizo un llamado a un diálogo institucional respetuoso entre dos Órganos Principales de la Organización de Estados Americanos (OEA) para superar las diferencias con el secretario general sobre la renovación del mandato del secretario ejecutivo, basado en tres premisas: i) la defensa de la autonomía de la CIDH en la escogencia o renovación de su SE en los términos planteados en su comunicado de prensa No. 202/20; ii) la protección de los derechos de los trabajadores de la CIDH; y iii) el debido proceso en cualquier proceso sancionatorio”.

En la nota prensa, la CIDH deja sentado “su profundo rechazo a la decisión del secretario general de la OEA, Luis Almagro quien, al haber negado esta renovación contractual quebranta una práctica establecida por más de 20 años de respeto a la decisión de la CIDH de nombrar a su secretario ejecutivo y dificulta la obtención de verdad, justicia y reparación a las personas que se han sentido afectadas en sus derechos laborales. Asimismo, esta decisión del secretario general desconoce el debido proceso del señor Paulo Abrão pues claramente el artículo 13.5.3 de la referida Política señala que  …el  hecho de que un miembro o no miembro del personal esté bajo investigación no deberá utilizarse en contra de ninguna persona al considerar, por ejemplo, la renovación de un contrato”.

Paulo Abrão se despide con carta pública

Paulo Abrão publicó este jueves a mediodía una carta pública en la que resiente la “campaña de desinformación y declaraciones públicas que afectaron mi reputación y honor”, expresa. En su mensaje, Abrão manifestó una “expresión de cariño especial con Nicaragua”.

Abrãofue parte del equipo de la CIDH que realizó una visita de trabajo a Nicaragua entre el 17 y 21 de mayo de 2018, cuando el país se encontraba bajo la represión armada del régimen de Daniel Ortega contra las protestas civiles. Durante ese tiempo logró conversar con víctimas de los abusos cometidos por el régimen orteguista y constató la violencia estatal que padecía el país.

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El 21 de junio de 2018 la CIDH publicó su informe final “Graves violaciones a los derechos humanos en el marco de las protestas sociales en Nicaragua” en el que concluyó que la respuesta estatal estuvo dirigida en todo momento a disuadir de forma violenta la participación en las manifestaciones. Solicitó al Estado cesar de inmediato la represión a los manifestantes, además de reiterar sus previas 15 recomendaciones.

El período de Paulo Abrão como secretario ejecutivo de la CIDH expiró oficialmente el 15 de agosto. El secretario general de la OEA declinó renovarlo por cuatro años más, tal y como fue solicitado unánimemente por los siete comisionados de la CIDH el pasado mes de enero. El argumento de Almagro es que Abrão está siendo investigado por «decenas de denuncias» administrativas, que supuestamente incluyen «acoso laboral» y “acoso sexual”.

Abrão señaló al respecto en su carta que “nunca” fue notificado de la apertura de una investigación o acción administrativa en su contra por parte de las instancias de la OEA, a través del Departamento de Recursos Humanos o la Inspectoría General.

“Jamás recibí, por los canales regulares de los órganos competentes, una única denuncia formal por supuestas irregularidades, tales como acoso laboral de mi parte u omisión en la atención sobre acoso sexual de terceros, y las rechazo por ser infundadas”, expresó.

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