Lázaro Blanco, un veterano derecho de 34 años y convertido desde el 2015 en el mejor lanzador del beisbol cubano, ha sido anunciado como el nuevo líder del staff de pitcheo de los Leones de León, para la próxima temporada de la Liga de Beisbol Profesional de Nicaragua (LBPN) prevista a comenzar en noviembre.
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Blanco, quien rescató su carrera desde el abismo y logró relanzarla con tanta fuerza hasta generar admiración entre sus más ácidos críticos, cuenta con una experiencia enorme tras lanzar durante 15 años en las Series Nacionales de su país y otros más en circuitos profesionales en México, Canadá y Panamá.
A Nicaragua viene luego de que el también cubano y jugador de los melenudos, Adrián Moreno, lo contactara y el presidente de la directiva felina, Michael Pérez Ferrey, realizó las negociaciones con Cubadeportes, la entidad estatal que maneja las carreras de los principales jugadores antillanos, según Prensa Latina.
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Ganador de 102 partidos contra 80 derrotas y 4.27 en su carrera de 15 años en Cuba, Blanco tenía previsto unirse a los Saraperos de Saltillo en el beisbol mexicano, pero la pandemia del coronavirus suspendió las acciones en la pelota azteca, así que se volvió disponible y los Leones lo consiguieron.
Ejemplo de perseverancia
Ahora es fácil apreciar las habilidades de Blanco como lanzador, su maestría para soltar el sinker, el slider y el cambio con una mecánica muy limpia, sin embargo, seis campañas después de haberse iniciado como un prospecto con 18 años, no lograba cuajar como monticulista.
Nacido en Yara, provincia de Granma, el 23 de febrero de 1986, Lázaro debutó con los Alazanes en la serie del 2004-2005 y terminó con 0-1 y 4.03 en 22 episodios tras 13 relevos. Se pensó que mejoraría a través de los años, pero fue de mal en peor.
Los promedios de efectividad en cada una de sus tres temporadas siguientes fueron: 7.83, 4.79 y 5.28. El colmo llegó en el 2009, cuando concluyó con récord de 2-11 y 8.77. Y aún no llegaba la peor. En 2011 tocó fondo con 11.45 en 11 innings, con 25 hits, 14 carreras limpias y 2.72 en whip.
No obstante, justo después de ese año, en el que no pudo seguir en el equipo de Granma, ocurrió el punto de inflexión en su carrera. De acuerdo con un reporte de SBNation, Blanco se topó con Delio Cumbrera Sánchez como coach de pitcheo y este lo reconstruyó como lanzador con una serie de ajustes.
Sánchez le hizo abandonar su recta de cuatro costuras, que nunca fue explosiva y lo hizo enfatizar más en su sinker (para provocar rolas). Le bajó al ángulo de su brazo y en lugar de lanzar sobre el hombro, lo dejó en tres cuartos, lo que le dio más acción a su slider.
El resultado fue un registro de 11-7 y 3.97 en 147.1 innings en el 2012. En los tres años posteriores tuvo 2.77, 3.46 y 3.47. En 2015 saltó a 14-5 y 3.47 y debutó con la selección nacional cubana en los Panamericanos de Toronto, pero su apogeo aún no llegaba.
En 2016, su nuevo coach de pitcheo, Ciro Silvino Licea, le hizo desistir de su tenedor, lanzamiento común en Cuba y le enseñó el cambio. El resultado fue 15-4 y 1.55 en 156.2 innings. Y en 2017, 14-3 y 1.63 en 143.1 innings. De ahí saltó a la Serie del Caribe y a Canadá.
En Nicaragua ha lanzado en dos ocasiones. La primera el 23 de febrero del 2018 en serie amistosa en el Estadio Nacional Dennis Martínez y explotó en el segundo episodio con cuatro carreras encima. Jilton Calderón y Darrell Campbell lo castigaron con severidad, pero Cuba ganó 6-4.
Luego volvió a medirse a los nicas el 12 de julio del 2019 y trabajó durante seis entradas para cinco hits, una carrera, con cuatro ponches y dos bases. El partido quedó 1-1 en León, con Fidencio Flores lanzando en gran forma por los nicas y Jilton Calderón le bateó de 3-3.
Un historial respetable
Lázaro Blanco nació el 23 de febrero de 1986 en Yara, Granma. Mide 6’3 pies y pesa 220 libras. Su debut en las Series Nacionales fue en el 2004-05 con los Alazanes de Granma, precisamente.
En 15 temporadas en su país tiene 102-80 y 4.27 en 1,509 innings, con 1,616 hits, 115 jonrones, 717 carreras limpias, 780 ponches y 623 bases. No es lanza-llamas, ni ponchador. Es un provocador de roletazos. Su arma es el sinker.
En la Serie del Caribe del 2017 le ganó 4-0 a República Dominicana tras lanzar 6.1 innings en blanco con seis ponches. Y perdió 1-0 con México, luego de siete episodios sobre la colina sin respaldo de sus compañeros. En dos Series del Caribe lanza para 1.26.
Fue el mejor lanzador derecho de esa serie, al registrar 1-1 y 0.67 en 13.1 innings. Ese mismo año con el Quebec, en Canadá, tuvo balance de 11-4 y 2.98. En 2018, 9-2 y 3.06. El año pasado fue el mejor extranjero en liga de Panamá con Chiriquí.
Ahora se unirá a los Leones, donde junto a Luis Mateo y Willy Paredes, debe formar un trío notable de monticulistas. Además de Adrián Moreno, León también tiene a Edgard Figueroa como extranjero y ahí completa sus cinco.
¿Cómo le irá a Blanco aquí? Debe ser un impacto, pero en beisbol nunca hay que descartar ninguna posibilidad. Sin embargo, sus antecedentes inmediatos son sólidos y debe ser gran ayuda para los Leones que buscan un tercer título seguido.
Edgard Rodríguez está en Twitter: @EdgardR