La Alianza Cívica firmó la propuesta del Grupo Promotor de Reformas Electorales que está siendo presentada a grupos opositores para alcanzar un amplio consenso sobre este punto, clave para lograr elecciones libres y transparentes.
Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Alianza, dijo vía mensaje de texto, que la propuesta “es del Grupo Promotor de Reformas Electorales y hemos trabajado con ellos desde inicios de año”, sobre la que se han publicado seis comunicados respaldados por la organización opositora.
“Estamos en plena sintonía con las reformas electorales, tal como lo anunciamos el 12 de diciembre pasado”, dijo Chamorro.
Al documento de la propuesta electoral trabajada por el Grupo Promotor le fueron incorporados varios consensos en la Coalición Nacional, como que debe acabarse el bipartidismo en los consejos electorales.
Chamorro aseguró que “estamos de acuerdo con eliminar el bipartidismo”, así como en la mayoría de los planteamientos, puesto que se trata de propuetas discutidas con el Grupo Promotor de Reformas Electorales.
Violeta Granera, representante en la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), expresó que lo propuesto resultó del “consenso nacional promovido y facilitado por el Grupo Promotor de Reformas Electorales”, integrado por organismos de observación nacional como por partidos políticos y expertos independientes, el que ha trabajado el documento desde finales del 2019. “Este es un consenso de país, redactado colectivamente por organizaciones dentro y fuera de la Coalición Nacional”, afirmó Granera.
Sin resolverse diferencias entre aliados
Los avances en la propuesta de reforma electoral se dan sin que los aliados en la Coalición resuelvan los temas de fondo que equilibren la toma de decisiones y sin que los movimientos de jóvenes que lideraron las protestas antigubernamentales ingresen a la plataforma opositora.
“Ese asunto aún no ha sido resuelto. (…)La situación sigue como ha estado”, respondió Chamorro.
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La llevarán a la OEA
Granera y José Pallais, miembros del comité ejecutivo de la Coalición, informaron que el documento de las reformas electorales incluye además planteamientos sobre cambios constitucionales en materia electoral, como que se restablezca la prohibición de la reelección presidencial y que se eleve el requisito de que para ganar las elecciones se debe obtener más del 50 por ciento de los votos.
Pallais, del movimiento Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN) refirió que el objetivo es presentar una propuesta “a los nicaragüenses y en particular durante la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos” (OEA), a celebrarse el próximo 21 y 22 de octubre, en Washington, D.C., Estados Unidos.
Exponer una posición unificada en torno a los cambios que urgen en el sistema electoral de Nicaragua, buscaría tener un mayor respaldo de la comunidad internacional y con eso, de presión para que Ortega no siga retrasando las negociaciones, pero sobre todo que acepte las modificaciones que permitirían garantizar elecciones libres y transparentes.
“Se trabajó en la base a lo propuesto inicialmente por el bloque ampliado de pro reformas. Estaban pendientes una serie de temas que se retomaron, donde prevaleció la decisión de incorporar en la propuesta que debe acabarse el bipartidismo en la composición de las estructuras electorales, deciéndose que es necesario ciudadanisarlos, que se pueda tener casilla propia como fue la Unión Nacional Opositora en 1990”, indicó Pallais.
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El modelo del bipartidismo fue pactado por el dictador Ortega con su aliado del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Arnoldo Alemán, y concretado en las reformas constitucionales del año 2000. Ese sistema permite el control de los consejos electorales, en un 50 por ciento a cada uno, a los partidos políticos que ocupen los dos primeros lugares en las elecciones. De esa forma el PLC y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) copan todas los puestos.
El PLC es parte de la Coalición Nacional y habría cedido a renunciar al bipartidismo debido a la presión del resto de organizaciones.
“Son reformas constitucionales en materia electoral que el pueblo ha venido demandando. (…) Son temas esenciales, pero que pasan por la reconstrucción total del Consejo Supremo Electoral (CSE) por personas idóneas”, afirmó Pallais.
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La depuración del padrón electoral, la exigencia de la observación electoral de credibilidad, nacional e internacional, que exista una rápida transmisión de los resultados de las votaciones, que se publiquen en el sitio web del Consejo Supremo Electoral (CSE) el resultado de votación por cada Junta Receptora de Votos son parte de las reformas electorales de la plataforma opositora.
El PLC, la UNAB, FDN junto al Movimiento Campesino, el Partido Restauración por la Democracia (PRD), el partido indígena Yatama y la Alianza Cívica firmaron el pasado 25 de junio los estatutos de la Coalición Nacional.
Sin embargo, han estado en constantes crisis debido a que los sectores sociales agrupados en la Alianza rechazan el dominio que ejerce el PLC junto al resto de partidos políticos en el rumbo de la plataforma opositora, el que, han asegurado, se alejan de las prioridades de la lucha social como son lograr la liberación de los presos políticos, el retorno seguro de los exiliados y en elevar la presión para que el régimen cese la represión.