Nicaragua tendrá dificultades en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), principalmente en los temas de educación, salud, pobreza y hambre, según analistas consultados por LA PRENSA.
La tasa de pobreza se verá afectada por el decrecimiento económico durante 10 trimestres que genera una contracción acumulada del PIB, del orden de -14.1 por ciento, una pérdida del poder adquisitivo de los salarios reales de -20 por ciento y el incremento del desempleo. Con esto Nicaragua se alejará del primer ODS, que para el 2030 planteaba el fin de la pobreza a nivel mundial.
“Nicaragua no va a recuperar su nivel económico del 2017 hasta aproximadamente en el 2025/2026 y que el Producto Interno Bruto por habitante se va a recuperar hasta el 2030. En base a ello, podemos concluir que Nicaragua no va alcanzar de erradicar la pobreza, sino al contrario, será mayor al 2017”, explica el sociólogo Óscar René Vargas.
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Y si bien la Organización de Naciones Unidas ya había admitido que por primera vez esperaban que la pobreza aumentara en todo el mundo en 30 años, desde 1990, como consecuencia de la pandemia, lo cierto es que el incremento de este flagelo en el país no solo tiene su origen en la crisis sanitaria, sino también en los últimos dos años de recesión.
El segundo objetivo en jaque es el “Hambre cero”. Al respecto, el sociólogo indica que “la solución a la crisis de la seguridad alimentaria de la población radica en impulsar las redes locales de producción campesina pequeña y mediana”.
Sin embargo al recaer la producción de la canasta básica en más de 90 por ciento en pequeños y medianos productores, la falta de crédito y la desatención a los campesinos nacionales significa que no se incrementa la producción. “No existe una estrategia dotada de visión nacional de alcanzar la seguridad alimentaria ni para promover la agricultura sostenible”, advirtió.
De hecho la ONU instó a los países con urgencia atender a las familias más vulnerables. “En vista de los efectos de la pandemia sobre el sector agroalimentario, se necesitan medidas urgentes para garantizar que las cadenas de suministro alimentario se mantengan en funcionamiento con el fin de mitigar el riesgo de grandes perturbaciones que puedan afectar de manera considerable a todo el mundo, en especial a las personas pobres y más vulnerables”.
Hemos retrocedido en Educación
Otro ODS que ponen en aprietos a Nicaragua está relacionado con la educación de calidad. Se trata del objetivo cuatro y sin duda uno de los más importantes, porque al garantizar una educación que sea inclusiva, equitativa, con docentes calificados y con enfoque en desarrollo sostenible, es fundamental para el desarrollo de nuestra sociedad.
Para el cumplimiento de dicho ODS, se plantearon 10 metas que los estados deben lograr, sin embargo el experto en educación, Jorge Mendoza, dice que “lamentablemente el gobierno de Nicaragua, nunca adoptó ningún plan de cumplimiento de esas metas, en relación a la educación para todos y todas durante toda la vida, que es el lema del objetivo”.
Otro aspecto que frena el cumplimiento de las metas es la poca inversión en educación. Mendoza sugiere que en Nicaragua se debería invertir al menos el seis por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), sin embargo en los últimos tres años este pilar dentro del gasto público se ha visto golpeado por la recesión, que ha restringido los ingresos del Gobierno central, empeorando las ya raquíticas asignaciones.
“Nosotros en educación básica y media apenas tenemos un 3.7 por ciento del PIB, eso significa que Nicaragua no está en el camino de cumplir con esta meta”, dijo Mendoza, por lo tanto, tampoco se puede cumplir con las metas como la educación técnica para jóvenes y adultos o una educación integral en la sexualidad, y otras que tienen que ver con los rezagos educativos.
Además el experto señala que ha habido un retroceso en educación por no haber podido asumir el desafío de la educación remota o en línea. “Nicaragua no preparó a sus docentes en metodologías y didácticas para poder asumir de manera responsable la educación a través de las teleconferencias”, explicó Mendoza.
Salud, otro objetivo difícil de cumplir
Entre las metas propuestas para el cumplimiento del objetivo de salud de calidad de los ODS, está lograr la cobertura sanitaria universal, aumentar considerablemente la financiación de la salud y la contratación, el perfeccionamiento, la capacitación y la retención del personal sanitario.
La salubrista, doctora Josefina Bonilla considera que los logros en salud no son significativos, ya que estos son frágiles e insostenibles debido a que en Nicaragua no hay paz social. “La falta de entendimiento de unos con los otros entre su ciudadanía y la falta de un liderazgo integrador de los diversos sectores, nos ha hundido como país” y alejado de ese ODS.
Con la afectación que este sector por los despidos y muertes del personal de salud, es importante fortalecer en los siguientes años los recursos humanos de la salud para lograr el objetivo de desarrollo de sostenible de una vida saludable y bienestar.
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“Nicaragua requiere reorganizar su fuerza humana en salud para obtener mejores resultados y formar a algunos en aquellas especialidades que se han perdido y establecer nuevos puestos para psicólogos, nutricionistas y trabajadores sociales, que son tan útiles para un verdadero trabajo de equipo de salud”, explicó Bonilla.
Desde 2019 la FAO señaló que el mundo no estaba en vías de cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en 2020, en su informe “Seguimiento de los progresos relativos a los indicadores de los ODS relacionados con la alimentación y la agricultura correspondientes a 2020” la situación no ha cambiado significativamente.
“Actualmente, debido a la Covid-19, una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes está amenazando vidas y medios de subsistencia, haciendo incluso más difícil el logro de estas metas”, se expresa en dicho informe que puedes leer aquí.