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Foto ilustrativa/Tomada de El 19 Digital.

Casi 60,000 nicaragüenses han regresado al país, según el régimen ¿Y ahora qué harán en Nicaragua?

El Ministerio de Gobernación informó a través de una nota de prensa que el jueves por la noche llegaron, por el puesto fronterizo Peñas Blancas, 112 nicaragüenses procedentes de Panamá.

Para el economista independiente y catedrático universitario Luis Murillo, los nicaragüenses que están volviendo al país representan una presión adicional a la maltrecha economía del país, que experimentará su tercer año consecutivo de contracción en este 2020.

El Ministerio de Gobernación informó a través de una nota de prensa que el jueves por la noche llegaron, por el puesto fronterizo Peñas Blancas, 112 nicaragüenses procedentes de Panamá.

Más de 4,000 han llegado de Panamá

La entidad estatal refirió que, desde marzo, a la fecha, han regresado 59,108 nicaragüenses, y de ellos 4,267 desde Panamá.

En el país canalero han estado varados miles de migrantes nicaragüenses, pero el dictador Daniel Ortega mencionó, durante el acto en conmemoración del 41 aniversario de la Policía Nacional, que ya habían regresado todos a Nicaragua.

El régimen ha vendido la idea en su propaganda que los migrantes vinieron “de manera segura y ordenada”, pero no se ha preocupado por su situación económica y social, pese a que éstos están sin empleos.

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La vicepresidenta designada y vocera del régimen, Rosario Murillo, manifestó en una de sus alocuciones que los nicaragüenses que están viniendo de Panamá pasan 15 días en cuarentena, mientras retoman la vida laboral, sin decir dónde trabajarán.

Según el Banco Central de Nicaragua, las remesas procedentes de Panamá representaban un poco más del 5% del total del monto total que recibe el país.

Eso representa unos 75 millones de dólares anualmente.

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Para el catedrático Luis Murillo, lógicamente se dejará de recibir una cantidad importante de dinero en concepto de remesas provenientes de ese país, y de otros en los que viven y trabajan los nicaragüenses.

Sin embargo, el principal problema, insistió, es que se viene un gran problema interno para el país.

“En primer lugar el mercado laboral es informal, la actividad económica está en una recesión y eso va a generar dos problemas: uno, como los economistas lo denominamos, un menor flujo de ahorro externo, como son las remesas; y dos, un problema social en el país”, explicó.

Y es que, para Murillo, el Gobierno siempre aplaudió la “exportación” de migrantes para que crecieran los montos de remesas enviados al país, pero nunca estableció un plan de inversión o manejo de esas remesas.

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De acuerdo con el economista, la mayor parte del dinero que envían los migrantes a sus familiares se utiliza para “consumo de alimento, una pequeña parte se usa en educación y una cantidad menor para hacer mejoras a las casas”. En otras palabras, tienen un objetivo casi de sobrevivencia.

En otros países, como El Salvador, las remesas sirven para inversión, aseguró.

“Yo creo que esta crisis ha demostrado la irresponsabilidad que han tenido estos gobiernos, porque la mayoría de ellos confió en lo que yo llamo la exportación de capital humano. A ellos les resultaba viable que la gente migrara, porque por un lado enviaban remesas, y por el otro, disminuían la presión en el mercado laboral”, dijo el catedrático.

Ahora, “como no hubo una política de empleo permanente, para que la gente se quedara, y se revirtieron las cosas, recibiremos menos recursos y tenemos un mercado laboral deteriorado”, expresó.

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El sociólogo Cirilo Otero también dijo a LA PRENSA recientemente que el retorno de esta cantidad de nicaragüenses agrava más la situación económica y de sobrevivencia en el país. “Yo comprendo que esta gente quedó sin trabajo, ha gastado mucho dinero para poder regresar, tienen a su familia aquí, pero eso agrega un elemento más a la difícil situación de las familias nicaragüenses”, explicó Otero.

Las estadísticas de las remesas familiares desaparecieron del Banco Central de Nicaragua, y el Gobierno no se ha pronunciado sobre la posible caída en los montos que se producirá este año. Según la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) esta podría andar entre el 5 y 18 por ciento, lo que significará una merma de entre US$75 millones y US$300 millones.

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