Lleva gobernando Bielorrusia con puño de hierro desde 1994. No lo ofende que lo llamen tirano, más bien dijo que prefiere ser “dictador antes que homosexual”. Estudió historia, fue amigo de Hugo Chávez, es un nostálgico de la desaparecida Unión Soviética y asegura que tiene la fórmula para combatir el Covid-19. Desde agosto se enfrenta a grandes protestas en su contra.
1. Origen. Nació en agosto de 1954. Su madre lo crio completamente sola. Está casado con Galina Lukashenko, con quien tiene dos hijos mayores de edad: Viktor y Dmitry. En 2004 tuvo un hijo fuera del matrimonio con su doctora personal, Irina Abelskaya.
2. Nostálgico. Estudió historia y cumplió el servicio militar en la frontera de la Unión Soviética, posteriormente fue director de una granja colectiva y tras militar 10 años en el Partido Comunista fue diputado en 1990. Formó parte de una corriente que buscaba mantener el sistema soviético.
3. Poder. En 1994 llegó al poder y, según sus críticos, su fuerte en esas primeras elecciones fue un mensaje “populista y anticorrupción”. El actual sería su sexto mandato consecutivo.
4. Chávez. Fueron amigos desde 2006 hasta la muerte del presidente de Venezuela en 2013. Desde entonces el gobierno de Bielorrusia se ha encargado de mantener el recuerdo de su antiguo socio.
5. Amenaza. Según un reporte de la BBC antes de las protestas que iniciaron en agosto de este año, Lukashenko llegó a decir que a todo aquel que participara en manifestaciones en su contra lo tratarían como un terrorista y “le retorceremos el cuello como si fueran patos”.
6. Apodo. Durante los años 90 ganó gran popularidad en las zonas rurales y entre los nostálgicos de la Unión Soviética, tanto así que lo apodaron Batka, que significa padre.
7. Arrestos. En las elecciones de 2010, Lukashenko ordenó el arresto de siete de los nueve candidatos a la presidencia que se le enfrentaron.
8. Bush. Fue en 2005 cuando el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo que en Bielorrusia estaba la “última dictadura en el corazón de Europa”.
9. Muerte. Es el único país de Europa en el que se sigue aplicando la pena de muerte. En 1996 se celebró un referendo al respecto y más del 80 por cierto de los consultados dijo que se debería conservar la pena capital. En 2017 Lukashenko utilizó esta consulta para justificar que se siguiera aplicando esta condena.
10. Vodka. Su manejo de la pandemia del Covid-19 ha sido llamativa. Bielorrusia fue uno de los pocos países de la región que no hizo cuarentena. El propio presidente dijo haberse contagiado y afirmó que la enfermedad se combatía con “trabajo, sauna y vodka”.